Narra Raúl
Amaba los sábados.
Eran los días donde más tiempo pasaba junto a Borja haciendo nada y todo. Simplemente disfrutando de la compañía del otro.
Pero hoy no era uno de esos sábados. Hoy tocaba enfrentarme a, posiblemente, la conversación que más temía: mi futuro con Borja. Fuera enfocado a pareja, amigos o simples desconocidos con un pasado en común.
Una conversación incómoda que no sabía como afrontar.
Preparé dos tazas de café mientras esperaba al futuro cirujano, coloqué una de las tazas en la maquina de hacer café mientras preparaba un poco de espuma para ambos.
¿Cómo le preguntaba a Borja como encajaba yo en su vida? No podía decirle nada más verle un "Oye Borja, ¿Estoy en tu futuro?" Pero tampoco podía hablar con él del tema en cuestión dando por supuesto ciertas cosas.
Entre ellas que él sentía algo por mi y me quería en su futuro.
Suspiré intentando no pensar en que Borja se iría a Milán a estudiar medicina durante tres años.
Tres años.
Tres años sin Borja, tres años que tendría él para conocer a muchas personas y vivir una buena vida en Milán.
Tres años donde podían pasar muchas cosas, y ninguna parecía ser correcta. Borja podría encontrar pareja, podría no querer volver, podría decidir olvidarse de mi.
Miré hacia el techo intentando no sacar conclusiones erróneas, el fuerte olor a café me sacó de mis pensamientos.
La taza había desbordado.
Apagué la máquina y cogí servilletas secando el café, las lágrimas desbordaban de mis ojos mientras murmuraba varios insultos por mi despiste.
- ¿Raúl? ¿Todo bien? - Borja había llegado.
Dejé de secar la encimera y negué con la cabeza dándole la espalda.
Había llegado a mi límite.
Borja se acercó a mi y me abrazó dejando que llorara en su pecho. Él siguió abrazándome en silencio, la cocina llenándose de olor a café, su chaqueta empapada por mis lágrimas mientras acariciaba mi cabeza con cariño dejando que me desahogara.
- ¿Quieres hablar? - Preguntó en voz baja, asentí como pude. - Ve al baño que yo voy a recoger esto. - Le di un último abrazo y me solté yendo hacia el baño. De fondo escuché al castaño recoger el desastre que había causado.
[...]
Volví a preparar dos cafés, solo que estos eran más simples. Sin espuma, canela ni decoraciones.
Una vez estaba todo listo, llevé las dos tazas al salón, dejé las tazas en la mesita y me tumbé con Borja en el sofá.
- ¿Qué ha pasado? - Preguntó acomodándose en el sofá. Me senté mirando hacia el suelo, pensando en que decir sin sonar patético o sin parecer que le estaba recriminando el irse o lo que fuera.
Inspiré un gran volumen de aire y lo exhalé.
- Siento que... - Hice una pausa para encajar las palabras correctamente.
- Que... - Repitió él acariciando mi espalda como gesto reconfortante.
- Que no formo parte de tu futuro. - Terminé diciendo jugueteando con mis dedos. Borja paró las caricias de mi espalda.
Una corriente de aire frío se hizo notar en la sala de estar, a pesar de estar todo cerrado.
El silencio y la incomodidad se instaló entre ambos.
- Bueno, es lo que dejaste intuir cuando te dije que iba a estudiar en Italia. - Respondió quitando la mano de mi espalda.
Seguí jugueteando con mis dedos.
- Esto viene de antes, pero lo de Milán siento que lo ha reforzado. - Murmuré. - Nunca hablas de un futuro conjunto, ni me incluyes en tus planes ni nada. Siento que estoy siendo algo temporal en tu vida y... No me gusta esa sensación. - Terminé diciendo con un suspiro.
El silencio volvió entre nosotros, Borja inspiró y soltó un suspiro.
- Que no hable de un futuro conjunto no significa que no lo planteé. No sé que va a pasar en Milán, pero no significa que no quiera que estés en mi futuro o conmigo. - Él volvió a acariciar mi espalda. - Sea lo que sea, no quiero que pienses cosas incorrectas.
Cerré los ojos internalizando las palabras de Borja. ¿Eso significaba que debía esperar? Porque no estaba dispuesto a dejarlo todo en manos de la nada.
- Sí pero... En Milán vas a conocer a gente más de tu ambiente. Y a lo mejor conoces a otro chico con el que sí plantees un futuro juntos cuando hablas. - Agarré mi taza calentando mis manos. - Porque, cuando te pregunto sobre el hospital, siempre hablas de ti y de tu quirófano. O de ti y tu consulta. Nunca es... Nuestro quirófano. - Tragué saliva humedeciendo mi garganta, la conversación estaba siendo incómoda.
Muy incómoda.
Pero al menos no estábamos discutiendo.
- O cuando hablamos del tema Milán, antes de saber que te irías, no planteaste que estuviéramos juntos. - Levanté la mirada de la taza a un punto fijo de la pared.
- Pero porque ya sabía que no vendrías conmigo. - Respondió. - Raúl, no le des vueltas al tema porque no vale la pena. No te cierres en un pensamiento solo porque no escuchas lo que quieres escuchar. - Di un trago al café para así evitar decir lo que quería decir. Era un comentario estúpido, pero en ese momento mi mente no funcionaba de la forma más lúcida posible.
Y sin poder pensarlo ni pararlo, simplemente lo dije.
- Alexandre siempre me planteó un futuro juntos y me dejaba claro mi espacio en cualquiera de las circunstancias. - Comenté dejando la taza en la mesa y levantándome sin dejarle hablar.
Notas
Hola :)
Espero que os haya gustado mucho el capítulo, lentamente voy saliendo del bloqueo y eso me pone muy feliz.
Se viene un poquito de drama que ya tocaba jsjs
Ah, y os dejé una preguntita en mi perfil a ver que os parece, recordad seguirme para ver lo que subo.
Gracias por todo y disfrutad el capítulo.
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🍒Cherry🍒 (Luzuplay)
Romance🌸Segunda parte de Fine Line🌸 El primer año de Universidad para Raúl fue una montaña rusa emocional: nuevos amigos, nuevas experiencias y, sobretodo, nuevos amores. Tras el último contacto con Borja, Raúl decide tomarse unas vacaciones e irse a Pa...