t r e i n t a y s i e t e

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"¿Como un chico con sonrisa bonita podía ocultar tanto dolor por detrás?"

La habitación se sentía tan relajante cuando "L.O.V.E" se escuchaba de fondo. Una melodía tan sedante que a Vante le encantaba escuchar siempre que se sentía estresado o no estaba de buen humor. Para el, siempre era buen momento escuchar algo de música clásica.

Si algo admitiría con toda certeza es el gusto que tiene en común con Taehyung por la música clásica.

Y por una dulce pelirroja.

Eran tan reconfortante como fascinante.

Y mientras Vante sintonizaba sus sentidos a la lenta y suave melodía, en sus manos descansaba una revista. Una donde en la portada aparecía nada más y nada menos que Kim Jisoo, como toda una modelo profesional, junto a Lalisa, una modelo reconocida y otras dos chicas. Una la recordaba como Jennie, sabía que era amiga cercana de la pelirroja porque la vio muchas veces junto a ella. Y otra chica pelirrosa que definitivamente nunca había visto en su vida.

Quien lo diría, hasta donde conocía de la pelirroja sabía que no era modelo, más tampoco iba a mentir y decir que no encajaba en los estándares para serlo, porque vamos, podría usarla para sus sucios juegos, sin embrago era perfecta para esa profesión.

Se sentía pleno, sus ojos no dejaban de delinear una y otra vez enfatizando a la pelirroja dibujada en aquellas páginas. En cualquiera que la viese parecía una muñeca de porcelana perfectamente acrisolada. Frágil y delicada, sin ninguna desperfecto por encima que notar. Pensó lo divertido que será jugar con ella y destruir esa bonita apariencia de muñeca que tenía.

Y quizá se hubiese pasado el resto del día contemplando las fotos de Jisoo sin hacer absolutamente nada más que permanecer sentado tras su escritorio bajo las dulces armonías, de no ser porque una inesperada visita irrumpió su tranquilidad.

Tanto que fue inevitable rodar los ojos una vez que reconoció aquella voz.

– Señorita, ya le dije que el señor Kim está ocupado ahora.

– No me importa, ¡quiero hablar con el ahora!

La puerta de su oficina se abrió abruptamente, dejando a la vista a una chica bastante severa, aunque claramente irritada, y tras ella venía una de las sirvientas intentado detenerla.

– Señor, no pide detenerla porque entro a la fuerza y no quiso escucharme.

Vante abandono la revista sobre el escritorio y se levante cuidadosamente, observando solamente la escena frente a sus ojos. Sonrió y le indicó a la sirvienta con un ademán que dejara pasar aquello y se retirará no sin antes cerrar la puerta y desaparecer.

– Pero miren nada más a quien tenemos aquí – exclamó fingiendo entusiasmo – ¿Pero que son esos modales hermanita?

– No te hagas el inocente, a mi no puedes engañar con tus mentiras.

– ¿De que hablas hermanita? – fingió estar desconcertado y seguir su juego para divertirse un poco con la chica – Soy yo, Taehyung tu hermano.

No se sorprendió cuando la fémina caminó a paso rápido hasta topar con su escritorio justo frente a él y mirar directamente a sus ojos sin inmutarse.

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