Capítulo 67

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Karlie había hecho lo propio, se había despedido de su padre en una muy emotiva despedida, para ella era un poco más difícil porque el lazo que compartía con el era muy fuerte y el miedo a dejarlo sólo también era tan grande.

Pero algo que se tenía que hacer.

Le había dejado su auto y tenía en la cajuela del mismo todo su equipaje, había partido por su novia.

Estaba por llegar a casa de la rubia cuando oyó las sirenas y su corazón se estrujó porque ya sabía a qué lugar se dirigían.

Había hablado con su padre sobre el tema ese mismo día más temprano y le había asegurado que no había problema con la demanda que prontamente se atrevió a hacer. Se suponía que tendría tiempo suficiente para sacar a Taylor de ahí, la policía no debería estar tan pronto en camino.

Estaba pensando en si realmente se había tardado demasiado despidiéndose o la policía se había adelantado las horas que habían predicho que llegarían.

Eso no podía significar nada bueno, se suponía que la policía llegaría uno o dos días después, algo había pasado, pero aparte de miedo y nerviosismo estaba llena de rabia porque estaba a tan sólo un minuto de llegar a su casa y poder sacarla de ahí, ahora tendría que ser precavida y esperar.

Maldijo llena de frustración y sacó su teléfono para llamar a su padre.

— ¿¿Cariño todo bien?? ¿Ya salieron?

— ¡¡No!! ¡Todo está jodido! ¡Dijiste que la policía tardaría en hacer el cateo! ¡¿Qué mierda hacen llegando a la casa de Taylor justo ahora!?

— Karlie tranquila ¿qué? ¿Qué pasa? —. Su padre trató de tranquilizarla. La castaña estaba gritando demasiado.

— ¡La policía papá! La policía está llegando a casa de Taylor, estaba tan cerca, ¡estaba a punto de llegar estoy solo a unas cuadras! —. Estaba desesperada y enojada.

— Me habían asegurado que podría tardar días, por eso me atreví a denunciarlo, cómo lo siento hija, pero eso no tiene que ser impedimento deberías poder sacarla de ahí antes de que su padre llegué.

Karlie estaba frustrada golpeó el volante con fuerza e irá. Maldijo unos segundos a su padre, ¿No podía esperar un día más para poner la denuncia? Sentía que todo se venía a abajo.

Se obligó a calmarse, no podía culparlo, había conseguido que un socio del señor Swift lo apoyara y debía aprovechar el momento, además le habían asegurado que tardarían un par de días en continuar con el proceso, sin embargo todo resultó más rápido, como era evidente.

Su padre tenía razón al menos en que debía sacar a Taylor lo antes posible. Repaso las opciones y esperar a que se apaciguara no era una, el padre de Taylor podría apresurar el vuelo sin contar que sabría que la denuncia venía de los Kloss.

— Okey, le diré que salga debería poder hacerlo por la parte de atrás.— Karlie se revolvió el cabello ansiosa.

— Eso es, pídele que se vean en la parte de atrás, pero por favor no te acerques a la entrada no tienen que verte. Por si existe la posibilidad de que ese idiota aparezca en cualquier momento. Ten cuidado cariño—. Pidió por último el hombre en la línea.

— De acuerdo...

Le colgó a su padre para entonces marcar a la ojiazul, «contesta maldita sea» murmuró para ella misma llena de desesperación. El timbre sonó y sonó, Taylor no contestó, volvió a marcar y lo mismo. Gruñó molesta y lo soltó solo para golpear el volante furiosa y se pasó la mano desesperada por el cabello. Sabía que el desgraciado de su padre aún no había llegado, sólo había visto llegar a la patrulla y estacionarse mientras veía a lo lejos cómo se bajaban los oficiales y las rejas de la casa de los Swift se abrían para darles pasó.

Sabía que estaban ahí por razones ajenas a ellas, así que no tendría que haber problema con que Taylor no estuviera y fuera por la parte de atrás ya que no la requerían a ella. Pero su último mensaje decía que estaba despidiéndose de su madre y no estaba segura de sí estaba abajo en la estancia o arriba en su habitación y qué tan rápido podría esconderse o si realmente se le ocurriría esconderse mientras la policía hiciera su trabajo.

Esperaba que su madre la hiciera irse ya que ella sí estaba al tanto de lo que ocurría, esperaba que mantuviera a la rubia lejos de la policía.

Los minutos se le hicieron eternos, encendió el motor, pero no dio marcha tenía que intentar localizar a Taylor una vez más así que antes de arrancar, así que volvió a marcar su número y esta vez para su alivio sí contestó.

— ¡Kar! ¿Qué está pasando? — Fue lo primero que dijo Taylor y se podía oír el tono asustado en su voz.

— Escucha Tay, no podré acercarme por la entrada, tendrás que salir por el patio trasero, con mucho cuidado Taylor, te esperaré en la calle trasera ¿¡de acuerdo!? Y por favor que no te noten...

— ¿¡Él los envío!? ¿El maldito sabía?

— No, no ¡escucha cielo! Ellos están ahí por otro motivo no tiene que ver contigo confía en mí.

— ¡Como lo sabes!

— Lo sé solamente cariño, confía en mí, ve a tu habitación y trata de salir por la ventana te esperaré atrás ¿okey?

— Okey...

Karlie entonces arrancó el auto para ir a dónde había acordado, pero antes de poder incorporarse a la carretera una camioneta familiar dio vuelta en la última esquina detrás de ella y le impidió avanzar. Los ojos se le abrieron y su corazón casi se detuvo.

Estaba atrapada, no podía avanzar sin la posibilidad de chocar, pero quedarse ahí era dejarse a plena vista. La camioneta avanzaba rápido y se maldijo.

La vería, a una cuadra de su casa y reconocería el auto de su padre. Y como si fuera en cámara lenta vio la camioneta pasar, por un lado, contuvo la respiración, pero mantuvo fija la vista y vio entonces el rostro del hombre deformarse con disgusto cuando la reconoció, le dedicó una mirada nada agradable que logró ver a través del espejo retrovisor y le revolvió el estómago.

Sabía ahora que estaba ahí por Taylor. Todo se había jodido.

Entonces apenas pasó volando por su lado hacia la casa, Karlie arrancó hacía la parte de atrás de la residencia, aún podían salir de ahí. Debía apurarse. Y mientras avanzaba y conducía con una mano, con la otra hacia una llamada.

En el corazón se pertenece [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora