🍒Cherry🍒 (Luzuplay)

LIX

Narra Borja

Las clases fueron insoportables, largas y densas.

Raúl aún no había vuelto a clase, seguía sin entrar a su estudio y seguía llorando.

Además de que había llamado a Alexandre para que viniera. Siempre Alexandre.

A pesar de que Sam me repetía que no me preocupara por eso, que Raúl buscaba apoyo emocional solo de Alexandre pero que lo demás lo compartía conmigo.

Tonterías.

- Borja, ¿Puedes dejar de pensar y centrarte en las clases? - Susurró David dándome un golpe con el codo.

- No cuando Raúl y Alexandre están solos. ¿Cuánto queda de clase? - Pregunté tecleando palabras aleatorias en el mac. David se miró el reloj.

- Media hora. - Bufé agobiado y queriendo salir de la clase para ir a apoyar a Raúl en lo que fuera que necesitara apoyo.

[...]

Subí por el ascensor hasta la planta donde vivía el enfermero. De mientras, le iba escribiendo y él me respondía con emojis tipo ":)" o ":(". Esa era toda nuestra comunicación.

Aunque tampoco podía culparle después de perder un piano de diecisiete mil euros y que había sido un regalo.

Salí del ascensor yendo hacia su puerta, pero una persona me llamó la atención.

¿Qué hacía Alexandre ahí? ¿Por qué Alexandre tenía que estar en todas partes?

- ¿Qué haces aquí? - Pregunté yendo hacia la puerta para entrar.

- Yo también me alegro de verte. - Respondió con indiferencia e ironía. Saqué las llaves y, al introducirla en el cerrojo, Alexandre me apartó la mano. Le miré arqueando la ceja y pidiendo explicaciones. - No vas a entrar.

- ¿Y quién eres tú para decirme que puedo hacer y que no en casa de Raúl? - Volví a preguntar con un mismo todo de ironía. - Aparta. - Intenté volver a abrir la puerta y, de nuevo, el francesito me apartó.

- Te he dicho, Borja, que no vas a entrar. Raúl está reunido con su profesor de piano y no le vas a molestar. - Chasqueé la lengua y le aparté para abrir la puerta.

- Cállate, que a ti no te importe Raúl no significa que yo no lo haga. - Respondí abriendo la puerta, de un lugar lejano de la casa se oían gritos y sollozos pero, al intentar entrar, Alexandre me agarró de la camiseta y me sacó del piso para luego cerrar la puerta.

Levanté la mano para empujarle a lo que él simplemente arqueó la ceja.

- Atrévete a ponerme una mano encima, y lo siguiente que vas a recordar van a ser las curas del hospital. - Amenazó apartándome de un suave empujón. - Y como vuelvas a decir que a mi Raúl no me importa, no terminarás en el hospital. Si no en el siguiente punto.

- Alexandre, deja de ir de superior y déjame estar con mi novio. Me da igual que esté con su profesor. - Respondí apoyándome contra la pared.

Reflexioné mis propias palabras, ¿Profesor?

- Espera, ¿Profesor? - Le pregunté con curiosidad.

Alexandre rodó los ojos y sacó un cigarro de su bolsillo.

- ¿De verdad no lo sabes o me estás vacilando? - Preguntó mientras sacaba el mechero y encendía el cigarro. Él dio una primera calada y echó el humo en mi cara mientras se dirigía a la ventana.

- ¿Qué se supone que debería saber? - Pregunté de vuelta mirándole, él estaba apoyado en el marco de la ventana con el cigarro en su mano derecha mirándome.

- ¿Una cosa tan importante para mon chérie y no lo sabes? - Alexandre dio otra calada y, echando la cabeza hacia atrás expulsó el humo. - En dos semanas tenía una audición, posiblemente la más importante. Y todo por ti. - Chasqueó la lengua tras decir esas cuatro palabras con asco.

- Raúl no tenía ninguna audición, solo un recital con otro chico. Es imposible que haya audiciones si fueron hace meses. Y además, ¿Qué tengo que ver yo? - Alexandre soltó una sonora e irónica carcajada y un insulto en francés.

- ¿Como estudias medicina si no eres capaz de llegar a conclusiones básicas. - El francés dio otra calada y tras repetir el movimiento de antes, sacó el humo por la comisura de sus labios.

Ambos nos miramos.

- Raúl iba a audicionar en exclusiva para irse a Milán, contigo, a estudiar música. Pero como no hay piano, no hay audición. Se ha encargado de cancelarlo todo y ahora su profesor le está... - Él gesticuló con la mano. - Recordando lo mala idea que ha sido eso.

Tragué saliva y apreté mi mandíbula.

A lo mejor podía empujar a Alexandre ventana abajo, este era un momento sublime para ello.

Notas

Perdónenme por tardar, espero que hayáis disfrutado mucho con el capítulo <3