— Mi color favorito es el verde —. Estaban recostadas sobre la cama de Karlie, una junto a la otra. Tenían levantadas sus manos y jugaban con ellas en el aire acariciándolas y entrelazándolas.
— Error —. Desmintió riendo la castaña.
— ¿Como puede ser? Estoy segura que es mi color favorito —. Taylor giró y se quedó viendo el verde de los ojos de Karlie.
— En realidad tu color favorito es el azul —. Dijo Karlie apartando la mirada de ella y poniéndola ahora en sus manos que aún estaban levantadas.
— Bah, me gusta el verde —. Karlie volvió a reír.— Mmm mi primera mascota se llamó Meredith.
— Error —. Otra carcajada salió de la boca de la castaña, el sonido de su risa hacia cosquillas en Taylor, quién lejos de molestarse sonreía aún más.
— ¡Estás mintiendo Kar! —. Taylor rió y bajó su mano, la otra parecía divertida por la falta molestia de Taylor.— Recuerdo perfectamente a esa gata.
— No digo que no existiera, tuviste una gata llamada Meredith, pero tú primera mascota no fue ella —. Taylor arrugó la frente, estaba pensando, llevaban varios minutos así, después del trago amargo que significaba saber la verdad, decidieron relajarse por petición de Taylor quien quería platicar un poco más sobre cosas que sentía estaba recordando.
— Fue un hámster, no recuerdo su nombre, creo que te lo compraron en tu cumpleaños nueve pero murió dos semanas después —. Karlie terminó la oración con otra risa. A Taylor se le iluminó la cara.
— ¡¡¡Tomás!!! ¡Lo recuerdo! —. La ojiazul estaba súper emocionada con lo flexible que estaba su mente en esos momentos. No llegaron todos de golpe, pero leyendo se dio cuenta que los acontecimientos pasaban en su mente tan claras y vividas, como si una barrera se hubiera derrumbado, podría no recordarlas aún pero ahora solo necesitaba un empujón hacia el recuerdo para que esté saliera a flote.
Y necesitaba los recuerdos buenos para compensar los malos que había obtenido ese día.
— ¿Recuerdas porque murió? —. Karlie le hizo la pregunta divertida, como retándola a qué recordara ese hecho. Taylor se lo pensó un momento.
— Yo... ¿Olvidé alimentarlo? —. La ojiverde, estaba conteniendo una risa.— No espera, Oh por dios.
Taylor soltó una risa y se tapó la cara.
— Creo que ya lo recordaste...
— No puede ser, pobre Tomas —. Taylor estaba tapándose la cara algo avergonzada.— Jugaba con él, lo solté y andaba en el suelo de mi habitación, lo olvidé y cuando trataba de capturarlo, buscándolo lo pisé.
Se giró y contemplo el rostro de Karlie más tranquilo, sus ojos brillaban y su risa le llegaba al corazón y su sonrisa sin duda adornaba su cara. Sin pensarlo se inclinó y juntó sus labios con los de ella, la tomó desprevenida pero pronto encontraron el ritmo.
— Tienes una chamarra vieja que me robaste, está agujerada ya, pero como quiera la usas porque era mía —. Dijo Taylor de la nada en un momento que logró separarse de ella.
— Si —. Karlie estaba feliz de que estuviera teniendo ese progreso.— Me alegro que estés recuperándolos poco a poco.
Puso su mano sobre el rostro de Karlie, se sentía bien estar con ella, besarla y tocarla, y ahora que estaba más susceptible se sentía tan natural hacer aquello con ella. La castaña se levantó un poco de tal forma que tenía casi medio cuerpo encima de Taylor, siguió besándola lento pero profundo. La rubia cerró los ojos y se dejó llevar.
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En el corazón se pertenece [Kaylor]
FanfictionAdaptación Kaylor de mi propia historia Vauseman Taylor tuvo un accidente, por el cual no recuerda nada, pero conocerá a Karlie, una nueva amiga que le ayudará a recuperar sus memorias, solo que cuando Taylor por fin lo haga no le gustará lo que le...