Capitulo veintitres.

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Jordán P.O.V

- Señor Jordán, por favor despierte.

La voz seguía filtrandose en mi sueño, ¿quién jodidos me despertaba temprano un sábado por la mañana?

- Jordán Señor...

Dejé salir un gruñido.

- Largo- escupí.

- Pero Señor, usted me pidió que lo levantara temprano por alguna chica llamada Er...

Mierda, como jodidos lo pude olvidar.

Lance las sábanas a mi lado parándome de un salto, Ginebra estaba parada ahí con cara de asustada, sus ojos se desviaban a mi pecho desnudo y volvían a subir a mis ojos.

Los puse en blanco.

- Gracias por la insistencia Ginebra, tienes razón, hoy es algo importante- murmure caminando a la pared.

Ahí, en el calendario colgado, estaba con un círculo rojo la fecha de hoy.

Claro que hoy era un día importante, hoy era el día en que la pequeña se hacía mayor de edad.

Erin...

Una sonrisa vino a mi rostro, todo era tan diferente con ella, jamás había tenido una amiga así, quiero decir, Monica y yo habíamos sido amigos, pero siempre hubo esa atracción, y ella me acababa de besar diciendo cosas como "Jordán me gustas demasiado"

Antes estoy seguro que hubiera comenzado alguna relación con ella, pero ahora simplemente no me...atraía de esa manera, y su declaración solo incómodo nuestra relación, y el beso, bueno, el beso fue un grave error, desde habérselo regresado, dándole falsas esperanzas por que quiero decir, jamás andaría con ella; hasta haber dejado que Erin nos viera.

Jesus el verla parada ahí como un gato mojado fue tan estresante, no me hubiera preocupado si hubiera sido alguna otra, pero era Monica a la que había besado, podía imaginar lo que Erin sintió, después de lo que ella le había hecho...

Pensé que la perdería para siempre, y fue como lanzar una moneda al aire, ahí me di cuenta que...Monica había sido mi amiga, pero supongo que nuestro tiempo ya había pasado, Erin me importaba más de lo que alguien jamás me llegaría a importar, y elegir entre Erin y Monica...

Incluso la pregunta sería tonta.

- Señor Donett- Ginebra dijo.

Me volví hacia ella, me miraba un poco cohibida, pero sabía muy bien que todo era una farsa, ella, como la mayoría de los empleados, era una de las espías de la arpía que solo querían que diera un movimiento en falso para sacarme a patadas de aquí y quedarse con la estúpida herencia.

- Largo- solté.

Hizo una mueca disgustada.

- Su madre quiero verl...

- Mi madre esta en la tumba Ginebra- me volví, no sin antes mirarla sobre mi hombro y decir:- Si vuelves a llamar a esa arpía mi madre haré que te corran- advertí.

Ginebra palideció, salió corriendo del cuarto dejando incluso la puerta abierta.

Suspire, fui a cerrarla y me recargue en ella, ahora lo más seguro es que vaya a informar a esa Señora, y me venga con esas tonterías que ya me tenían harto.

No entendía como papá pudo haberse casado con ella, no después de mamá.

Mamá...

Una imagen voló a mi mente, su ondulado cabello rubio siempre en una media coleta, los ojos azules que siempre te miraban con bondad y amabilidad, su afición a plantar rosas, y vestir esos vestidos azul cielo que más bien parecían batas, pero en ella siempre se veían tan hermosas.

Fall For a Trouble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora