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"Reencuentro en el trabajo"


– ¿Puedes ir a atender la mesa de haya mientras yo hago este pedido? – Seulgi pidió apurada cuando pasó a un lado de su compañera, y está asintio respondiendo solo con un "Si" y terminando de adentrarse a la cocina.

No le impresionaba que Seulgi se haya ido sin siquiera escucharla, la pobre chica se veía a trajeada caminando de un rincón a otro tratando de llevar el control. Y ella también se sentía igual de fatigada que su compañera, normalmente los días entre semana no se llenaba el local de clientela, pero increíblemente aquel día estaba más lleno de lo usual.

La pelirroja caminó hacia la mesa que le indicaron, sin levantar la vista se paró frente a la mesa con su libretita en mano lista para anotar el pedido.

– ¿Puedo pedir su orden?

– Claro, yo quiero un-

– Espera, espera – fue en ese entonces que por tal interrupción, Jisoo reconoció aquella voz y sin necesidad de nada levantó la vista, encontrándose con una grata sorpresa. Sonrió – ¡Jisoo! – exclamó la chica con emoción, y al verla se levantó del asiento y recibirla en un abrazo – Sabía que trabajabas en una cafetería por que me lo habías mencionado, ¡pero no sabía que era aquí!

– Tal vez por que solo te mencioné el lugar, pero no el nombre – Jisoo río quedito acompañada de su mejor amiga.

– Cierto – Jennie asintió con una sonrisa, concuerde a la pelirroja – Ahora empezaré a frecuentar más este lugar, sería genial volver a salir por las tardes como solíamos hacerlo antes.

Si, sería genial si tan solo no se sintiera insegura y temerosa al salir al exterior como solía hacerlo antes de que le pasara aquel suceso indeseable para cualquier ser humano.

– Ahora yo he quedado olvidado aquí otra vez – las dos féminas voltearon llevando consigo su atención hacia el novio de la castaña. Jisoo sonrió un tanto incomoda por el recelo que aún guardaba y sentía cerca de aquel chico, pero optó a pasarlo desapercibido y reír con ellos –, como es costumbre con ustedes dos

– La emoción hace que olvidemos todo lo demás a nuestro al rededor. Nada que nadie no entienda.

– ¡Jisoo!

La mencionada pico un brinquito ligeramente exaltada cuando escuchó el grito a lo lejos, no tan lejos de Seulgi. Había olvidado que estaba ahí para pedirle la orden a sus amigos y no para sentarse a comer con ellos como una invitada más, ahora su compañera la reprendería.

– Seulgi – sonrió cuando la chica se acercó a su lado – ¿Que ocurre? 

– Aún con cinco minutos – habló, parando sus propias palabras para chequear el reloj que colgaba de su muñeca unos segundos para proseguir con sus palabras –, casi seis, ¿y aún no terminas de hacer un simple pedido?

– Lo siento es que-

– Es que yo la entretuve hablando – Jennie le quitó las palabras a la pelirroja antes de que excusara su argumento y la reprendieran. Se recargó sobre la mesa y posó su mentón sobre su mano junto a una sonrisa. Seulgi frunció su ceño ante los movimientos de la castaña, y está quiso reír al ver su desconcierto –, ya sabes, esos reencuentros después de mucho tiempo que es inevitable para uno no detener al otro para comenzar esas pláticas de lo que ha pasado, y bla, bla, bla.

– Claro... – Seulgi asintió sin confiar, y antes de retirarse se volteó de espaldas y palmeó el hombro de la pelirroja – Jisoo, pide su orden y ve a a la cocina a entregar los que estén ahí.

OBSTINACY | t.s ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora