XXXIII

420 81 409
                                    

Narra Raúl (mención al suicidio)

Un par de días después de la pequeña discusión con Rubén, llamé a Samuel.

A pesar de que él también había engañado a Rubén, su pareja, estaba seguro de que no fue intencionado. Conocía demasiado bien a ambos y la situación tanto emocional como psicológica de Sam era delicada y solo necesitaba un poco de cariño y atención.

Atención que Guille le dio sin problema y sin ninguna objeción. Y sin esperarlo, surgió de nuevo ese lio emocional de ambos.

Pero que cortaron más rápido de lo esperado. Por el bien de todos y, sobretodo, de ambos.

- ¿Raúl? - Murmuró Sam con voz cansada.

- ¿Cómo estás? Te noto agotado. - Pregunté preocupado.

- Han sido unos días... Intensos. Apenas he dormido. - Respondió desinteresado.

- ¿Habéis llegado a alguna conclusión? - Jugué con la sábana. Borja estaba en la ducha y no quería que escuchara la conversación. No en estos momentos.

- Me he ido de casa, he dejado a Rubén y ahora estoy pues en mi nuevo piso. - Hice un sonido de asentimiento.

- Te llamaba para saber si querías venir a comer. Borja y yo hemos pedido mucha comida y no queremos tirarla. - Comenté saliendo de la cama.

Eran las doce de la mañana y seguía en la cama. Borja y yo habíamos pasado una larga noche haciendo nada.

Y sí, no habíamos hecho nada.

Jugar a juegos de mesa en la cama y ver películas bajo una manta fue lo mejor de la noche.

- Sí, claro. ¿A qué hora? - Se hizo el silencio unos instantes.

- A las dos. Te cuelgo, nos vemos cielo. - Murmuré colgando. Borja salió de la ducha con la toalla enrollada en su cintura, dejando entre ver la marvada V y con gotas de agua bajando por su cuerpo y mandíbula.

Una imagen de lo más erótica.

- Vigila no babees tanto y mojes la cama. - Dijo de forma irónica. Le lancé un cojín. - ¿Con quién hablabas? - Dijo secándose ante el espejo.

- Primero con Alexandre, luego con Sam. Viene a comer después de que cierto idiota pidiera más comida de la necesaria. - Me estiré haciendo crujir mi espalda.

- No me dejabas hablar, es tu culpa. - Rodó los ojos. - ¿De qué has hablado con Alexandre? - Los músculos de su espalda me tenían embobado. Adoraba ver a Borja sin camiseta.

- No estés celoso. Solo hemos hablado de como nos van las cosas. - Solté una carcajada. Borja celoso de Alexandre era tan patético. Nadie iba a poder superarle, ni Alexandre.

- ¿Habláis español no? - Cuestionó vistiéndose.

- Sí, pero cuando le conozcas, me aseguraré de que no entiendas ninguna palabra. - Añadí con una sonrisa.

- ¿He de empezar a tomar clases de francés? - Borja hizo una mueca poniéndose la camiseta.

- Mejor toma clases de italiano, así podrás hacer amigos en Milán. - Reí. - Y hablar con tu madre, obviamente.

- Bueno, ella sabe español y no necesito amigos si vas a ir conmigo. - Me sonrojé demasiado rápido. ¿Ir yo a Milán con Borja? ¿Conocer a su madre? - Así que prefiero aprender francés para saber que dices de mi con el francesito.

- Cuanto cariño le tienes al pobre Alexandre. - Remarqué irónicamente.

- De pobre nada. Me cae mal. - Le miré a través del espejo frunciendo el ceño. - No me mires así, tengo mis motivos. - Se excusó.

- Tus motivos son, simplemente, que es mi ex. - Estaba convencido de que, si se conocían en algún momento, se caerían bien.

- Y que habéis follado. - Añadió. - Ese motivo me sobra.

- ¿Entonces vas a odiar a todos los chicos con los que me he acostado? - Borja era muy celoso y posesivo conmigo en cuanto exparejas se refería.

- Si los conozco, puede. - Respondió con indiferencia. Rodé los ojos.

- Te celas por nada. - Empecé a vestirme sin pensar demasiado que me ponía.

- No creas, es solo actuación. - Rió sonoramente, le lancé el pijama a la cara para que se callara.

Maldito cabrón.

[...]

Samuel llegó a la hora acordada, él siempre era puntual.

Le dejé pasar y fuimos hacia el comedor. En la mesa había demasiada comida china y, por supuesto, demasiados tipos de bebidas para tres personas.

- ¿En que momento habéis pedido comida para un mínimo de cinco personas? - Comentó Sam viendo toda la mesa.

- En el momento en el que Borja está más distraído con el cigarro que con pedir un poco de comida. - Respondí sentándome.

- No mientas, estabas hablándome de nosequé cosa y he pedido todo esto. - Señaló hacia la mesa. Negué con una sonrisa.

Empezamos a comer. Últimamente Borja y yo intentábamos pasar el mayor tiempo posible con Sam ya que, con una ruptura de ese calibre más lo personal que ya tenía el chico, podría llegar a convertirse una situación insostenible y más afrentándola solo.

- ¿Has encontrado un sitio para quedarte? - Preguntó Borja con curiosidad. - Puedes quedarte aquí si quieres, ya lo sabes.

- Sí, tranquilo. Estoy en mi antiguo piso. - Respondió con calma. Sam en las peores situaciones era una persona muy calmada y eso era algo que envidiaba de él. - Es raro, pero me he acostumbrado muy rápido a la soledad y no sé si es normal.

- Supongo que necesitabas algo de tranquilidad. A lo mejor no era vuestro momento. - Añadí terminando mi ración de comida. - Disfruta esta temporada para conocerte. Será lo mejor para ti. Y cuenta con nosotros para lo que necesites, ya lo sabes. - Concluí.

- Supongo que tienes razón, pero lo veo todo muy confuso. Pero no me apetece hablar del tema. - Ambos asentimos.

Yo no sabía nada de Rubén y Guille, solo necesitaba que Samuel estuviera bien para que el episodio de casi suicidio del otro día, no se repitiera.

Notas

924 palabras que no me terminan de gustar mucho :)

Pues volveré a estar un tiempecito inactiva o, al menos, sin actualizar Cherry. Exámenes y esas cosas.

Los OS sí es probable que los actualice porque no me llevan apenas trabajo escribirlos. Junto a la historia de GTA roleplay que le queda poco.

Fine line esta a nada, si es que no ha llegado ya, a 100K y mira, es que tengo ganas de llorar por todo lo que habéis hecho por mi y por el cariño que me habéis dado.

Os quiero, espero que este capítulo os guste mucho❤️

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora