Durante años creí que estaba muerta, mi niña interna la que se encargaba de hacerme amar y buscarle el lado bueno a las cosas, la había asesinado. Pensé que no quedaba ni el mínimo rastro de ella, pero cuando te conocí, entendí que sólo dormía. Me encontraba en el peor momento de mi vida, llena de decepciones, desilusiones, llena de ira, de dolor, no, dolor no, era mucho peor, era resignación, indiferencia. Era la más absoluta falta de amar y sentirme amada, la falta de sentimientos. Tú fuiste quien me habló, tú fuiste quien dio el primer paso, tú fuiste quien dio el primer beso, el primero en decir "te quiero". Fuiste lo mejor y lo peor que me pudo haber pasado. Fuiste mi máxima felicidad, pero a la vez mi gran sufrimiento. Fuiste mi risa, pero también mi llanto. Fuiste todo, pero a la vez fuiste nada. PuelloG.