Capítulo 20

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— ¿Qué es eso, Taylor? —. Su padre sonaba como siempre, arisco y de malas, no fue por eso que Taylor saltó en su asiento, si no por lo repentino que había salido su grito. La ojiazul parecía desorientada, estaban cenando y no era extraño que estuviera perdida en sus pensamientos o más bien recuerdos sobre su salida con Karlie. Últimamente solo pensaba en ella y en cuando volverían a tener una salida así, realmente lo anhelaba. Hacía días que habían salido y habían hablado sobre hacer eso cada semana. Pero Taylor no podía dejar de ansiar el momento.

Seguía sin saber que era a lo que se refería su padre, hasta que señaló con el cuchillo que tenía en la mano (muy mala imagen) hacía la escayola en su brazo. Y entonces se sintió muy caliente de la cara y nerviosa.

— ¿Quién te rayó eso? —. Su padre parecía molesto y en desacuerdo con ese hecho. Taylor se reprendió mentalmente.

Y como no, si después de lo que le había dicho aquella vez cuando le alzó la voz y la regaño, Taylor debió ser más precavida, y más sobre el número que tenía escrito ahí.  Lo pensó un segundo ¿Qué le diría?

Estaba consiente de que su madre le había advertido que no le dijera nada a su padre sobre su amistad con la castaña. Y estaba consiente que fuera quien fuera, su padre no quería que hiciera amigos.

— Amm....

— Taylor... —. Exigió su padre. Pero se obligó a guardar la calma, no iba a dejar que su padre sospechara o se enterará de nada, menos de su reciente amistad. Menos porque ella estaba apreciando mucho aquello que tenía con Karlie. No lo iba a echar a perder.

— Yo lo escribí que tiene de malo —. Trató de sonar lo más inocente posible.

— ¿Tu? ¿Por qué harías eso?

—Pues .... —. Piensa Taylor.— Era una emergencia.

Su padre la veía aún con aire interrogante, era obvio que no lo estaba convenciendo.

— Taylor creí habert....

— Cálmate.— Interrumpió con seguridad la jovén. Con un coraje que no supo de donde salió. Tal vez le era demasiado importante conservar su amistad y eso valía que se enfrentará a su padre.— Es el número de la doctora Kane, olvide mi teléfono y se me ocurrió que podía escribirlo aquí.

Por dentro era una gelatina, pero no iba a darle el gusto a su padre de verla intimidada por él. Parecía haberse relajado. Un poco.

— Puedes comprobarlo si quieres —. Se arrepintió de haber dicho eso, ¡¡Y que si si!! Dios esperaba que no fuera a hacer eso, era extricto y controlador pero tal vez no llegaba a ese extremo ¿O si? ¿Sería capaz de checar que fuera quien decía marcando el número?

Para su tranquilidad el pareció restarle importancia no sin antes agregar:

— Se ve horrible y vulgar —. Taylor encajó con más fuerza el cuchillo en su pedazo de carne. ¿Qué esté hombre no tenía compasión por ella?

— Todo es cuestión de la perspectiva supongo —. Dijo desafiante a lo que su padre parecía a qué iba a reprenderla pero su madre intervino.

— ¡Ya basta! Alison comportate —. Su padre respiró resignado y algo encolerado. Taylor pensó que más por el hecho de haberlo interrumpido.

— Para finales del mes eso no debe estar ahí —. Sentenció su padre sin mirarla.

— Y eso como por q...

— Taylor —. Su madre parecía también cansada y preocupada. Le dio una mirada suplicante. Y la ojiazul cerró la boca.

— Habrá una reunión importante, de empresarios de la región. Iremos los tres y no puedes ir con esa cosa así.

Taylor hizo cuentas y faltaban alrededor dos semanas para fin de mes. No sabía si para entonces ya le quitarían aquella cosa. Pero ya no se arriesgaría a otro comentario mordaz. Lo dejó estar y se dedicó a terminar su cena.

*****

De Karlie: ¿Rubia tonta, estás?

Apenas había acabado su plato lo recogió y se dirigió a su cuarto sin despedirse de sus padres. No sabía de dónde había salido aquel atrevimiento pero le gustaba y además sentía que se lo merecían. Ambos. Sin embargo ese mensaje la hizo sonreír apenas checó su teléfono tirada en su cama.

Karlie se refería a ella de todo tipo de maneras cada vez que le hablaba pero aprendió muy rápido que era su firma al expresarse. Y le gustaba.

De Taylor: Estaba cenando ¿qué pasó?

De Karlie: Oh provecho. Mm no nada solo quería saludar.

De Taylor: Hola

De Karlie: Rubia... 😅

De Taylor: 🙄

De Karlie: ¿Cómo va tu día? cuéntame algo...

De Taylor: Pues tal vez recibas una llamada de mi padre preguntando por la doctora Kane o.O

De Karlie: ¿QUÉ?

De Taylor: Mi padre se enojo porque alguien me rayó el yeso ....

De Karlie: Cometí el error de vida ¿En verdad tiene mi número? ¡Taylor!

Taylor reía, su padre no tenía su número, no pudo haberlo memorizado, ¿Verdad? No lo había visto tomar nota ni le había pedido que se lo diera. Solo quería molestar un poco a Karlie.

De Taylor: Tal vez debas practicar tu voz ronca de señora mayor...

De Karlie: Maldita sea, hace años que no la hago... Taylor!!! En verdad, que debo decirle si llama! No espera nada, cambiaré el número mañana mismo....

De Taylor: Cálmate Karls, solo estoy jugando

De Karlie: —.—

De Taylor: Pero si se molestó, quiere que lo borré.

De Karlie: Te comprare pintura o más yeso!

De Taylor: Deja de actuar Jajaja calma

De Karlie: No actuó, en verdad tu padre suena a qué es horrible...

De Taylor: La verdad si, algo, le he contestado, no ha quedado contento

De Karlie: No aprecias tu vida demasiado.

De Taylor: Creo que lo hago, por eso no debo dejar que me pisotee y me tenga aquí encerrada bajo su voluntad...

De Karlie: Bueno eso sí...

De Taylor: Claro que sí, me la paso aburrida como siempre por su culpa...

De Karlie: Ah okey, siempre....

De Taylor: Bueno excepto cuando he salido contigo 🙄 ¿contenta?

De Karlie: Okey te perdono pero no no estoy contenta. Lo estaré cuando volvamos a salir.

Taylor no sabía porque le emocionaba tanto hablar con Karlie. No era solo que era la única persona con la que entablaba una conversación. Era el hecho de que era ella. No sabía cómo explicarlo, pero la forma en que le hablaba, la hacía sentir un poco especial. Y Taylor empezaba a reconocer ese sentimiento. Cómo si lo hubiera sentido antes. Una emoción demasiado grande para contenerla.

De Taylor: Pues dime cuándo, estar contigo es diez veces mejor que estar encerrada aquí.

Taylor sintió su cara arder, ¿se había oído aquello bien? Bueno ¿ella había empezado no? No supo porque volteó su teléfono, no era nada malo sin embargo sintió que le ardía la cara. Pero lo volvió a tomar apenas vibró con la respuesta de Karlie.

De Karlie: ¿Sólo diez veces mejor?

¡¡Por qué hacía eso!! Taylor estaba segura de que eso parecía coqueteo. No recordaba nada sobre si ella lo había hecho con alguien o le habían coqueteado. Pero sabía cómo reconocerlo. Más sabiendo ya la forma en la que ella se expresaba. Su tono de voz, podía oír su tono sugerente al leer los mensajes.

De Taylor: 🙄

De Karlie: Es una pena que tan poco Taylor Swift, para mí es un millón de veces mejor.

En el corazón se pertenece [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora