IX (2)

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Narra Raúl

- Formal pero no mucho. ¿Eso que significa? - Vacié toda mi maleta ante la mirada curiosa de Rub. - Encima dice que puedo ir en traje. Si voy en traje es formal. - Bufé rebuscando en la ropa.

- ¿Puedes relajarte? Vas a una cena con unos franceses. - Dijo Rubén con aburrimiento. - ¿Qué es lo peor que puede pasar? - Preguntó este tras un bostezo. Las videollamadas me salvaban de estos momentos.

- Que termine en el follando en el baño al ritmo de una cutre canción de baño. - Respondí. - Ojalá poder llevar un vestido. - Gruñí sentandome en el suelo.

- Hazlo. Es lo más fácil y cómodo. - Respondió Sam de fondo.

- Callad u os corto la llamada idiotas. - Una carcajada se hizo presente.

- Ponte un vestido. Lo deseas. - Dijo Sam. Rodé los ojos.

- Eso en privado querido. - Mi relación con Sam mejoró mucho y ahora eramos casi mejores amigos.

- No hacían falta detalles, ángel. - Dijo el mayor sarcásticamente.

- Si los quieres... A lo mejor tu precioso novio coge ideas. - Respondí riendo al ver a Rubén sonrojándose demasiado.

- Basta, ambos. - Dejé de reír, más por falta de aire que no por Rubén. - Raúl, ponte un traje de esos tuyos pero hazlo informal. - Colgó la llamada. Iba a matarle. No podía dejarme con este problema a solo tres horas de la cena. Miré la ropa del suelo y me decidí por un sencillo traje negro con brillitos. A lo mejor era muy formal, pero necesitaba ir arreglado. Me puse el traje, lo acomodé y terminé de arreglarme.

[...]

Unas horas después, Nathan pasó a recogerme para llevarme al lugar de la cena. Bajé cuando recibí el aviso asegurandome de estar bien vestido y no tener nada mal colocado. Al llegar a la calle me encontré a Nath demasiado bien vestido. Llevaba un bonito traje rojo vino que contrastaba perfectamente con su piel. Si Dios existe, era la imagen enfrente mío. Me acerqué a él y este aprovechó para rodear mi cintura y pegarme más a él.

- Ojalá ser él o Borja para tenerte siempre conmigo. - Mi cara se puso roja más rápido de lo que hubiera querido. - Si es que mírate, eres la definición de belleza. - Sonrió dejando un beso en mi frente y abriendo la puerta del coche para que entrara. Cuando me senté y me abroché el cinturón, él entro y repitió mis acciones.

- ¿Quieren verme? - Pregunté en voz baja. El circulo de amistad de Nathan era bastante grande, pero solo me presentó de forma "personal" a unos cuantos. Entre ellos a mi ex.

- Raúl, te adoran. Eres su pequeño bebé consentido. De verdad, se alegrarán mucho de verte. - Sonrió de forma tranquilizadora y le devolví la sonrisa. - Además, con lo bonito que vas, pagarían lo que fuera para estar contigo. - Reí negando con la cabeza. El viaje fue tranquilo. - Raúl. - Dijo él. Me giré esperando la pregunta. - Dime tu color y palabra de seguridad.

- Color verde, palabra árbol. - Respondí con calma. Agradecía a Nathan por ser tan atento con esas cosas. Siempre que hacíamos este tipo de cosas se preocupaba por mi y por mi estado. Pocos minutos después llegamos al restaurante, aparcó y bajamos.

- ¿Entramos? - Dijo rozando su mano con la mía. Asentí y entrelazando los dedos entramos al restaurante. Nathan habló al camarero y este nos acompañó a nuestra mesa. Los invitados ya habían llegado y estaban todos sentados hablando sobre cualquier tema más o menos interesante. Cuando estuvimos delante de la mesa, Nathan carraspeó para hacerse notar, sus amigos levantaron la cabeza. Hubo varias reacciones por su parte: sorpresa, alegría y ¿Lujuria? Sí, definitivamente. Una sonrisa tímida asomó en mi rostro debido a la excesiva atención que recibí. Me senté en uno de los sitios libres junto a Nathan. Sentía cada movimiento analizado, pero no me sentía incómodo. Sabía que algunas personas me tachaban de "puta" o "fácil", aunque poco me importaba. Si podía disfrutar de mi sexualidad libre, seguro y consciente nadie iba a prohibírmelo. Acostarme con los chicos que tenía aquí sentados no me hacía menos persona, y ese era un pensamiento recurrente en mi cabeza. Volví a la realidad cuando se dirigieron a mi con una pregunta.

- ¿Eh? ¿Qué? - Miré a quién me había hecho la pregunta.

- ¿Has empezado ya enfermería? - Repitió. Asentí feliz.

- Es una carrera maravillosa. No pensé que sería tan bonita. - Sonreí. - He conocido gente maravillosa. - Sonreí con melancolía al recordar a Borja.

- Entonces genial, ¿No? - Asentí. - ¿Vosotros estáis todos en artes?

- Hay dos futuros abogados, un matemático, un físico, dos médicos y los demás en artes. Algo bastante inesperado. - Solté una carcajada.

- Pensaba que terminaríais en arte todos. Tenéis esa característica común. Pero me alegra escuchar que hacéis cosas distintas. - Asentí con una sonrisa. El camarero llegó con nuestra comida, no había menú, y las bebidas. Una gran cantidad de distintos vinos aparecieron delante mío. Miré a Nathan haciéndole una señal para que escogiera algún vino. Este asintió cogiendo uno y vertiéndolo en mi copa.

- Y ese era el plan. Terminar en distintas ramas de artes. Pero al final terminamos estudiando distintas. - Asentí. Mientras comía. Toda la incomodidad y miedo desapareció. Deseaba poder quedarme siempre en París.

- Y Raúl, ¿Tienes pareja? - Un silencio muy incómodo bañó la mesa. Mi tenedor cayó y pude notar varias miradas acusatorias hacia quien había hecho la pregunta, un apretón en mi mano y mucha, mucha incomodidad.

[...]

Narra Raúl

- Te has portado genial, cariño. - Nathan siguió besando mi cuello mientras nos desvestíamos patosamente.

- Gr... Gracias Da... Daddy - Gemí al notar un pequeño mordisco en mi cuello.

- Ve a la habitación. - Susurró. - Y prepárate. - Asentí yendo hacia la habitación. Cuando llegué entré y cerré la puerta. Terminé de quitarme la poca ropa que me quedaba y me arrodillé enmedio de la habitación. Tenía una sensación extraña en el cuerpo: quería acostarme con Nathan, pero había algo que lo impedía. Y no sabía el que. Me levanté y cogí un albornoz blanco que había. Salí de la habitación en busca de Nath, estaba en el salón viendo una película. Me acerqué a él y con un par de toquecitos en el hombro llamé su atención.

- Sabía que no ibas a aceptar acostarte conmigo. Has estado raro todo el rato. Ahora ve a darte un baño, relájate y vuelve. - Asentí con suavidad y salí de la sala. Nathan me conocía como nadie. Conocía cada gesto, tono de voz o muecas que hacía. Le hice caso y me dirigí al baño, sorprendentemente la bañera ya estaba puesta, con el agua caliente y una bomba de baño violeta dandole color al agua. Sonreí por los pequeños detalles que él tenía conmigo y entré intentando relajarme. Por mi mente solo pasaba un nombre y por mi corazón un sentimiento. Miré mi móvil, lo cogí y marqué su número. Esperé a que contestara, pero saltó el buzón de voz.

- Te... Te echo de menos. - Dije en un casi inaudible susurro. Colgué y dejé el móvil. No iba a permitirme estar mal.

Notas

Nuevo capítulo que no es mi favorito jaj pero bueno. No ha habido escena de sexo bc quería introducir el dramita de Raúl.

¿Os gusta que deje espacios entre diálogo y diálogo?

He visto el livestream de Niall y oh dios dolor.

Disfrutad(?

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora