Capítulo treinta y tres.

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Abrí la puerta apresurada mientras arreglaba mi coleta, Jordán me había dicho la noche anterior que pasaría a recogerme para que no tuviera que tomar el bus, y hace solo unos segundos me mando otro diciendo que ya estaba afuera.

Y yo aún tenía una tostada con nutella en la boca.

Le sonreí mientras cerraba la puerta dándole una patada y corría hacia el Jeep.

Me subí de un brinco y antes de dejarlo hablar coloque rápido un beso en sus labios. Entonces tomé aire.

- Buenos días- dije radiante.

Sonrió divertido.

- Hoy te levantaste con bastantes energías- dijo encendiendo el auto.

Asentí terminando de tragar mi tostada.

- La nutella me da energía y me pone de buenas- dije.

Rió.

- Puedo verlo, ¿por que estas tan agitada?- pregunto mientras nos dirigíamos a la escuela.

- Aún no me arreglaba para cuando me hablaste, así que salí corriendo- explique.

Enarco una ceja.

- ¿Estas así de agitada solo por correr de la cocina aquí?

Lo mire ofendida.

- Son los 50 metros más largos de mi vida- me defendí.

Sonrió negando, me acerque más a el y por reflejo tomé su mano libre entre la mía, me había acostumbrado a hacerlo, lo que resto de las vacaciones después de la fiesta algo se sentía diferente, me sentía más a gusto su lado, parecía que mi mente comenzaba a darse cuenta que esto era real, no un simple sueño del que me levantaría mañana. Habíamos salido casi todos los días a caminar, y su mano siempre estaba alrededor de la mía, ahora sentía que no podía estar a su lado sin tomar su mano.

Llegamos a la escuela y, como antes de salir, el mundo nos veía con extrañeza, Jordán jamás había traído a alguien a la escuela, y menos a una novia.

Caminamos hacia el interior, en el trayecto sentí un empujón en la espalda que casi me hace ir de boca, de no haber sido por Jordán. Me volví molesta solo para ver a Nicole recargada en un casillero, viéndome directamente.

- Así que es verdad- comenzó- Ustedes dos saliendo...

Rodee los ojos.

- Lo es Nicole- dijo Jordán tomando mi mano.

Rió.

- Lo conseguiste, después de tantos ruegos al fin te hizo caso- soltó una carcajada- Ahora quien tiene los cuernos del tamaño del mundo cariño- dijo.

Sonreí.

-Desearías que tus ruegos hubieran funcionado, ¿no Nicole? Pero ni ser una perra te ayudo a conseguirlo- replique.

Sonrió lobunamente.

- Pero que rápido cambias de opinión mi querida Erin, apenas hace unos meses te veía con...¿cómo se llama? ¡Ya recuerdo! Damien- se enderezo- Eras su princesa, ¿no? Me pregunto como estará el pobre al ver a su princesa colgada del brazo de otro- escupió.

Jordán dio un paso al frente.

- No vayas ahí Nicole- le advirtió.

Esta rió.

- Ustedes dos están tan jodidos- negó- Tu sabes que esto no acabara bien, ¿o no Jordán?- intercambio una mirada llena de secretos- Pero eres lo suficientemente egoísta para que te diera igual, ¿que se puede esperar? Siempre lo has sido.

Fall For a Trouble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora