No tenía ganas de hablar con nadie, su madre era obvio que se había dado cuenta de que algo pasaba. Su padre ni la volteaba a ver así que de él no se preocupaba, de darse cuenta ella lo sabría. Así que apenas llegaron se fue a su cuarto, las lágrimas amenazaban con salir así que tenía que apresurarse a llegar para que no la traicionaran frente a sus padres.
Y asi sucedió, apenas llegó a su cuarto se echó a llorar. Desahogándose de todo, odiando a todos, queriendo a Karlie a pesar de todo.
Su teléfono sonó, varias veces. Lo ignoró, sonó otras veces más. No tenía que ser adivina, con rabia lo tomó y lo arrojó lejos. No quería saber de ella en ese momento. Aunque estaba segura de que sentía algo por ella estaba muy dolida y era mejor no hablarle ni contactarse ni nada.
Oyó el estruendo del teléfono cayendo por alguna parte de la habitación, y supuso que, o se había roto, o se había desarmado porque no volvió a oir sonido alguno.
Solo sus jadeos y su llanto tan ruidoso. Y lo oyó hasta que se quedó dormida.
******
Al día siguiente sentía su ánimo por los suelos sentía un dolor de cabeza Pero esta vez no era ocasionado por frustración o es el persistente deseo de intentar recordar algo, simplemente le dolía, ni siquiera recordaba cuánto había llorado, sentía los ojos hinchados y pesados aún traía puesto el vestido el maquillaje corrido y el cabello alborotado y desordenado.
Despertó por los golpes insesantes en su puerta, trató de abrir los ojos pero la luz le calaba en ellos, ya era de día ¿qué hora era? ¿cuánto había dormido?
Se levantó pronto para abrir la puerta, de seguro era su madre, el martilleo se intensificaba retumbando en su cabeza, abrió bruscamente y efectivamente su madre estaba del otro lado con una expresión de cautela mezclada con alivio. Taylor la vio con curiosidad e incitó a que hablará o dijera algo con la mirada, ya que parecía estar muda, no entendía muy bien porque estaba ahí, probablemente para verificar que no hubiera huido y que siguiera en casa.
Estaba furiosa con ella, y la mirada de ambas denotaba que ya sabían de que se trataba. Probablemente su madre querría hablar de ello pero Taylor no estaba de humor, ni siquiera para lidiar con ella. Se tragó todo lo que quiso gritarle.
— Taylor estás...
— ¿Bien? Creo que ha sabes que no... Ahora déjame en paz —. No sintió el mas mínimo remordimiento por como le había hablado, ni por azotar la puerta después de eso.
Tenía ganas de ducharse, eso haría primero antes de que nada. No tenía planes, no tenía a dónde ir. Quería permanecer en cama, se sentía enferma.
Sentía que no podía con todo lo que estaba pasando. Quería entender todo, quería saber todo, no podía seguir así. Y no podía seguir viviendo ahí, recordó que su madre le dijo que ya había intentado huir de casa antes, y Taylor dudaba que fuera solo una rebeldía suya, sentía que había algo más, una razón seria para hacerlo.
Tal vez no estaba preparada para saber toda la verdad. Por eso no enfrentaba a su madre, también porque no podría sobrellevar una situación en donde su padre se enterara de lo que ya sabía, necesitaba hablar con Karlie antes de poder reclamarle cualquier cosa sus padres no quería meterse en problemas, y menos meterla a ella en más problemas si es que las dos cosas estaban relacionadas.
Cuando salió del baño, tropezó con algo en el suelo, se dio cuenta de qué era su celular, estaba desarmado, ni siquiera se molestó en recogerlo del suelo lo pateó con el pie un poco y pensó que aún no era momento de ponerse en contacto con la castaña a pesar de que ansiaba mucho volver a verla y hablar con ella para pedirle una explicación más extensa que la que le dio en día anterior. Que prácticamente había sido una muy breve confesión.
Pero no tuvo que esperar demasiado, se estaba vistiendo con algo cómodo pues no iba a salir de casa, estaba secándose el cabello cuando oyó un ruido que la puso alerta.
Volteó hacia la puerta pero no había sido de ahí, el ruido venía de afuera y si mal no estaba provenía de su fuera de su ventana. Dudó si acercarse cuando volvió a oír otro ruido, las cortinas estaban aún corridas pues no no las había abierto entonces vio algo... O más bien a alguien.
No recordaba que había dejado la ventaba abierta pero pronto Karlie estaba cruzando con mucho esfuerzo el marco de la ventana abriéndola de par en par y escapando de las cortinas qué le enredaban de a poco.
Taylor quedó anonadada, ¿qué demonios hacia ella ahí? Karlie se veía muy agitada su cabello despeinado cuando por fin pudo atravesar e incorporarse después de haber tropezado un poco se acomodó un poco la ropa y se enderezó.
— ¿Qué demonios...?
— Taylor Lo siento yo —. Karlie parecía avergonzada, su rostro se veía afligido, tanto que Taylor pudo adivinar que también había pasado muy mala noche.— Necesitamos hablar y no atiendes el teléfono... Así que ...
— Sí claro ¿tu genial idea fue venir hasta aquí? ¿Meterte a mi habitación a escondidas? —. Dijo Taylor con un tono más sardónico que nada.
— Por favor Tay.
— Sal de aquí ahora —. Taylor ni siquiera había visto la hora y aunque era probable que su padre no estuviera en casa era muy arriesgado que ella estuviera ahí, más porque quería gritarle y no podía a gusto, sin poner sobre aviso a su madre.— Largó Kloss.
— Taylor —. Karlie se acercó lentamente hacia ella, casi como si se tratara de acorralar a un pequeño animal de forma cautelosa, para que la rubia no huyera de ella, pero Taylor estaba paralizada en su posición. Sintió sus ojos arder y sabía que pronto iba volver a echarse a llorar frente a ella.
— No Karlie, eres una maldita mentirosa no deberías estar aquí no quiero hablar contigo. No quiero verte —. Eso no era del todo cierto.
— ¿Qué acaso no quieres que te explique? —. Claro que quería pero Taylor estaba tomándose su tiempo, creía que era demasiado pronto para enfrentarse a ella y era un golpe bajo que Karlie hubiera ido a su casa, porque no podía sólo salir de la habitación y dejarla atrás, era probable que a Karlie le valiera muy poco y la siguiera sin importarle si se topaba con su madre. O padre.
— Karlie yo no puedo, justo ahora no lo sé, sólo... debiste esperar, yo... —. La voz por fin se le quebró y las lágrimas brotaron de nuevo. Pero se encontraba tan desecha que ni siquiera le importó el abrazo con el que le envolvió a Karlie.
¿Por qué no podía estar enojada con ella? Lo estaba, pero justo sentir sus brazos envolverse alrededor de ella eclipsaron esa furia. Recordó el beso, tan calmo y tan intenso a la vez. Recordó como se sintió. Y el dolor en los ojos de Karlie le decía que estaba realmente arrepentida, y siendo por primera vez sincera.
— Lo siento lo siento lo siento —. Susurraba Karlie que también estaba llorando abrazada de Taylor, dispuesta a no soltarla de nuevo.— No fue mi intención Taylor yo...
Taylor se dejó consolar, apesar de todo le gustaba experimentar esa nueva cercanía con ella. Así que se abrazó a ella y ambas lloraron en silencio.
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En el corazón se pertenece [Kaylor]
FanficAdaptación Kaylor de mi propia historia Vauseman Taylor tuvo un accidente, por el cual no recuerda nada, pero conocerá a Karlie, una nueva amiga que le ayudará a recuperar sus memorias, solo que cuando Taylor por fin lo haga no le gustará lo que le...