XIII

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Narra Rubén

- No me parecería mal alejar a Borja y Raúl. - Dije tumbándome en la cama. - Raúl está feliz con Alexandre y sin Borja.

- No puedes hacer eso. - Dijo Alex. - No puedes actuar según tú creas Rub. Raúl estará feliz con Alexandre, pero piensa que llevaban un año sin verse y hablarse.

- Me da igual. Desde que está en París está mucho más feliz. Está viviendo como se merece: rodeado de gente que le quiere y le cuida. - Rodé los ojos con pereza. ¿Por qué no podía Alex ayudarme en esto?

- Y cuando vuelva a Barcelona y vea a Borja estará igual o más feliz. Entiende que Raúl quiere a Borja más de lo que te gustaría. - Añadió el más bajito. - Deja que Raúl viva su vida, no te interpongas en ella. Y, si vuelve a salir mal, estaremos ahí para ayudarle.

- Pero Raúl no estará feliz. Borja no le hace feliz. ¿Recuerdas las noches en vela escuchando a Raúl llorar por ese cabrón? ¿Recuerdas el otro día que Raúl llamó ilusionado porque se había reencontrado con el francesito? Mira la difere...

- ¿Y las veces que Raúl estaba ilusionado por Borja? ¿Y las veces que Borja ha tratado bien a Raúl? - Alex me interrumpió, le escuché sin prestar mucha atención. - Esto no depende ni de ti, ni de mi. ni de Guille. Esto es totalmente ajeno a nosotros. Raúl está intentando mejorar como persona y nosotros debemos apoyarle en eso.

- Mejorar como persona no es follarse a medio París, Alex. - Mi tono de voz se endureció demasiado.

- Y tampoco te hace mejor persona perdonar a tu novio después de tirarse a tu mejor amigo. Si sacamos reproches, lo hacemos de todos. - Respondió con la misma dureza verbal. - ¿Tanto te cuesta mostrar un poco de aprecio a Raúl y pensar por su bien? Venga ya, Rub.

- Sé que lo que está haciendo no le conviene. - Añadí. - Pero aún así soy capaz de aceptar que París es su lugar.

- ¿Y qué pretendes hacer? ¿Decirle que se quede ahí, con Alexandre, sin estudios ni nada?  - Preguntó Alex.

- No, pero no quiero que esté con Borja si puede conseguir alguien mucho mejor. - Respondí con aburrimiento.

- Espero que no te interpongas en la felicidad de Raúl, Rubén. Y, si lo haces, olvídate de mi, de él y de Sam. - Alex colgó la llamada haciéndome incapaz de responderle. Maldito.

Bajé a la cocina ya que tenía hambre. Sam había ido a algún sitio que desconocía y estaba solo en casa. ¿Tan malo era querer lo mejor para mi mejor amigo? No. Sinceramente no. Cogí galletas, saqué el móvil y llamé a Raúl. Esperé a que comunicara hasta que me respondió.

- Hola Rub, ¿Qué tal? - Dijo Raúl con un tono de voz alegre.

- Bien, ¿Puedes hablar un rato? Sam se ha ido y me aburro. - Pregunté haciendo un invisible puchero. - Porfi... - Insistí.

- Sin problema. Justo acabo de volver de estar con Alexandre. - Estaba cien por cien seguro de que Raúl estaba sonriendo en ese momento.

- ¿Cuándo vuelves a España? Necesito contarte tantas cosas. - Dije jugueteando con la galleta.

- Vuelvo en un mes. Justo para empezar las clases. Pero puedes coger un vuelo y venirte a París. - Dijo él ligeramente pensativo. - Estoy pensando en comprarme un pequeño piso, decorarlo y dejar de gastar en hoteles. - Añadió. Raúl y sus locuras.

- Estás más tiempo en otras casas que en el hotel, Raúl. - Dije rodando los ojos. - El hotel es algo secundario.

- Bueno, tienes razón. Pero no hago daño a nadie. - Añadió sin mucho énfasis. - En Barcelona también estoy poco en mi casa y no veo quejas sobre eso. - Susurró. - Rub, te cuelgo. Me ha surgido un imprevisto. - Colgó el móvil. Raúl siempre estaba a la defensiva con todo. La puerta de entrada se abrió entrando Sam.

- Hola cielo. - Saludó dejando la compra en la cocina. - ¿Me ayudas a guardar esto? - Me levanté yendo hacia la cocina. Empecé a guardar cosas en su sitio. - ¿Te gustaría ir a Milán? Borja me lo ha ofrecido, Chiara se va de viaje de novios y bueno, tiene un par de habitaciones libres.

- Hm... Sabes que no me cae muy bien Borja. - Respondí sentándome en la encimera. - Pero si te hace ilusión, vayamos.

- Como tú quieras, yo lo decía para hacer algo aunque sea una semana. - Sam se puso entre mis piernas. - Si vas a estar incómodo no, tranquilo. - Dejó un beso en mi mejilla.

- ¿Seguro que no te sabe mal? - Hice un puchero.

- No, tranquilo amor. - Sonrió. - Te noto un poco raro, ¿Todo bien?

- Raúl creo que se ha enfadado conmigo pero no sé porqué. - Suspiré. - Le he dicho solo que, comprarse un piso, no era rentable si apenas pasa tiempo en su casa, o en este caso hotel. Y tras eso me ha colgado.

- Raúl está en una etapa rara y necesita tiempo. No le des vueltas. - Acarició mi mejilla. - Borja está igual. Son ambos un caos.

- Pero... ¿Crees que me va a perdonar? - Jugué con mis dedos.

- Estoy seguro. Eres muy importante para Raúl cariño. - Respondió. - Estoy seguro de que ha sido un malentendido.

- Eso espero. - Suspiré. - Eso espero...

Notas

Poco he de decir: capítulo de relleno mientras pienso como seguir la historia. Y así compenso para las siguientes semanas que estaré un poco inactiva.

¿Apoyáis el pensamiento de Rubén de alejar a Borja y Raúl para que el último esté con Alexandre?

Nos vemos próximamente jaj

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora