" Falling in love is very real, but I used to shake my head when people talked about soul mates, poor deluded individuals grasping at some supernatural ideal not intended for mortals but sounded pretty in a poetry book. Then, we met, and everything changed, the cynic has become the converted, the sceptic, an ardent zealot. "
- E.A. Bucchianeri, Brushstrokes of a GadflyEspecial 100k.
- ¿Estás bastante seguro de esto?- inquirió el profesor por tercera vez.
Subí mis sucias botas a el escritorio, mirando el techo y tratando enserio de no salir de la forma más grosera y dejar a el profesor hablando solo.
- Si, mire, aunque me den tutorías no iré, ¿puede entender eso?- espeté sacando con cuidado un cigarro de las cajetilla.
El profesor frunció el ceño, pero más por mi actitud que por el hecho de que estuviera fumando en su oficina.
- Irás, Daniel ya no será el que te las dará, ¿conoce a la señorita...?
Un estruendo ensordecedor llenó nuestros oídos, era, indudablemente, la campana de la escuela que avisaba que, en primera, iba tarde, y en segunda, me tocaba Robert. Ese pedante que se la pasaba molestando a su alumna.
Me levante de un salto de la silla, sin escuchar las palabras que terminó de decir el profesor, volviéndome hacia a él rápidamente con una sonrisa en el rostro.
- Voy tarde por su culpa, le diré a Robert que le mandara un justificante- solté una risita-, hasta pronto profesor.
Camine a paso apresurado hacia la salida escuchando solamente el eco de un: ¡Jordan!, detrás mío.
Crucé a grandes zancadas el estacionamiento vacío, las personas ya estaban todas en clase y seguramente yo llegaría tarde. Mis pisadas resonaban en el largo y vacío pasillo, a lo lejos, un conserje silbaba, y a mi izquierda, estaba la puerta que daba al infierno de Robert.
Y ahí, en el suelo, había un extraño bulto con ojos saltones, abrazando su mochila y viéndome fijamente. Quise reír, seguramente creía que no me daba cuenta de su mirada recorriendo mi cuerpo, pero lo hacía. Tenía la manía de ver a las personas sin verlas realmente. No sabía su nombre, si soy honesto, no sabía nada de ella. Pasábamos juntos detención todos los días, no sabía por qué, no parecía una chica mala, pero ahí estaba.
Tenía un extraño y desarreglado cabello castaño, no podía decir si era delgada o gorda, siempre llevaba esa ancha sudadera gris, y lo único que bien podía llamar mi atención de ella eran sus claros ojos verdes. Listo. La chica detención me seguía recorriendo con la mirada.
Pase a su lado, abriendo la puerta de Robert, el aula estaba en silencio, el profesor explicaba algo al frente, siendo interrumpido por mi.
Sonreí.
- Siento la tardanza, el pro...
- Afuera- me interrumpió el viejo.
Me quede a media frase, atónito.
- Pero...
- Afuera dije, no me interesan sus excusas.
- El profesor...
- No lo volveré a repetir, o me hará llamar a su padre. Lo espero en detención.
Solté una sarta de maldiciones que me costarían más días de detención. Cerré de un portazo, resoplando. Que le den. No es como si alguien quisiera estar en su estupida clase aburrida.
Me recargue en la pared, resbalándome hasta caer a un lado de la chica que seguía viéndome. Por dios. Podía disimular.
Por fin, mientras sacaba mis auriculares, ella desvío la vista, suspirando, y sacó su celular.
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Fall For a Trouble.
Romance- ¿Te sigue gustando?- preguntó mirándome de reojo. Observé como tomaba a la pelirroja entre sus brazos y la besaba con intensidad, reteniéndola entre ellos. - No lo sé- mascullé, mi voz quebrándose- Pero hay algo de él que no puedo dejar ir- admit...