XXII

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Narra Borja

- ¿Cuando te vas cariño? - Preguntó Chiara haciendo la cena.

- En un par de semanas. Creo. - Respondí preparando la mesa. Mi padre hoy no cenaba en casa por motivos de empresa. - ¿Sabes? Creo que volveré a apuntarme a tenis. - Le expliqué.

- Oh, no sabia que hacías tenis. - Respondió ella acercándose a mi con un poco de pasta para que la probara.

- Sí, hice tenis unos años. Entré a medicina y lo dejé, pero me apetece volver. - Cogí el trozo y lo probé. - Le falta un poco de tiempo. - Ella asintió y siguió cocinando.

- Vaya. Si te gusta tienes mi apoyo. - Sonreí. - ¿Qué planeas con Marco? - Preguntó preparando la sala.

- Nada. Foll... Seguir viéndonos hasta que me vaya. - Respondí apoyado contra la isla de la cocina.

- Al chico se le ve muy ilusionado. - Añadió sirviendo la comida y la salsa.

- Lo sé, mamá. Pero le he dejado claro que lo nuestro es sexo esporádico. - Me encogí de hombros sirviendo el agua en los dos vasos. - Solo que él no quiere entenderlo. - Ambos tomamos asiento. Bebí de mi vaso.

- Al menos dime que no os habéis acostado en esta mesa. - Preguntó Chiara. Negué rápidamente.

- No. No hemos hecho nada fuera de la habitación. - Pude ver un poco de alivio en su cara. Empezamos a cenar hablando un poco de cualquier cosa.

- ¿Este año harás tercero de medicina? - Preguntó ella. Asentí. - ¿Ya sabes tu especialización o es muy temprano para preguntarte? - Solté una carcajada.

- No, no es temprano. - Sonreí. - Me gustaría algo relacionado con la cirugía. Aún no sé el que. Supongo que terminaré en cirugía cardiovascular. - Asentí.

- ¿Y tus otros amigos? - Preguntó bebiendo agua.

- Sam se va a neurología, Frank a psiquiatría y David no lo sabe aún. - Respondí. Afortunadamente todos sabíamos más o menos que hacer, excepto David.

- Vaya, todos muy decididos. - Asentí.

- Supongo que es bueno. Al fin y al cabo en la carrera vas tocando otras especializaciones y cosas, pero yo tengo muy claro que nada me gustará más que cirugía. - Sonreí terminando de cenar.

- Yo empecé medicina y terminé especializándome en psiquiatría. Pero nunca ejercí como tal. Y finalmente decidí estudiar psicología y estuve trabajando de eso unos años. - Asentí bebiendo agua y puse a lavar los platos. Cogí algo de fruta.

- ¿Por qué ya no ejerces? - Pregunté mordiendo la manzana.

- Me cansé. Trabajé por placer y no por dinero. - Se encogió de hombros terminando de comer. - Al fin y al cabo, dinero no es lo que necesito. - Sonrió dejando los platos en el lavavajillas.

Últimamente las escenas cotidianas se repetían mucho entre Chiara y yo. Parecíamos hasta una familia normal.

- ¿Crees que Raúl me va a perdonar o va a acceder a hablar conmigo? - Pregunté terminándome la manzana.

- Yo creo que sí. Puedo intuir que os queréis mucho y que tú quieres solucionarlo. Dudo que Raúl no quiera hablar contigo. - Respondió acariciando mi mejilla.

- Últimamente siento que mi circulo de amigos se va a desintegrar y me quedaré solo. - Me encogí de hombros. - Todo a mi alrededor creo que se desmorona.

- ¿Por qué crees eso? - Preguntó. Ambos nos dirigimos al salón y tomamos asiento en dos butacas que se encaraban. Aunque yo no miraba a Chiara.

- Las parejas de mis amigos son los amigos de Raúl. - Respondí. - Sam se está acostando con la pareja de David, pero Sam tiene novio. Por lo que si su novio o David se enteran, se van a separar. Si se separan, no estarán junto a Frank y yo, por lo que se crearán dos mini grupos donde estaremos Sam y yo y, luego, Frank y David. - Me removí acomodándome.

- Si eso pasa, no será tu culpa. Así es como Samuel ha querido actuar y tendrá que pagar sus actos con consecuencias. - Asintió ella. - Aún así, sois jóvenes. Raramente algo es para siempre, pero es normal que esas situaciones os superen. Lo mejor será intentar que lo solucionen o que no haya muchos problemas.

- Sam es el más racional y David el pasivo. Pero deseo que no pase nada más allá de un ligero cabreo. - Suspiré.

Por mi cabeza seguía rondando la idea de que Raúl no quisiera hablar conmigo o simplemente no apareciera más por la facultad ya que se quedaba en Francia con el francesito.

Por mi mente pasó una vaga y estúpida idea.

- Mamá, he hacer una llamada. Ahora vengo. - Me levanté y fui corriendo hacia mi habitación. Marqué el número del francés y esperé a que me respondiera. Al segundo pitido lo hizo.

- ¿Hola? - Respondió bostezando. Eran solo las 22:18, imposible que durmieran. Si no, la otra posibilidad era que se hubieran acostado. Y eso no me hacía tanta gracia.

- Soy... Soy Borja. - Respondí sentándome en la cama.

- Lo he supuesto, Raúl está dormido por si llamabas para hablar con él. - Respondió con un poco de prepotencia.

- No, no. Llamaba para hablar contigo. Quería hacerte una pregun... - El chico me calló.

- Sí, Borja quiere hablar contigo y te echa de menos. Y no, no nos hemos acostado. Raúl no se ha acostado conmigo por respeto a ti. - Se hizo el silencio en la línea. - Te cuelgo, el pequeño gatito se está despertando. - El molesto pitido se hizo presente y colgué la llamada con un resoplido.

¿Siempre era tan arrogante?

Y, además. ¿Pequeño gatito? ¿Qué clase de apodo era ese?

Notas

Es probable que elimine todos los especiales y los pase a una historia independiente.

Y el primer capítulo de Remember ha sido subido :)

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora