Fall For a Trouble.

Capitulo ocho.

Había pasado una semana desde que entramos a el comité, ahora estábamos sentados sobre toallas en la playa, disfrutando el sol que no veríamos en mucho tiempo, por suerte hoy estaba caluroso y perfecto para un bronceado...si me gustara broncearme.

Sara y Alex estaban sobre toallas dejando que el sol les diera en la cara, yo estaba sentada bajo una sombrilla jugando cartas con Damien.

La playa estaba a reventar de personas, identifique a algunas como Ashley y Emma rondando con sus novios, Roger y Taylor, que a su vez coqueteaban con cualquier chica que se les acercara, parecía que no habían comido en mucho tiempo.

- Tres de cuatro- la voz de Damien me saco de mi ensimismamiento.

Le sonríe de lado.

- Eso no es justo, tu barajeas, tu ganas- me queje tirando mis patética cartas.

Damien me sonrió satisfecho.

- Eres una chiquilla- sentenció.

Resople.

- Y tu un tramposo- espete.

Me levanté de un salto estirandome como gato, llevaba un traje de baño, si aunque parezca raro, pero lo hacia, llevaba traje de baño y unos diminutos shorts, mi cabello iba trenzado, aún frizeado, pero al menos trenzado.

Camine hacia Sara y Alex que se besaban apasionadamente, soné mi garganta molesta.

- Necesito hablar con ustedes- dije seriamente.

Me miraron asombrados.

-¿Y eso que es?

Rodé los ojos.

- "¿Y eso porque?" Alex, deberías aprender a hacer bien las preguntas- dije poniendo los ojos en blanco- Como sea, quería advertirles, en primera, jamás confíen en Damien, es un muy mal mentiroso, muy malo, incluso peor que yo, y todo el día ha estado haciendo preguntas extrañas de mi cumpleaños- Sara se tapó la boca escondiendo una sonrisa y Alex maldijo- en segunda, les advierto que no quiero nada, venir a la playa esta bien, pero no quiero nada que sea parecido a una fiesta sorpresa, las odio y si llegan a hacer una correré a cada uno de los invitados y me comeré todo el chocolate que se que compraran- concluí alzando una ceja.

Alex se volvió sobre su espalda.

- ¿Que demonios Damien?- le grito a este fingiendo furia.

Sara rió.

- Bien, nos descubriste, tendremos que hablar seriamente con Damien, supongo que tendrá que ser solo lo de la playa, pero habrá chocolate- prometio.

Sonreí ligeramente.

- Me alegra oír eso, si intentan otra cosa algo malo pasará- advertí.

Me volví escuchando la risa de ambos en mis espalda.

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-¡Por favor! No es mi culpa que el camión se vaya cada vez que quiero tomarlo- me excuse.

El profesor Robert se tomo las cienes, negando con la cabeza.

- Sal del salón Erin, no me interesan tus patéticas excusas solo sal del salón- pidió.

Abrí la boca de nuevo cuando azoto su libro en el escritorio viéndose enfadado.

-¡Largo de aquí Erin!- grito.

Cerré la boca de golpe y salí por la puerta sintiéndome miserable, era parte de la calaña de la escuela, vaya mierda.

Me senté en el piso recargando mi cabeza en la pared, saque mi barra de chocolate y empece a mordisquearla en el momento que escuchaba unas pisadas acercarse, ¿y si venían por mi chocolate?