Kyoto Satō ha sufrido gran parte de su vida. El abandono de su madre y la frialdad de su padre la han convertido en alguien fría, indiferente. Incapaz de abrir su corazón a ningún hombre. Fiel defensora de que el mundo está jodido y que el amor es una mierda poco común. No es hasta encontrar su cara en la galería más famosa de Suecia que su corazón comienza a latir por algo más que su propio arte, no es hasta ese instante que logra experimentar emociones perdidas, Pero en ocasiones la felicidad solo dura segundos, a veces, la felicidad se nos escapa de las manos, la vida puede pasar de rosa a negro intenso en solo minutos y ella, ella sabe con creces lo que se siente. ¿Logrará esta chica superar sus traumas? ¿Logrará confiar de nuevo? ¿Logrará sostener a la felicidad por las piernas para que no se le escape?