El jeep estaciono en la playa, parecía desierta pero sabía que Jordán tramaba algo.
- ¿A que venimos? - inquirí dudando.
Me miro de soslayo, sonriente.
- Es una sorpresa chiquilla, tienes que relajarte- murmuro.
Bajo del jeep de un salto, sus pies levantando un montón de arena.
Baje tras el, el aire movía mis cabellos y de pronto sentía frío.
Me abrace a mi misma cuando sentí un peso sobre mis hombros, mire hacia arriba, Jordán se rascaba la cabeza incómodo, y antes de que pudiera agradecer la chaqueta en mis hombros, carraspeo y sonrió.
- ¿Vamos?- pregunto.
Asentí.
Caminamos hombro con hombro, los nuestros rozandose ligeramente, sonreí bajito hacia mi, no sabía en que consistía su sorpresa, pero era genial sentirse de la manera en que lo hacia.
Feliz.
Paso un rato hasta que Jordán se puso frente a mi, sonriendo de oreja a oreja.
- Bien, ahora necesito que cierres los ojos- obedecí al instante.
Sentí su fría mano tomar la mía, mandando un escalofrío por mi cuerpo.
- ¿A dónde vamos?
- Sorpresa, sorpresa- mascullo.
Camine con los ojos cerrados por un buen rato, cosa que era un peligro para mi equilibrio, y estoy segura que hubiera caído de boca un montón de veces si no hubiera sido por la mano de Jordán alrededor de mi cintura que me apretaba cada vez que se avecinaba la arena.
Podía vivir con esa mano ahí para siempre.
- Muy bien, ahora te abriré los ojos por un segundo, solo para darte algo- dijo.
Asentí.
Me quito la venda de los ojos lentamente, sus manos quedándose más tiempo del necesario a cada lado de mis ojos, entonces pude ver frente a mi un pequeño claro en medio de árboles. Supongo que aún estábamos en la playa, pero me desubique al momento, viéndolo curiosa.
- ¿Dónde estamos?- pregunte.
- En la playa- dijo feliz.
Entrecerré los ojos.
- Que era eso que querías dar...
Mi voz se perdió al momento que algo helado cubría mi muñeca, baje la vista hacia ahí solo para abrir la boca hacia el suelo.
Donde antes solo había piel, ahora una bonita pulsera lo decoraba, estaba entretejida con color dorado-rosado, y de cada brochesito un pequeño dije colgaba: primer una E, supongo que de Erin, luego había un pequeño libro, una mariposa, un corazón, una peonia y por último una diminuta barra de chocolate.
Sentí un gran, gigantesco nudo en la garganta al tiempo que alzaba la vista hacia Jordán, este me miraba entre la incertidumbre y la emoción.
Eso hizo que mi corazón se hiciera pequeño en mi pecho, ¿el estaba nervioso de si me gustaría o no? ¿Cuándo me había dado el mejor regalo de la existencia?
Camine un paso no sabiendo muy bien que hacer a continuación. SI quieren la verdad, quería besarlo y jamás dejarlo ir, pero sabía que eso solo arruinaría todo, y no quería arruinar lo que es el mejor día de toda mi existencia.
Así que hice lo más que pude, me lance a sus brazos y deje que una solitaria lágrima recorriera mi mejilla, por la emoción, por la tristeza y por saber que lo más que podía llegar a darle, siempre sería un abrazo.
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Fall For a Trouble.
Romance- ¿Te sigue gustando?- preguntó mirándome de reojo. Observé como tomaba a la pelirroja entre sus brazos y la besaba con intensidad, reteniéndola entre ellos. - No lo sé- mascullé, mi voz quebrándose- Pero hay algo de él que no puedo dejar ir- admit...