Capítulo 31

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Una vez más se levantaba agitada, respirando entrecortadamente ¡¿por qué soñaba con Karlie de esa forma?!

Ya no eran sueños calientes como el primero. Solo eran... normales... Se soñaba con Karlie haciendo... Cosas triviales. Y eso la descolocó aún más, porque al menos en el primer sueño asumía la culpa de haber estado pensando demasiado en ella, y haber fantaseado con un beso.

Pero estos sueños que tenía últimamente no sabía de dónde venían, Taylor había dejado ese tema de lado, no sentía que pensara en la ojiverde lo suficiente para soñar con ella dos noches seguidas.

En uno de los sueños Karlie parecía que horneaba o algo parecido mientras Taylor trataba de ayudarla llena de harina.

En otro de ellos, discutían sobre algo que Taylor no entendía, pero Karlie estaba lejos de ella y desde lejos le gritaba iracunda.

Taylor estaba demasiado confundida porque para ser sueños habían sido muy reales. Había estado muy feliz en el primero, y muy triste en el otro.

Pensó en la posibilidad de que pudieran ser recuerdos... Pero era imposible.

A menos que los estuviera distorsionando con la imagen de Karlie por lo obsesionada que parecía últimamente con la castaña.

Ya le habían dicho su madre y la propia Karlie, que no eran amigas y que nisiquiera se conocían. Pero entonces, ¿por qué Taylor se sentía extraña? No sabía cómo sentirse. Sentía que habia algo más, pero les creía también.

Sabía que estaba confundida por lo que había pensado sobre ella y ese sueño....

No podía recordarlo sin sentir calor.

Se obligó a apartar la mente de Karlie. No podía darse el lujo de extrañarla, porque no tendría oportunidad de verla otra vez. No pronto.

Debía idearselas para salir de casa y buscar a Martha. Pero no iba a volver a salir por la ventana. Y tampoco era opción decirle a su madre, debía hacer eso sola. Pero lo que si hizo Taylor fue tratar de persuadirla de ir a su terapia ya que se iba a volver loca encerrada y sin poder ver a la castaña aunque fuera en ese lapso. Debía admitirlo.

— ¿Mamá? ¿Crees que está semana que viene pueda ir con la doctora Kane?

— Tu padre dijo que por lo pronto suspenderían las sesiones.

— ¿Esa es su forma de castigarme? ¡¡Pero si le terapia la necesito!! ¡Que idiota! —. A Taylor le gustaba hablar con la doctora Kane, además del hecho de que era el único lugar al que podía ir con consentimiento de sus padres. Hasta ese momento claro.

— Taylor...

— Necesito ir.... —. Esperaba no mostrar tanta desesperación como para que notará que realmente quería ver a Karlie también.

— Taylor eso no está a discusión, lamento que sea así pero no podemos hacer nada. Lo siento —. Su madre en verdad parecía sentirlo y no estar de acuerdo. Pero como había dicho, contra la voluntad de su padre no había mucho que hacer.

Taylor se fue resignada a su cuarto. Debía pensar como salir sin ser vista de su casa antes de poder darle una fecha de encuentro a Martha.

No quería decirle lo que planeaba a su madre porque algo le decía que aunque parecía no estar de acuerdo con muchas cosas, ella era cómplice de su padre. Si su papá le había pedido que ocultara cosas ella las estaba ocultando por miedo. Así que no confiaba en ella. Y además no quería que intentará persuadirla de no hacerlo.

Decidió salir al patio al menos a tomar aire fresco. Recordó que aún debía buscar a John, el jardinero, y tampoco quería preguntarle a su madre.

En el corazón se pertenece [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora