v e i n t i t r é s

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"En las buenas y en las malas"

Para cuando el insistente y desfigurado sonido que sonaba por toda la estancia no paraba, una par de chicos se encontraban profundamente dormidos que parecía que disfrutaban de la comodidad mas grande y satisfactoria que jamás sentirían. Y así era de no ser por aquel sonido inentendible que llegó primero a los odios de una pelirroja, bastante molesto e irritante para ser lo primero que recibiría esa mañana.

Con un poco de esfuerzo la fémina abrió lentamente sus párpados, y notando primero la habitación un tanto oscura si no fuera por las persianas que tapaban la intensa luz del sol. Entonces ahí pensó. ¿Qué hora era? ¿Y por qué rayos no paraba aquel sonido irritante? ¿Que había pasado anoche?

Más grande fue su confusión al notar como un par de brazos la apresaban contra otro cuerpo desde su cintura.

¡Esperen...! Que no sea lo que está pensado, no, no, no...

Inmediatamente en que su mente comenzó a maquinar ideas y pensamientos para nada buenos, volteó a su costado, percatándose de que era nada más y nada menos que Seokjin quien la tenía abrazada contra él con tanta precisión como si temiera que se le escapara de sus brazos. Ahora había bajado su presión, es más, aquella imagen le pareció tan tierna, que no puedo evitar pensar a Jin como su pequeño hermano menor.

Emitió una mueca cuando volvió a llegar a sus oídos el ruido que parecía ser el timbre. ¿Quien rayos tocaba con tanta insistencia? Parecía que era la policía en busca de algún criminal, Dios. Con bastante cuidado, intentando no despertar al pobre chico que parecía tan cómodo a su lado. Una vez lo logro se dispuso a buscar su teléfono y verificar que hora era, lo busco con la mirada pero no estaba ahí. Salió hasta la sala y lo encontró a lado del desafortunado regalo que le enviaron anoche. Lo había olvidado completamente. No era algo de lo que se sintiera halagada por haber recibido, no después de la oscura intención con la que fue enviada.

En fin, lo tomó y no pudo evitar pasmarse un poco cuando verificó que eran las Once en punto del día. Había dormido por lo menos más de doce horas. Realmente tenía que medir sus horas de sueño, estaban tan desalineadas que si seguía así tendría problemas pronto. Después de todo, tenía terrores nocturnos impredecibles y más problemas en más aspectos que no podía controlarlos tan fácilmente.

Con su pijama de osos puesta, sus pantuflas y su cabellos pelirrojos ligeramente enmarañado, salió a recibir a quien tuviera el mal gusto de tocar de aquella manera.

– Por fin alguien que se digna a- – Ni bien abrió la puerta por cinco segundos cuando alguien ya había hablado alzando la voz lo suficiente para saber que se encontraba molesta. Muy molesta, hasta que se interrumpió así misma una vez que visualizó la figura de la pelirroja frente a ella – ¡Oh Dios! ¡Kim Jisoo eres tú!

Jennie se lanzó al cuerpo de Jisoo, la cual no estaba preparada para atraparla en un santiamén antes de que pudiera evitar una caída muy dolorosa para su espalda. Pero afortunadamente pensó rápido y la tomó trastabillando un poco con ella.

– Claro, aún estoy viva por si creías lo contrario.

– ¡Oye! ¡No juegues así! – se quejó la castaña con ligero coraje separándose de la pelirroja, con un pequeño golpe sobre su hombro – realmente me preocupaste todo este tiempo. ¡No sabías ni siquiera cómo me encontraba yo de la desesperación! ¡O tu amigo!, SooJoon o Seokjeon ¡Como sea!

Jisoo por su parte, se sintió un tanto mal por aquello. Pensar que después de todo, tenía personas mirándola como su prioridad mientras ella piensa solo en su bienestar, le pareció tan egoísta por parte de ella misma. Realmente no merecía a Jennie o Jin como sus mejores amigos, después del trato que les ha dado. Tanto que no pudo evitar sentirse como una pequeña basura.

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