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Narra Raúl

Los temidos exámenes finales llegaron. Borja y yo intentábamos estudiar juntos pero se complicaba. Y mucho. Por lo que hacerlo con mis amigos era la opción más viable y más sana.

Pero hoy estaba solo en casa de Borja, estudiando en su pequeño pero acojedor estudio. El dueño de la casa se había ido y me había dejado con mi café con hielo, estando en diciembre, y una manta que se sustituyó rápidamente por una sudadera del mayor.

Disfrutaba mucho de esos momentos a solas.

Seguí estudiando de los resúmenes con pereza, alternando el mirar el móvil con darle un traguito al café. Estaba siendo todo muy aburrido.

Me quedaban dos exámenes y ya me iría a Milán con Borja. Pasaría gran parte de diciembre en la ciudad junto a él.

¿Debería estar nervioso? Porque no lo estaba para nada.

Tras unos minutos más, dejé los apuntes en la mesa y salí del despacho yendo hacia la cocina. ¿Para que quería una casa tan grande Borja si solo vivía él? Preguntas sin respuesta.

Al llegar al sitio en cuestión, empecé a preparar algo para comer. Cogí varias frutas de la nevera y las corté mezclándolas luego en un recipiente.

¿Cuando volvería Borja?

El día de hoy tenía muchas preguntas sin respuesta.

Miré mi muñeca, la pulsera con los nombres de los chicos brillaba y creaba un bonito contraste con mi piel. ¿Cómo estaría Rubén?

Raúl, basta con las preguntas.

Cogí un tenedor y pinché con este un trozo de manzana, la inspeccioné y me metí lo metí en la boca masticándolo lentamente fijando la mirada en un punto en la pared.

Hoy no era mi día más productivo.

El móvil sonó sacándome de mis pensamientos, miré la pantalla para saber quien era y, al no ser un contacto guardado respondí.

- ¿Quién? - Pregunté mordiendo otro trozo de fruta.

- ¿Raúl? Soy Ángel, tenemos que hablar. - Dijo exaltado. Fruncí el ceño, ¿Qué quería este idiota? - ¿Puedo ir a tu casa? Es urgente.

Abrí y cerré la boca sin saber que responder. No estaba en mi casa, si no en casa de Borja. ¿Era muy malo invitarle?

- Sí... Sí claro puedes venir, estoy en casa de Borja. - Respondí no muy seguro. - Te paso dirección.

Le pasé la ubicación y colgué. ¿Se suponía que tenía que preparar algo? Chasqueé la lengua sin saber que hacer, así que dejé mi bol de frutas en la nevera y preparé dos cafés.

El café era siempre una buena idea.

[...]

Tras unos minutos, Angel llamó a la puerta. Me levanté del sofá estirando mi espalda mientras iba a la puerta y abrí.

- Hey, pasa. Te he hecho café. - Me aparté de la puerta dejándole pasar, este agradeció y se dirigió a la cocina. Cerré la puerta y fui tras él.

Angel estaba sentado en una de las sillas jugando con la taza de café, me senté delante de él cogiendo la otra taza y esperando a que me contara lo que quería contar.

Ambos estábamos en silencio, solo se escuchaba la cucharilla removiendo el café y el ruido de la calle.

- Soy seropositivo. - Dijo tras unos largos minutos. Dejé de remover y le miré.

La cocina quedó en silencio

[...]

En algún momento llegó Borja, en algún momento se sentó a mi lado y en algún momento le dio un trago de café.

- A ver, explícamelo. - Pedí con calma. - Porque no entiendo nada.

Borja acarició mi espalda baja con la mano.

- Estoy saliendo con Rubén, y me acosté con una persona. Y pues ocurrió. - Respondió. Inspiré intentando relajarme.

- ¿Rubén lo sabe? - Pregunté sin querer saber la respuesta.

- No aún. No sé como abordar el tema. - Respondió bebiendo del ya enfriado café. Cerré los ojos intentando relajarme.

- Yo creo que deberías contárselo cuanto antes mejor, tú mismo conoces lo que es eso. Puedes poner en riesgo a mas personas si es positivo. - Dijo Borja siendo, como siempre, racional.

- Pero se irá todo a la mierda. - Dijo con un suspiro.

- Ya se ha ido todo a la mierda, Angel. - Respondí en voz baja. Borja apretó mi rodilla. - Habla cuanto antes con Rub, no quiero que le pase nada más a nadie por culpa de que seas un irresponsable.

[...]

Borja estaba apoyado en la isla de la cocina, yo hacía la cena. Entre ambos había un incómodo silencio que ninguno estaba dispuesto a romper.

- Ni se te ocurra ocuparte tú de eso. - Dijo tras un rato. - No es tu problema.

- Pero si mis amigos. - Respondí removiendo con rabia. Borja se puso detrás mío y me cogió del brazo ralentizando todo movimiento.

- Pero no tu problema. Si necesitan tu ayuda, ya acudirán a ti como lo ha hecho Angel. - Borja dejó un beso en mi cabeza y volvió a su posición inicial.  - Sabes que todo está muy avanzado, no les va a pasar nada grave. - Respondió tras unos minutos.

- ¿Y si Angel no se lo cuenta? - Pregunté.

- Tiene que contárselo. Está casi obligado. - Suspiré y con una cucharilla cogí un poco de salsa, se la di a Borja para que la probara.

- No lo va a hacer. - Esperé que diera el visto bueno en la salsa y al verle asentir, la mezclé con la pasta. - Por vergüenza.

- Se lo dirá. Confía cariño, de verdad. - Asentí sin creer mucho sus palabras.

Notas

Este capítulo es un pequeño adelanto(? De lo que puede que pase en un futuro. Pero igual sin mucha acción o contenido jaj

Seropositivo: la persona tiene VIH (que no es lo mismo que sida)

En fin, disfrutad mucho❤️

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora