XXXVI

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Narra Borja

Raúl estaba dormido. Abrazaba mi cintura con los brazos y estaba apoyado en mi pecho mientras yo acariciaba su pelo. La película estaba en el menú reproduciéndose y solo sonaba la banda sonora de esta.

Una gran noche.

Ya había pasado una semana tras el cumpleaños de Raúl, Alexandre ya se había ido de mi casa y seguía en contacto con él.

Exhalé un suspiro y miré hacia la mesita de noche, el bote con los antidepresivos descansaba en mi mesita de noche. No era una buena idea.

Me negaba a tomar antidepresivos, no los necesitaba, y Raúl no tenía que enterarse para preocuparse de más, por lo que guardé la caja y el pote en el cajón de la mesita y la cerré.

Apagué la televisión y me acomodé en la cama para dormir un poco. Raúl también se acomodó durmiendo aún más abrazado a mi.

[...]

Me desperté y me dirigí a la ducha. Hoy tenía una cita con Raúl, otra más, pero era un poquito más íntima.

El agua caía suavemente por mi cuerpo limpiando cualquier rastro de sudor (u otras sustancias) que pudiera tener. Me enjaboné el cuerpo y me lo aclaré con pereza.

El pelo caía bastante largo ya por mi cara, moví la cabeza apartando el húmedo flequillo que tenía en la cara y me lavé el pelo con demasiada calma.

Raúl no se molestaría en esperar un poco para ducharse.

Tras aclararme el pelo, me quedé un rato más bajo el agua reflexionando. Raúl empezaría pronto en el hospital, lleno de doctores y enfermeros que matarían por acostarse con él.

No, no era momento de pensar en eso. Tenía un bonito angel durmiendo en mi cama y, no iba a dejar que esos pensamientos de mierda me estropearan el día.

Hoy no.

Apagué el agua y salí enrollándome una toalla en la cintura que se deslizó hasta un poco más arriba de la cadera. Me sequé el pelo un poco y salí a escoger la ropa que llevaría.

- Ponte ropa interior negra. - Murmuró Raúl estirándose. Escuché sus huesos crujir y sonreí levemente. - Echo de menos verte de negro.

- Lo dices como si no me vieras cada día. - Respondí abriendo el cajón de ropa interior.

- No cada día te veo en unos bonitos bóxers Calvin Klein negros, para ser sinceros. - Respondió apoyándose en el cabecero de la cama.

- Últimamente tienes las hormonas revolucionadas, pequeño. - Respondí acomodándome los bóxers pedidos por Raúl.

- ¿De verdad te estás vistiendo con la toalla puesta? Si me odias, dímelo. - Solté una carcajada, Raúl podía ser muy exagerado cuando quería.

- Nos hemos levantado dramáticos eh. - Murmuré quitándome la toalla y dejándola en el cesto de la ropa para lavar. 

- Puede que sí, pero no es mi culpa. - Respondió saliendo de la cama y yendo hacia la ducha. - Ve haciendo el desayuno, yo voy a prepararme. - Hice un sonido de asentimiento y seguí con la mirada a Raúl.

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora