Capítulo cuarenta y cuatro.

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Cerré el casillero de un portazo y suspire mientras me recargaba en este, las vacaciones estaban por venir y los profesores parecían querer hacer todo lo que no hicieron en el semestre de ultima hora, ósea, cargarnos de tareas.

Me volví y camine cabizbaja hasta el comedor, la escuela se sentía...diferente.

Jake ya no estaba, tampoco Damien, y esto cada vez se sentía más vacío, al menos en mi circulo de amistad.

Las cosas habían cambiado tanto desde aquella vez, creo que todo comenzó gracias a Daniel, quien había estado desparecido hace semanas por mas olimpiadas, ese chico era un cerebro andante.

Las tutorías...todo había sido culpa de las tutorías, todo esto había empezado cuando comencé a darle tutorías a Jordan.

Sonreí en añoranza en el momento en que una delgada mano se colocaba en mi antebrazo.

Me volví sonriente hacia Sara quien me sonreía sinceramente, ella era lo único que no había cambiado desde que todo esto empezó.

Esperaba que eso siguiera así.

- Nena- saludo- Tienes cara de zombie, ¿te encuentras bien?- inquirió.

Sonreí.

- Por supuesto- asegure.

Sara abrió la boca para decirme algo en el momento en que alguien pasaba a mi lado, empujandome

- Lo sien...- la disculpa quedo atorada en mi garganta al ver de quien se trataba.

Nicole.

Pero no parecía ella, de hecho, si no hubiera sido por que la conocía demasiado bien, no la hubiera reconocido.

Apenas y se veía igual sin todo el maquillaje que siempre llevaba encima, ni hablar de que no llevaba su tono negro de cabello de siempre, de hecho, llevaba un castaño que parecía natural y corto hasta los hombros... No era Nicole para nada.

Sus ropas punk habían sido remplazadas por un simple blusa color melón y jeans suelos, llevaba las uñas sin ningún tono y parecía...agotada. O al menos eso mostraban las pronunciadas ojeras bajo sus ojos.

Ni hablar de lo flaca que se encontraba.

Me miro solo unos segundos antes de encogerse de hombros y seguir su camino.

La seguí con la mirada atónita.

- ¿Esa era Nicole?- inquirí incrédula.

Sara asintió a mi lado.

- De eso quería hablarte- murmuro.

La mire curiosa.

- Me entere ayer, bueno Alex me contó, que su mamá murió este fin de semana- contó mientras nos dirigíamos a nuestra mesa- Tenía diabetes mellitus tipo dos, al parecer se la diagnosticaron hace un año, pero ya sabes, la mujer era una fumadora y ese tipo de cosas, jamás se cuidó y acabo, bueno, muerta- murmuro.

La mire horrorizada.

- Sara eso es horrible, ¿el funeral ya tuvo lugar?

Sara me miro como si estuviera loca.

- ¿Por qué? ¿Irás a dar tus condolencias?

La mire mal.

- Si, haré justo eso- respondí.

- Pero Erin, ustedes dos se odiaban, ¿es que ya olvidaste todo lo que te hizo?

Me senté en nuestra mesa de siempre mientras sacudía la cabeza.

Fall For a Trouble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora