XXI

427 75 263
                                    

Narra Raúl

Hace varios años, en París

- No te creo. No puedo creer que me vieras hace un año en París y no pensaras otra forma para acercarte a mi. - Solté una carcajada.

- No encontré otra forma de hacerlo sin parecer un acosador. - Ambos reímos y brindamos por una larga amistad.

Alexandre y yo estábamos en el jardín de la casa de campo de mis abuelos haciendo una especie de picnic. Mentalmente deseaba que eso fuera una cita, pero no era posible.

- Pues funcionó. - Asentí bebiendo de mi copa. - Aunque sí pareciste un acosador. - Sonreí admirando cada facción de su cara.

Sí. Alexandre me gustaba, y mucho.

Seguimos con la charla y una suave música de fondo que tarareaba en voz baja. Ambos estábamos sentados en una manta compartiendo copas de un suave vino y admirando el pequeño lago. Alexandre acariciaba mi muslo con cariño.

Él era muy cariñoso.

- ¿Están tus abuelos en casa? - Preguntó él tras unos minutos de silencio. Estaba apoyado en un árbol jugando con su copa.

- No. Han salido. - Respondí apoyándome en su pecho. - ¿Por qué lo dices? - Me terminé el vino y jugué con sus dedos.

- Tengo una pequeña idea sobre que hacer. - Respondió y luego dejó un beso en mi cuello.

[...]

- ¿Acabamos de hacerlo en el jardín de mis abuelos? - Murmuré acariciando su cuello.

- Sí, y has tenido el mejor orgasmo del mundo a la vez que me has dado mi mejor orgasmo también. - Susurró con una mano en mi cintura.

Hace dos años, en Barcelona

- ¡¿Habéis vendido la jodida casa?! - Pregunté enfadado.

- Raúl, tus abuelos murieron y nosotros no vamos. - Respondió mi madre.

- ¡Pero yo voy cada jodido año! Esa casa es casi mía del tiempo que he pasado ahí. - Estaba llorando e indignado.

Habían vendido la casa en Francia solo porque ellos no iban. Y yo no era lo suficientemente mayor para tenerla.

Que sí, tenía 16 años, pero ya era una edad suficiente para poder quedarme en algún sitio solo.

- Nos da igual, Raúl. No puedes estar ahí solo sin nadie. - Añadió ella.

- Os odio, no os podéis imaginar cuanto. - Bufé yendo a la habitación. Saqué el móvil llamando a Alexandre.

- ¿Salut? - Dijo él en su precioso acento francés.

- Han vendido la casa en Francia. - Murmuré llorando de nuevo. - No puedo volver a Francia, no tengo sitio donde quedarme. - Susurré.

- No, no, no. Mon chérie, tú volverás a París y volverás conmigo. Te espero este año y vendrás a mi casa. No hablemos más. - Se hizo el silencio en la línea. - ¿Entendido?

🍒Cherry🍒 (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora