No sabía con exactitud si las cosas habían empeorado o mejorado para ella.Desde aquel día en el que se desconoció por completo al besarse a su propio secuestrador porque así lo quiso, las cosas se sentían distintas, al menos el ambiente que se manifestaba en cuestión de segundos cuando estaban cerca. Cosa que evidentemente no sucedía antes del dichoso evento.
¿Que demonios pasaba con ella?
Probablemente pasar tanto tiempo encerrada en un mismo sitio, especialmente con Vante no se daba cuenta de lo mucho que se estaba acostumbrando a él, de lo mucho que impactaba significativamente en su persona por permitirle ser el único que se acercara lo suficientemente como para tocarla e incluso besarla. No lo comprendía, y no quería hacerlo.
Sin embargo antes de que su mente divagara más profundamente en pensamientos que no quería averiguar, por el balcón de su habitación alcanzó a ver cómo en la puerta de la residencia yacía abierta, y no solo eso sino que se hallaban un par de hombres hablando. Reconoció a dos como los tipos que custodiaban las entradas, pero al otros restantes no. Entrecerró más los ojos con la intención de enfocar mejor su vista, hasta que vio el tipo de ropa que vestían.
Era la policía.
No lo pensó ni un segundo antes de correr hacia la puerta de su habitación y abrirla de un portazo, cuando Jae ya se encontraba afuera como si esperase justo ese momento.
– ¿Jae que pa-
– Ven conmigo.
La tomó del brazo y la arrastró por los pasillos de la mansión sin siquiera esperase a que terminara de hablar.
– ¡Espera! ¡¿A donde me llevas?!
Ni siquiera le respondió, pero el temor de que su oportunidad de ser libre se perdiera era más grande, porque ellos la estaba alejando de su única salida.
– ¡Espera! ¡No hagas esto!
Jae obstruyó los gritos de su boca con su mano izquierda y junto sus dos muñecas con la derecha con fuerza como si se tratase de un par de esposas justo en el momento en el que pasaron cerca de la entrada hacia el jardín. Por el rabillo del ojo observó al par de policías aún varados en el portón hacia el exterior ahora hablando con Vante.
Forcejeo tirando paradas al aire e incluso intentó morder su mano, pero Jae era un tipo grande y corpulento, bien entrenado para este tipo de situaciones. Si no podía con la fuerza de Vante, mucho menos con la de este tipo.
Suplicó entre los gritos ahogados por su mano con la esperanza de que no la alejaran de su única salida. Jae se había convertido en otra persona más con quien había podido compartir comunicación cuando recién llegaba a esa casa junto a Eunha, tenía que haber un poco de piedad por ella y ayudarla, pero el simplemente no mostró vacilación en ningún momento.
Llegaron a una habitación que nunca había pisado y que desconocía por completo. Supo que se trataba de la oficina de Vante por el escritorio ordenado, los libreros ocupados y el pequeño sillón en una esquina del lugar. Si, ni siquiera en situaciones cómo estás podía parar de ser observadora, nunca sabe cuando todos esos detalles podrían servirle en un futuro.
Pararon frente a un librero que abarcaba lo largo de toda la pared, confundida por lo siguiente que pasaría Jae saca un libro sobre la tercera repisa sólo para toparse con un pequeño botón al fondo pegado en la pared que presiono, e inmediatamente una parte del librero se abrió como una puerta común hasta despejar un especié de elevador que contenía a un costado una clave que ingresó con cuatro números exactamente. Jae la arrastró enseguida y la puerta corrediza del librero se cerró nuevamente frente a su cara como si nada hubiese pasado ahí.
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OBSTINACY | t.s ✔️
FanfictionOBT | Una desconocida 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨̂𝐧 que opaco completamente a un sentimiento de 𝐚𝐦𝐨𝐫 genuino y puro, jugarán los dos papeles más importantes de esta historia. ❝Una vez que comprendes porque aquello que tanto crees querer simplemente no está...