t r e c e

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"No podría declinar ante la culpa presente, como siempre"


– ¿Es aquí?

El chico llamado "Yoongi" inquirió apenas llegaron y mientras encargaba de estacionar el auto frente a la casa donde Jennie le había indicado.

Durante todo el camino comenzaron con un silencio sepulcral, hasta que el chico trató de iniciar una conversación con la castaña. Y vaya que en tan poco tiempo ya sabían datos sobre su vida, como sus nombres, que la chica que los acompañaba en realidad si era su hermana y se llama Dahyun, algo que le pasmo un poco es cuando mencionó que trabaja para la policia, y algunas otras cosas triviales que salían de la nada y no podían evitar contar.

– Así es – replicó las castaña con una sonrisa pintada en sus labios.

Ni siquiera supo cuándo cambió su actitud fría y tajante hasta ahora que lo trataba siempre con una sonrisa y amigable.

La castaña estaba por abrir la puerta del auto, cuando Yoongi la interrumpió – ¡Espera, espera! Yo lo hago.

No entendió a la perfección a qué se refería, lo siguió con la mirada viendo cómo rodeaba el auto y se paraba frente a la puerta del copiloto, donde estaba ella y, abrirla. El pelinegro que curiosamente poseía los mismos ojos gatunos que la castaña, le tendió la mano y está la acepto enseguida ayudándola a salir.

– Cuanta caballerosidad.

– Solo soy así con las damas – contesto el con una sonrisa coqueta que hizo reír a Jennie –, y tú chica, eres una.

– Me siento halagada.

Los dos soltaron risas sin poder evitarlo.

De un momento a otro, Jennie llevó su mirada hacia dentro del auto, viendo a la hermana del pelinegro recostada sobre los asientos dormida en un profundo sueño. Sonrió ante la escena tierna.

– Se parece mucho a ti, ¿sabes? – comentó la castaña sin dejar de verla a travez de la ventana.

– Nos lo dicen muchas veces, de hecho, entre mis tres hermanos menores y yo, soy el que más me parezco a ella.

– Si, lo note.

– ¿Como? – cuestionó el confundido – Si se supone que acabas de conocernos hace un par de horas.

– Simplemente lo presentí – fue ahí cuando la castaña lo volteó a ver justo a los ojos, percibiendo como estos destellaban un brillo que se veía hermoso bajo la luz de la luna –. Lo puedo notar en tus ojos cada vez que la miras. De verdad se nota lo mucho que la quieres, y aún que no tenga hermanos, te puedo asegurar a que cuidas siempre de ella como tú prioridad.

Jennie quiso reír al ver la expresión de total impresión impregnada sobre el rostro de Yoongi, pero optó por solo sonreír.

– Wow, yo – paró un par de segundos sin saber que decir – ¿estás segura de que no me espías en mis días viendo lo que hago?

La castaña río por lo bajo negando varias veces.

– Es que, no lo pudiste a ver dicho mejor, parece como si-

– ¡Jennie!

Los dos pararon de golpe al escuchar el estruendoso grito que provenía a espaldas de la mencionada quien fue la que más se asustó respondiendo con un respingo.

Voltearon instantáneamente, encontrándose con una nada grata sorpresa. O al menos para la castaña.

– Jimin... – susurró la de ojos felinos al notar como su novio bajaba del auto azotando con fuerza la puerta. Caminaba con violencia hacia la chica, asustándola todo su interior con todo ese simple acto.

OBSTINACY | t.s ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora