s i e t e

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"El inicio de sus pesadillas"

– ¿D-dónde estoy...?

Un dolor insoportable taladraba su cabeza al punto que sentía cómo está le explotaría. Lo peor de todo es que no tenía absolutamente de lo que había pasado, o donde estaba y que estaba ocurriendo.

– Ji-jisoo... a-ayúdame...

Se reincorporó de donde estaba como pudo, por que su cuerpo dolía terrible, como si este hubiese sido arrastrado sin parar entre un camino de piedras. Su vista estaba visiblemente borrosa, y su cabeza palpitaba tan doloroso que llevó una sus manos a su cabeza como si con eso pudiera calmar el dolor.

– Ji-jisoo... a-ayúdame...

Otra vez esos murmullos de súplica y pesadumbre se escucharon cerca, provenientes de una voz extrañamente familiar para ella, y los cuales le estaban provocando incertidumbre y desesperación.

Maldita sea... ¿que diablos estaba ocurriendo?

– ¿H-hola?

Fue cuando por fin observó a su alrededor. No sabía exactamente qué era, por qué podría decir que era algún cuarto infinito sin salida alguna y tan escalofriante y sombrío, sin una diminuta señal de luz por algún lugar. Palpo con sus manos bajo su cuerpo, verificando que estaba solamente tirada en el suelo como un maldito animal.

Maldita sea, no podía observar absolutamente nada, fue ahí cuando su respiración comenzaba a a acelerarse y su mente en busca de alguna salida.

– Diablos... – quiso ponerse de pie, pero fue imposible al sentir un gran y profundo punzón en todo su cuerpo, exactamente como si alguien la hubiese pateado tan brutal.

– Ji-jisoo... a-ayúdame... – otra vez esos quejidos de ayuda se escucharon, pero con la diferencia de que ahora eran más audibles. – ¡Jisoo! – el grito que causó alterar a la fémina. Esa voz, esa voz que ahora sus sentidos reconoció perfectamente, esa voz de...

– ¡Seokjin!

Jisoo gritó con todas sus fuerzas en dirección a cualquier lugar sin forma alguna, guiada por su voz queriendo encontrar a su mejor amigo.

– ¡Jisoo! ¡Aléjate de él lo más rápido que puedas! ¡El hizo todo esto!

Todo parecía escucharse como ecos a su alrededor, y eso la exasperaba más.

– ¿D-de qué hablas...? ¡¿Dónde estás?! – giraba desde su posición gritando al aire, por que lo cierto era que ni siquiera había un camino en si al que correr o caminar, el dolor en su cabeza parecía jamás cesar y era insoportablemente irritante – ¡Se-seokjin! ¡¿Donde e-estas?!

– ¡Huye tan lejos como puedas de el! ¡El es el causante de todo esto y si no corres lejos... él te atrapará!

– ¡¿Quien?! ¡¿Quien es el?! ¡Maldita sea Seokjin! ¡¿Que está ocurriendo?!

Cayó abrumadamente de rodillas contra el duro pavimento cuando un fuerte dolor golpeo contra sus sienes, invadiendo a toda su cabeza. Sentía como su cuerpo quemaba por dentro todas sus entrañas poco a poco. Era como una jodida tortura sin piedad.

– ¡Ba-basta...! – jadeó de dolor, y llevó sus manos a cada lateral de su cráneo apretándolo entre estas y negando con desesperación. Cerró sus ojos apretándolos a más no poder por qué sabía que comenzaría a llorar de aquella espantosa tortura de la cual estaba soñando aunque la sintiera tan real – ¡Por fa-favor! ¡P-ara!

OBSTINACY | t.s ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora