OBSTINACY | t.s ✔️

d i e c i s i e t e

"Todo parece ir de mal en peor"

Despertó abriendo sus ojos y enderezando su espalda de golpe de donde sea que estuviera acostada, arrepintiéndose al instante por que un punzante dolor le llegó en todos sus músculos, plantando una mueca sobre su rostro ante su tan rápida desagradable mañana.

Había recordado que ayer por la noche cerca de una hora después de que Seokjin huyó, cayó dormida sobre el sofá sin importar como, y ahora su cuerpo, en especial su cuello y espalda palpitaban horrible del dolor.

Ligeramente desorientada, se sobo un poco el cuello, y a la vez buscando con su mirada por todo el desastroso lugar, al reloj y verificar que hora era.

La pelirroja abrió sus ojos en demasía observando cómo faltaban menos de veinte minutos para que lograra llegar a su trabajo. ¡Menos de malditos veinte minutos! ¡¿Como jodidos lograría llegar al trabajo en menos de veinte minutos?!

Oh cierto, ya lo ha hecho antes.

Aún así, sin esperar un segundo más apartó las cobijas de encima y de un simple salto salió del sofá corriendo hacia su habitación. Tomó una ducha de cinco minutos que ni ella se creía, al salir escogió el primer conjunto de ropa que se le ocurrió. Ni si quiera tuvo tiempo de desayunar, aún que eso para ella era lo de menos por ahora. Podría pedir algún café en sus quince minutos de descanso otorgados. Después de maquillar un poco su despejado rostro, peinar su cabello y meter todas sus pertenencias indispensables a su bolso, salió con todo el apuro que cargaba.

Observó una vez más el reloj colgando de su muñeca, faltaban cinco minutos para que llegara, haciéndose a la idea de un buen bajo de sueldo y reprendas por parte de su jefa no estaban tan mal, pero después recordaba que la cafetería estaba a tres calles de la casa, y se calmaba un poco.

Si lo recordaba, no era la primera vez en que entraba en desesperación por estar apunto de llegar tarde. Eran varias las veces en que estaban por ocurrir, y solo fue una vez cuando su jefa lo descubrió y la reprendió, con palabras como "que no vuelva a pasar Kim". Las demás simplemente fueron suerte en las que ya no la descubrieron.

No le quedo de otra opción que trotar por momentos para ahorrar tiempo, y sin poder evitarlo sonrió para sus adentros, consiguiendo calmar su respiración cuando vio la cafetería frente a ella esperándola.

– ¡Pero miren quien llegó! – como siempre era al entrar al lugar, viéndolo venir inmediatamente la voz de su querida amiga y compañera resonó por todo el lugar – Llegas tarde, Kim.

– Si bueno, no es como que no me haya dado cuenta.

– ¿Que ocurre, ah? – Seulgi replicó saliendo de la barra y dejando el trapo en sus manos sobre la misma, con el objetivo de acercarse a la pelirroja. Jisoo no entendió al principio su pregunta, preguntando con el ceño fruncido y la mirada confunda a la chica a que se refería. Seulgi continuó una vez paró frente a Jisoo – Tienes suerte de que la jefa llegará tarde hoy, si no, probablemente ya se hubiese dado cuenta de tus frecuente impuntualidad en el trabajo.

– ¿Que? Pff – negó la pelirroja restándole importancia con un ademán –, nunca llegó tarde, tan solo son minutos en los que logró llegar, y eso vale por qué no los pasó como lo indica.

– No, pero has estado en muchas ocaciones de hacerlo, y está en una de esas. – la voz notablemente severa junto a la postura rigurosa que portaba Seulgi no le causaba nada bueno a Jisoo – Cuando comenzaste a trabajar aquí, llegabas todos los días tan radiante y deslumbrante, ¡Siempre primero que yo!. Además, no me pasó por alto tu aspecto de todos los días. Te ves demacrada Jisoo, tan decaída como si te hubiese arrollado un autobús una y otra vez. Te pregunto ¿Algo está ocurriendo que no se?