Capítulo seis.

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Después de recoger todo y no dejar rastro de que estuvimos aquí, regresamos sobre nuestros pasos hacia el coche, íbamos en silencio, pero no era un silencio incómodo, a mi lado Damien se veía feliz y yo, de alguna manera, me sentía del mismo modo, no había soltado mi mano y yo no le había pedido que lo hiciera, no es como si estuviéramos saliendo, claro que no, pero su mano alrededor de la mía me daba seguridad...aparte me gustaba verlo con ese brillo especial en sus ojos.

Jamás pensé si Damien era guapo o no, pero viéndolo bien, si que lo era; tenía un cuerpo formado, no tan musculoso como el de Jordan o cualquier chico del equipo de fútbol, pero se podía ver músculos tras sus playeras de cómics, sus ojos y cabellos eran como azabache y tenía piel blanca sin ninguna imperfección, era más que lindo, era guapo y de algún modo varonil.

Llegamos a su auto y nos subimos entrando a la calidez, Damien encendió rápidamente la calefacción y me sonrió.

- ¿Lista para conocer a mi abuela?- pregunto moviendo ambas cejas.

Me removí incómoda.

- La verdad es que no, ¿no podemos ir otro día?- le suplique con la mirada.

Me sonrió pequeño, podía ver la decepción en sus ojos.

- Supongo que no hay problema- dijo pero algo en su voz había cambiado.

Encendió su auto y comenzó a manejar hacia mi casa. Me sentí mal enseguida, se le veía completamente decepcionado, después de todo lo que había hecho por mi me sentía como basura al no ir a ver a su abuelita, pero siendo sincera me asustaba un poco conocerla, sentía que si era de ese modo, la señora pensaría que yo era algo como la novia de Damien, y ese definitivamente no era el caso.

Así que después tendría tiempo para hacerle unas galletas de disculpa.

- Hey- dije intentando romper la tensión.

Me miro de reojo.

-¿Pasa algo?- pregunto, pude escuchar una pizca de esperanza en su voz.

Me mordí la lengua evitando decir algo como "vayamos a mudarnos ahora mismo con tu abuelita"

- Gracias por lo de esta noche- dije en cambio- enserio, gracias, fue un gran detalle y...eres un gran amigo Damien- finalice.

Sus ojos se oscurecieron unos segundos antes de volverse divertidos...pero melancólicos.

- Creo que me heriste- murmuro mirando hacia la carretera.

Lo mire sin saber muy bien de que hablaba.

- No enti...

- Por supuesto que no- suspiro- Creo que ese es uno de tus encantos, estas tan ciega a lo que pasa a tu alrededor, eres tan inocente- musito.

Fruncí el ceño.

- No tengo idea de lo que hablas Damien- dije ceñuda.

Sonrió.

- Lo se.

Llegamos a casa después de unos minutos, me despedí de un Damien decepcionado y subí a mi cuarto intentando hacer el menor ruido posible, esta vez subí por las escaleras.

Me recosté en mi cama respirando profundamente, no sabía de que hablaba Damien, no entendía nada, pero algo en su manera de decirlo me hacia sentir...rara, no era incómodo, era algo más como...extrañes.

******

Desperté con la alarma sonando a todo lo que daba, tallé mis ojos y baje de la cama perezosa, hice mi rutina mañanera y me pare frente a mi pequeño closet.

Fall For a Trouble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora