c u a r e n t a y c u a t r o

41 4 4
                                    








Los días seguían corriendo para Kim Jisoo tan lenta y tortuosamente.

Pasaba horas planificando distintas formas de escapar de aquella casa, incluso estudió cada rincón de la mansión y a cada persona que se encontraba cerca aprendiendo a diferenciarlos rápidamente, a los guardias y a cada una de las mujeres del servicio que le ayudaban con su rutina diaria. Ya conocía un poco las salidas que habían gracias a que ahora ya tenía un poco más de libertad para pasear por los pasillos de la mansión. Pero realmente no había solución, comenzando por Jae, el tipo que la custodiaba todo el maldito tiempo, las 24 horas del día. Y eso la frustraba tanto.

Y sobre todo, el comportamiento de Vante también.

Vante estaba siendo demasiado considerado. Estaba adaptando un comportamiento indulgente que no le estaba agradando, había algo que no cuadraba en todo esto, y eso le aterraba más que cualquier cosa. Primero por el hecho de que le dio la libertad de andar por su biblioteca solo porque se hallaba aburrida en su habitación, después le obsequió un par de lienzos y pinturas que encontró en su habitación para que pudiera pintar todo lo que quisiese. Ahora podía salir incluso al jardín si así lo quería pero junto a Jae, podía pedir cualquier cosa que quisiese y esta se le daría sin rechistar. ¡Todo eso en solo dos semanas!

Podían decir todo lo que quisieran, pero a Jisoo no le estaba agrandado ese tipo de tratos hacia ella. Aunque tampoco era mejor volver a los inicios de su secuestro.

Tampoco podía comunicarse con el, puesto que se encontraba la mayoría del día en la empresa trabajando. Según le comento Eunha, quien también pareció tomarle confianza después de un tiempo para acercarse con la misma a hablar sobre cualquier cosa.

Incluso por su cabeza pasó la idea de que Vante estaba disociado, qué tal vez todo este tiempo la identidad con la que estaba tratando era Taehyung. No había manera que Vante quisiese mantenerla cómoda todo el tiempo con lo que fuese, que le diese tanta libertad cuando el mismo fue quien se la robó en un principio y juro que la destruiría aún así le costará la vida, que la amenazo con hacerle daño a las personas que más quiere si lograba cabrearlo una vez más, que incluso fue capaz de hacerle daño y dejar la cicatriz permanente de su marca sobre su piel, recordándole por el resto de su vida aquellos dolorosos sucesos.

El ruido de la puerta de su habitación ser abierta y luego cerrarse llegó hasta sus oídos, sin embargo no le tomó importancia puesto que supuso sería alguna de la mujeres del servicio ya que siempre entraban y salían para terminar su trabajo en su habitación como era de costumbre.

Actualmente se encontraba en un pequeño sofá acolchonado en el balcón de su habitación, le gustaba tanto pasar el tiempo ahí. Le transmitía serenidad a su mente con el aire fresco correr por todo su cuerpo, el jardín quedaba justo frente a su habitación, brindándole una vista bastante bonita y agraciada, así mismo su olor favorito proveniente del pasto, las flores y los árboles sobrepasaba los rincones del balcón envolviéndola con calma con solo el ruido de los pajarillos cantar. Ese lugar y la biblioteca eran sin duda sus lugares favoritos en esa casa por la razón de que alejaban hasta cierto punto todo tipo de inquietud y agobio en su sistema.

Si lo pensaba, jamás espero que estuviese disfrutando de tanto "lujo" como cualquiera lo llama. Nunca deseo de manera ambiciosa el dinero y gozaba más de las cosas sencillas, he ahí porque decidió abandonar a su familia disfuncional junto a Taehyung quien también había hecho exactamente lo mismo, comenzando de cero por si solos, pero juntos.

Suspiro lentamente ladeando un poco la cabeza y sin dejar de leer el libro que sostenía en sus manos. Sus piernas desnudas estaban recogidas y pegadas a su pecho.

OBSTINACY | t.s ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora