Fall For a Trouble.

Capítulo dieciséis

-Puedes moverte, estas estorbandome- solté a Jordan, que iba tras de mi como perrito.

El auditorio estaba casi listo, solo faltaban algunas cosas, estábamos casi acá sin noviembre, por lo que la Navidad estaba cerca y el ambiente se sentía así.

Quedaban dos semanas para el baile, las chicas iban de aquí allí emocionadas con como se les proponían, Ashley y Emma parecían incluso más bondadosas, supongo que era el trabajo de la Navidad.

Llevaba una blusa de manga larga café y una bufanda roja, tras de mi Jordán iba con una camisa a cuadros y encima si chaqueta de cuero.

Era difícil quitar mis ojos de encima de él.

- Intento ayudarte- dijo divertido.

Sonreí.

- Estorbas- solté.

Mi amistad con Jordán se corrió por la escuela como una enfermedad, Nicole me odiaba más, Ashley y Emma parecían no poder creerlo y Damien, bien, mi relación con el había ido de mal en peor desde nuestro beso.

Me sentía incómoda a su lado y me arrepentía de haberle regresado el beso, parecía que daba ilusiones que no habían.

- Me ofendes, ¿eso le dices a el chico que estuvo a tu lado toda esa semana en tu casa?- pregunto.

Bien, la verdad es que Jordán había estado a mi lado más que cualquier otro lo que hacia más difícil poder olvidarlo, su presencia en casa era incluso confortable, ya entraba sin tocar, claro solo cuando veía que estaba en la cocina, sin embargo, aún no conocía a mi padre, gracias a los cielos, no quería esa charla incómoda.

Y menos cuando no había nada de que hablar.

- Por tu culpa tengo que soportar las miradas crueles de Nicole- recordé.

Hizo un mohín.

- Touche- dijo.

No había vuelto a ir con el a ninguna carrera, pero era por mi bien, el decía que su gente ya sabía de mi existencia, pero que me protegería, que no tuviera miedo y eso.

Me preguntaba por que estaba tan asustado de ellos, pero parecía cambiar el tema cada vez que lo tocaba.

- Montana, ¿no me saludarás?- la gangosa voz de Taylor se oyó tras de mi.

Me puse rígida al instante, y a mi lado Jordán pareció sentirlo.

- ¿Te molesta?- pregunto bajito.

Negué, no le había contado de mis sospechas hacia el chico.

- Vamos Montana no seas grosera-dijo Taylor.

Me removí incómoda.

- Que quieres Taylor- dijo en cambio Jordán.

Este nos miro como si supiera un secreto de ambos.

- Vaya Donett y Montana, ¿quien lo hubiera dicho?- se burlo- Parece que has sentando cabeza hermano- dijo.

Lo mire irritada.

- Hola Taylor, ya te salude, te puedes ir- dije.

Me sonrió.

- Bien Caperucita- sus palabras enviaron un escalofrío a través de mi.

Se acercó y colocó un beso en mi mejilla, me aleje con repugnancia, chocando hacia Jordán, que dio un paso adelante protegiéndome.

- Tranquilo chico malo, nadie tocara a tu juguete- se burlo.

Se dio la vuelta pavonenadose hacia su estúpido amigo.

- ¿De qué va eso?- me pregunto Jordán.