En el corazón se pertenece [Kaylor]

Capítulo 27

— ¡Contéstame! Contéstame!

Los gritos no paraban, Taylor estaba arrinconada en la habitación, abrazando sus rodillas, llorando descontroladamente. La oscuridad inundaba el lugar y sentía una gran pena en su corazón.

— ¡Bastaaaa! —. Quería que parara, no había hecho nada malo, no entendía porque su padre estaba furioso, pero lo estaba y ella estaba aterrada.

— ¡¡Contéstame!!! —. La voz del hombre retumbaba y hacia eco en la habitación, la cual de un momento a otro se hizo mas pequeña y empezó a girar, su padre parecía más grande, se acercó y su sombra se levantó hasta alcanzarla, no podía verle el rostro, pero era él, y no necesitaba más que su voz para saber que estaba furioso con ella.

— ¡No has traído más que vergüenza a la familia! ¡No puedes ser mi hija!

— Nooooo —. Taylor gritó cuando vio que el hombre levantó el brazo justo para dejarlo caer sobre ella, alzó sus brazos sobre su cabeza y cerro los ojos esperando el golpe.

Taylor se levantó jadeando bruscamente y se incorporó en la cama. Estaba empapada de sudor.... Su respiración era agitada, sus latidos los sentía en los oídos y el miedo la invadió cuando sus ojos solo dislumbraron negro.

¿Qué había sido eso? Una pesadilla claro, pero se sentía extraño. Cómo sí... ¿Y si era un recuerdo distorsionado?

Eran imágenes surrealistas y abstractas, pero tenían algo de verdad, el sueño mostraba que su padre era monstruo. Ella le tenía miedo. Podía sentirlo, miedo, odio, rabia.

Se levantó lentamente de la cama cuando se ajustó a la poca iluminación, se tambaleó un poco, aún estaba mareada, afuera seguía oscuro, aún no amanecía. Se dirigió al cuarto de baño... No se sentía con ganas de tomar una ducha, estaba cansada, se refrescó la cara lo suficiente y se limpió.

¡No has traído más que vergüenza a la familia! No puedes ser mi hija!

Taylor se quedó viéndose en el espejo unos segundos más, en lo que se recomponía, no podía dejar de revivir su pesadilla, y oír una y otra vez los gritos de su padre.

¿Por qué su padre le había dicho aquello? Hasta ahora no había nada que pudiera haber hecho que lo hubiera avergonzado. Más que desobedecerlo, pero no creía que eso fuera motivo suficiente para decir aquellas palabras.

Y si... En el pasado lo había avergonzado. Qué podría haber hecho ella, no, tenía que dejar de pensar en eso. Eso no era verdad. Fue un sueño. Una pesadilla.

Pero lo había sentido tan real. ¿Y si su padre alguna vez le dijo eso?

Conociendo a su padre, como lo estaba conociendo, pudo haber sido cualquier estupidez que lo enojara. Pudo haberle dicho eso en un arranque de irá tras haberse sentido ofendido y herido en su orgullo.

Ella no podía ser una mala persona. No lograba recordar aún su antigua vida. Golpeó frustrada la pared. ¡Porque no podía simplemente recordar todo!

Regresó a la cama, sentía que el sueño se había ido, se sentía cansada pero también tenía miedo de volver a soñar lo mismo. Buscó su teléfono, eran las tres de la mañana. Se dió cuenta entonces que tenía varios mensajes de Karlie sin leer.

7:32 p.m.
Taylor este ha sido un día maravilloso gracias por compartirlo conmigo.

8:15 p.m.
¿Cómo llegaste? ¿Todo bien?

8:26 p.m.
¿Llegaste bien a casa? Ojalá pudiera haber ido a acompañarte hasta la puerta. Me preocupo de más de seguro estás ocupada.

9:40 p.m.
¿Taylor porque no me contestas?, estoy preocupada, solo dime si llegaste bien, o si todo está bien.

10:30 p.m.
Desearía poder ir a tu casa a cerciorarme que estás bien. Ojalá tu padre no haya sido el motivo por el que creo que no estás contestándome, por favor solo quiero saber que pasó.

11:06 p.m.
Dejaré de ser tan paranoica, pero por favor en cuanto puedas háblame ¿si?

2:18 a.m.
No puedo dormir, estoy preocupada por ti, siempre me contestas enseguida Taylor, espero no sea por qué estás enojada por algo que hice o no lo sé... Tampoco espero que sea por tus padres... Dios, preferiría que estuvieras enojada conmigo...
Comunícate cuando puedas...

Taylor no notó que estaba llorando. No podía dejar de hacerlo, se sentía algo aliviada de haber leído aquellos mensajes, pensar en Karlie preocupada por ella le sentó bien. Pero se le hacía un nudo en la garganta y en el estómago por lo que había pasado y no creía que fuera capaz de contárselo.

Leyó el último mensaje de la ojiverde, se lo había mandado justo unos minutos antes de que Taylor los leyera todos.

Dios, preferiría que estuvieras enojada conmigo...

Taylor le había contado algunas cosas sobre sus padres, Karlie tal vez solo pensaba que era peor tener problemas con sus padres. Taylor pensó si ella realmente le tenía miedo a su padre como aveces fingía o jugaba con el tema. Karlie conocía al menos de vista a su padre, si había tenido problemas con el suyo debería saber algo más. Cosas que no quiso decir cuando le preguntó...

Se preguntó si sabría o tendría idea de que su padre era mala persona.

Pensó en contestarle pero no sé atrevió.

Le contestaría en la mañana, y le diría que ya no podría verla. Al menos no pronto. Ese pensamiento le dolía, sinseramente era lo que más le costaría.

No podía dejar de llorar .

Dejó el teléfono por un lado y se dispuso a intentar conciliar el sueño. Rogando para que no tuviera más pesadillas. Pensó en Karlie. Si pensaba en ella tal vez no sucedería.

Recordó la primera vez que le habló, del día del parque, el almuerzo, el cine, y el lago. Pensó en sus ojos verdes, en su cabello rebelde y el tono castaño que realmente le quedaba bien, pensó en su figura, en sus fotos y en su belleza. Pero sobre todo su forma de ser y su personalidad.

Pensó en como habían permanecido abrazadas en el agua, la cercanía y el calor que sintió. El beso tan cerca de la comisura de sus labios, y el como la hizo sentir...

Karlie. ¿Porque estaba pensando esas cosas? No podía dejar de darle vueltas, no. Karlie tenía la culpa. No paraba de tratar de entender porque hacía esas cosas como si fueran normales.

Para Taylor no lo eran. Ella estaba ahí tirada en su cama pensando demasiado en qué se sintió bien y que no debería ser así. No debería querer que sucediera de nuevo.