Se moría de los nervios.
De pronto la puerta se abrió, se maldijo por no ponerle el seguro, aunque su padre no estaba mantenía las precauciones, su madre entró sigilosa y Taylor sintió palidecer, no es que su madre fuera un problema, pero había estado dándole vueltas a lo que le diría cuando debiera decir adiós, que era en el transcurso de esos minutos porque Karlie no tardaba en llegar.
Su madre había llegado justo a tiempo. Taylor no pudo pronunciar palabras y su madre notó lo limpia que estaba su habitación, no quedaba casi nada, era algo obvio que no pretendía pasar una noche más ahí. Su madre se sorprendió pero no dijo nada. La rubia tomó valor para decir lo que tenía que decir.
― Me iré hoy mamá ―. Dijo queriendo parecer firme y que no le temblara la voz. Su madre sólo soltó un largo suspiró.
― Bueno supongo que lo esperaba ―. Dijo con una sonrisa ―. Solo esperaba tener más tiempo para... bueno no importa, debes irte antes que sea demasiado tarde.
Taylor asintió agradeciendo que fuera comprensiva.
― Lamento que tenga que ser asi ―. Realmente lo lamentaba, pero su madre hizo un gesto con la mano para restarle importancia, como si se tratara de cualquier cosa.
― Para nada cariño, de echo uno podría pensar que no hay otra forma, no con él ―. Se sentó en la cama y parecía querer retener las lágrimas ―. Solo lamentó no haber sido una buena madre y aunque me duele no volver a verte sé que es lo mejor para ti.
Taylor asintió parpadeando para alejar las lágrimas propias.
― También deberías irte ―. Sugirió la rubia. Su madre negó con la cabeza. Taylor realmente deseaba que huyera también.
― Debí hacerlo antes, contigo, hoy ya no tiene caso, te voy a perder y realmente creo que me lo merezco―. Tal vez tenía razón, pero no por ello era más sencillo escucharlo, Taylor no la perdonaba del todo, pero tampoco quería que siguiera sufriendo.
― Kar no tarda en llegar ―. Dijo tratando de explicar con algo de vergüenza que no tenían mucho tiempo. Su teléfono de echo estaba sonando con algunos mensajes, pero decidió ignorarlos mientras se acercaba a su madre y se aferraban la una a la otra con un fuerte abrazo. Dejaron salir las lágrimas que tenían retenidas y se fundieron llenas de dolor y melancolía.
― Supongo que han pensado en todo―. Dijo más a modo de pregunta, su madre parecía algo preocupada. Se separaron lentamente y como si no quisieran mirarse a los ojos se voltearon y cada una se limpió las lágrimas.
― Sí, ella se encargó de todo ―. Le sonrió tristemente, eso era cierto.
― Bueno ven, puedo ayudarte al menos con algo. ― Taylor no se negaría, asintió al tiempo que desbloqueaba su teléfono y confirmaba que su novia ya casi estaba ahí.
Estoy a punto de llegar bae, ¿estas lista?
A lo que Taylor respondió mientras seguía a su madre: Sí, sólo me despido de mamá.
Decidió bajar las escaleras con las maletas en mano de una vez, su madre le ayudó con una de ellas y una vez abajo la llevó al estudio donde Taylor notó una caja fuerte en un rincón y era a donde su madre se dirigía. La siguió y observó sus pasos.
Vio como metía una serie de números y la puerta pesada de metal se abrió con un chirrido. Entonces su madre sacó varios fajos de billetes.
― Deberías traer una de tus maletas ―. Taylor se sorprendió por la cantidad de dinero que estaba sacando ―. Vamos cielo, trae tu maleta.
Taylor obedeció, tuvo que sacar algunas prendas y par de zapatos para que cupieran los fajos. Realmente era mucho dinero, tanto que se preocupó.
― ¿Papá no se dará cuenta? ¿Qué falta probablemente un millón de dólares?
― No, es tanto cariño ―dijo su madre con una risita―. Además, es mío, no de él.
Taylor sonrió y se lo agradeció. No podía negar ningún tipo de ayuda a estas alturas. Y tampoco negarle ese gesto a su madre.
Se dirigieron a la salida, la rubia le pidió que la despidiera del señor Jairo, realmente todo era demasiado apresurado, y no había tenido tiempo de verlo de nuevo.
Sin embargo, estaba a unos minutos de su libertad, y se sentía llena de una vitalidad que jamás había experimentado.
― Trataré de hacer mi parte desde aquí cariño ―. Dijo su madre confundiendo un poco a Taylor ―. No dejare que vaya tras de ti.
Pensó en el señor Kloss, en que al parecer estaban confabulando juntos, así que se relajó, confiaba en que se encargarían de todo, si la dieran por desparecida o algo así, lo único que quedaba una vez que ellas se fueran era precisamente eso, evitar que el imbécil fuera a buscarlas. Se dio cuenta de que su madre ni siquiera le había preguntado a donde irían, lo que le hizo pensar que estaba consciente de lo que debía hacerse e internamente lo agradeció.
― Me mata saber que pueda hacerte daño ―. Confesó de pronto la ojiazul. Su madre le dedicó una mirada llena de adoración y acarició un poco su cabeza.
― Lo peor ya lo hizo ―. Taylor no entendió del todo, pero pronto entendió que su madre, la señora Swift se refería al daño que le hacía indirectamente al dañar a su hija. La iba a perder, por culpa de él, casi la mataba, esos traumas, esperaba que no frenaran a la ojiazul para empezar de nuevo, esperaba que pudiera superar un día todo. Aún si eso significaba que no volviera a verla ni saber de ella. ¿Qué más podía hacerle? Su corazón dolía desde hace tiempo al ver sufrir a su hija y más por lo impotente y estúpida que había sido al verse obligada por él a hacerse participe de todo ese sufrimiento.
Ahí paradas en la entrada de su casa en pleno día soleado era la despedida más agridulce que pudieran imaginar, sin duda sabía a libertad, pero tambien a odio, dolor, miedo, incertidumbre.
Un mensaje de Karlie llegó y al ver su nombre en la pantalla se relajó, pues la tendría a ella y era todo lo que necesitaba. Su chica de ojos verdes, cariñosa y dulce y dispuesta a protegerla.
Su ilusión y esperanza se redujeron rotundamente cuando leyó el mensaje que había llegado. No era para nada lo que esperaba.
La policía está por llegar a tu casa, probablemente tu padre está a punto de llegar también y no se sí pueda acercarme.
Bonito día para todas donde sea que lean ❤️ pronto acabara esta historia, pero tengo otras bajo la manga, probablemente en estos días les comparta las sinopsis y las portadas para que chequen cuál quieren primero
Gracias por leer esten pendientes
Clary
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En el corazón se pertenece [Kaylor]
FanficAdaptación Kaylor de mi propia historia Vauseman Taylor tuvo un accidente, por el cual no recuerda nada, pero conocerá a Karlie, una nueva amiga que le ayudará a recuperar sus memorias, solo que cuando Taylor por fin lo haga no le gustará lo que le...