VI

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Narra Borja (mención al suicidio)

Tras una larga noche, me desperté al día siguiente con dolor de cabeza. No le di mucha más importancia que beberme un vaso de agua y comer cualquier cosa. Era algo típico tras haber fumado.

Bajé al piso de abajo para desayunar algo más consistente que una galleta, por lo que decidí prepararme cereales y un café. Hoy intentaría no pensar en Raúl. Al terminar, subí a mi habitación para cambiarme el pijama y ponerme algo de ropa. Volvería a la época de mis viajes por la ciudad en skate solo que hoy mi visita sería al cementerio a visitar a una persona muy especial.

Después de hacer lo necesario, me encaminé hacia el lugar en cuestión con calma. El cementerio de Milán era un camino directo al cielo. Destacaba por las notorias piezas artísticas donde descansaban los cuerpos inertes de distintas personas.

Era un lugar que te daba paz.

Cuando llegué, me dirigí donde estaba la lápida de mi mejor amiga Bianca. Ella se había suicidado dejando dos notas años atrás, cuando eramos dos niños cegados por falsas ilusiones.

Hace cinco años, en un lugar de Milán

- Vamos Borja, vayamos a la heladería. - Bianca hizo ojitos de corderito. Rodé los ojos y me dirigí hacia el lugar deseado. Bianca robaba miradas y suspiros por donde pasaba: una chica levemente bronceada, pelo lacio y negro, ojos verdes y nariz perfilada. Solía vestir con camisetas anchas mías, gorros y pantalones que marcaban su precioso cuerpo. Si no fuera gay, ella hubiera sido la clase de persona de la que me enamoraría.

- De verdad, 17 años y actuas como si tuvieras 4. - Me gané un golpecito en el brazo a lo que rodé los ojos. - Sabes que es verdad Bibi. - Ambos soltamos una carcajada siendo el punto de mira de la gente de la heladería. Nuestro turno llegó y pedimos ambos un helado. Yo me decanté por uno de fresa mientras ella escogía un helado de limón. Pagué ambos y seguimos nuestro camino hacia ninguna parte riendo y hablando como si nada.

[...]

Al día siguiente me dirigí a su casa. Bianca vivía sola ya que sus padres no eran buena influencia. Entré en su casa con la copia de la llave y me dirigí a su habitación llamándola.

Al entrar vi algo que nunca pensé que vería: Bianca estaba colgada. Bianca se había ahorcado. Bianca había decidido suicidarse.

Le tomé el pulso con esperanzas de que fuera reciente y poderle salvar la vida. Pero no fue así. Llamé a emergencias mientras me consumía en mi propia tristeza.

Actualmente

Al llegar a su tumba, deposité dos girasoles debido que eran sus flores favoritas. Me senté en silencio esperando algo que me incitara a hablar. Sentía el cuerpo pesado y solo escuchaba mi corazón latir. Tras unos minutos empecé a hablar:

- Las promesas no las rompo Bianca. Aquí estoy una vez más: echándote de menos y necesitándote. Mi vida está siendo muy confusa y difícil. Traté muy mal a Raúl y ahora él dice que todo ha terminado. Le entiendo, yo también lo hubiera hecho. Sé que si estuvieras aquí me hubieras pegado por tratarle mal, pero no entiendo nada. - Me callé esperando una respuesta que nunca llegaría. - Ahora... Probablemente esté tirándose a su exnovio el francesito. Deseo que no, pero Raúl tiene ese encanto innato que enamora a todo el mundo. Os hubierais caído bien seguro.
Bianca, quiero a Raúl mucho más de lo que creía. He sido muy cabrón con él sin quererlo y ahora estoy pagando las consecuencias. Sam no me deja ir a París, y comunicarme con Raúl es imposible. No quiero plantear que es el final, pero parece que sí. No quiero perder a otra persona importante. - Las lágrimas volvieron a mis ojos. - Raúl es la única persona que siento que me complementa. Raúl me quería, me cuidaba, me hacía reír y compartíamos mil momentos privados juntos y... Y no quiero que se termine de la nada. No quiero alejarme de él sin haber intentado solucionarlo pero él no pone de su parte y no... No puedo obligarle a nada. Es una mierda todo esto Bibi. Te necesito a ti y a tus locuras. - Empecé a llorar.

Últimamente lloraba por cualquier cosa y cualquier recuerdo que tuviera hacia Raúl. Pero era inevitable no llorar y no tenerle presente. Raúl había sido una persona extremadamente importante y, ahora, se volvía algo parecido a un recuerdo.

Notas

Otro capítulo bc si no estoy en mi casa no puedo estudiar.
Este capítulo es mas cortito pero aún así deja intuir uno de los motivos de la frialdad de Borja (o eso creo).

No sé, estoy enfadada pq mi madre es super desagradable y borde y eso me cabrea mucho. Últimamente no aguanto a mi família. Son ✨subnormales✨

Pero bueno. Subiré una nota (ya empezamos sí) plasmando las ideas de las fics que tengo y así me dais vuestra opinión (si os apetece). Pero ya veremos.

Enjoy💕

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora