― No puede ser ―. A Karlie casi se le sale el corazón, dejó salir el llanto sin poder retenerlo. ¿Qué significaba aquello? ¿Había matado a su padre y la madre de la rubia? La mente de ambas giraba en torno a qué había pasado con los otros dos adultos.
¿No tenía suficiente?
― ¡¡Karlie!! ― Taylor gritó aferrándose a su asiento mientras se pasaban un semáforo en rojo. La castaña levantó la vista corrigió el volante y piso el acelerador. Tenía que perderlo. Entraron a una zona poco transitada, Karlie lo prefería, con los nervios de punta esperaba poder perderlo.
― No ganará. No ganará el mal nacido ―. Murmuró mientras movía la palanca de velocidades y pisaba aún más el acelerador.
Taylor estaba aferrada a su asiento, los ojos los cerraba de pronto y no dejaba de gritarle a Karlie cuando creía que se estamparían con algún carro, más de dos veces Karlie tuvo que frenar en seco para luego hacer chirriar las llantas y girar lo más rápido que podía y continuar su carrera.
Aquello no estaba gustandole para nada a Taylor.
Derrapando y esquivando autos, llegaron a una zona más transitada la castaña estaba concentrada y la rubia entraba en crisis de nuevo. Al menos la camioneta había atravesado los últimos obstáculos porque aún se veía a lo lejos. Giró violentamente en una calle y Taylor volvió a gritar.
Era un maldito deja vu. La ojiazul no dejaba de llorar, murmuraba cosas que su novia no entendía, pero ella a su vez maldecía en voz baja. Sentía su estómago en la garganta con cada freno y cada vez que aceleraba también.
― ¿Kar? ―. Dijo Taylor de nuevo viendo fijamente el retrovisor incapaz de decir otra cosa que no fuera su nombre. Ella entendió que quería que viera y siguió la mirada de su novia, entonces por el espejo ella misma se fijó que aún no lo había perdido. Había dado vuelta igual que ellas.
― ¡Maldita sea no se cansa! ― gruñó volviendo su vista al frente.
―. No... Mira ―. Murmuró Taylor apuntando el espejo lateral. La otra frunció el ceño no entendiendo lo que su novia quería decirle, pero entonces lo vio. Lo que la ojiazul quería que viera, era a la otra camioneta justo al lado de la gris que pertenecía a su padre ―. Es mi madre. es la camioneta de mi madre.
Karlie sintió algo de alivio, pero no estaba segura de que su padre siguiera en el juego. Le dolía pensar eso, pero estaba más nerviosa en ese momento por no estamparse de nuevo. Sabía que Taylor estaría super alterada por todo y todavía sumarle una persecución como la que ocasionó su amnesia para empezar.
Entraron a la autopista, después de varios minutos, poco le importaba que la policía los siguiera. Ni siquiera sabía si era mejor o peor si lo hacían. Ya había visto lo que había hecho el señor Swift. Las dos camionetas seguían tras de ellas.
Cada vez estaban más cerca, Karlie tenía que maniobrar bien para pasar los autos y rebasarlos. Tenía que buscar la orilla, Karlie sondeó varios minutos tratando de orillarse, el letrero que marcaba el retorno estaba quedándose muy atrás y ella necesitaba tomarlo. Mientras la otra chica en el asiento del copiloto seguía aferrada con los ojos cerrados y gimiendo de miedo por la bajo, oyendo el ruido de los autos, los cláxones y los gritos que la gente pronunciaban cada vez que estaban cerca de chocar con alguno.
Un movimiento brusco hacia la izquierda la hizo gritar sobresaltada, Karlie logró meterse entre un camión y un automóvil. Estaba en la orilla y entonces vio el retorno, no había carros pegados frente a ella, solo debía librar los que venían del otro carril, aun asi cuando llegó no lo pensó, giro tan rápido derrapando contra el asfalto y conteniendo la respiración. El cálculo casi le falla, el chirrido le puso los pelos de punta se estrellaron contra un auto del lado de la rubia quien se asustó a sobremanera, se sacudieron un poco en sus asientos.
Tras comprobar que su novia estaba bien (dentro de lo que cabe) dio reversa un poco y siguió con su marcha. Buscó la mano de la rubia y la apretó tratando de confortarla y a ella misma. No tenía tiempo, avanzó en dirección contraria que sus perseguidores, de vuelta al centro de la ciudad, cuando separados por una valla los vio pegados al carril. Pasó la camioneta gris, en seguida la negra y sintió su corazón inflarse de nuevo cuando vio que quién conducía la camioneta negra era su padre. La madre de Taylor iba en el asiento del conductor. Así que estaban bien. Karlie suspiró aliviada.
La castaña esperaba que se les complicara en el retorno, no podía darse el lujo de ralentizar su fuga, así que para poner aún más distancia aceleró como venía haciendo.
¿Qué harían ahora? Pensó que una vez que los perdieran era mejor seguir a pie, entrar a algún hotel o hacía los bosques. Pero necesitaba estar segura de que no los siguieran más.
― Taylor ―. Llamó a la chica rubia a su lado. — Tay, hey.
― No, no... ―. Murmuró triste en una especie de trance personal.
― Estan bien, los vi Tay, tu madre y mi padre. ―. Se obligó a parecer más tranquila para que la otra se relajara, tomó su mano y vió como su rostro se iluminaba de apoco con lo que le había dicho. Karlie sonrió para terminar de convencerla.
― Están bien. ― Repitió Taylor tratando de sonreír, su rostro estaba cansado, toda ella estaba apagada, su voz ronca sus ojos tristes, sus manos temblaban. Y se había oído tan bien oír aquello.
― Te amo rubia ―. Entonces un disturbio se oyó a lo lejos. El choque de metal con metal, ambas se incorporaron y vieron por los espejos sin darle tiempo a Taylor de responderle. Una carambola. Y en medio de ellas un par de camionetas conocidas. Por un segundo Karlie agradeció el percance pues entonces podrían tomar más distancia y ventaja.
Pero entonces un estruendo, el ruido los gritos, las flamas alzándose. Karlie frenó de golpe.
― ¡¡Noooooooooo!! ―. El grito de ambas chicas siendo conscientes que las camionetas estaban envueltas en fuego.
*****
Buenos días! ¿Cómo han pasado las fechas con este situación? Espero que bien, que hayan tenido una bonita Navidad 💕
Hoy acaba está historia 😍 un capítulo más y un epílogo.
En cuanto terminé, subiré las sinópsis de dos historias nuevas. Cómo les había dicho anteriormente, estén pendientes
Gracias por llegar hasta acá 🙂😊
Clary
ESTÁS LEYENDO
En el corazón se pertenece [Kaylor]
Fiksi PenggemarAdaptación Kaylor de mi propia historia Vauseman Taylor tuvo un accidente, por el cual no recuerda nada, pero conocerá a Karlie, una nueva amiga que le ayudará a recuperar sus memorias, solo que cuando Taylor por fin lo haga no le gustará lo que le...