Capítulo cincuenta. "Some promises are meant to be broken."

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Sara P.O.V

- Vamos Erin, creo que me miro hace rato- dije sonriendo mirándola de reojo.

Cerró su casillero y me miró con su expresión reprobadora, esa que me hacía sentir mal al instante.

- Sara no es por ser una aguafiestas pero, el chico no sabe que existes- murmuró- No quiero verte con el corazón roto de nuevo- dijo.

Fruncí el ceño.

- Eso no pasara, pero es que enserio me miraba- aseguré.

Erin suspiró.

- Sara solo espera un poco, nos queda solo un año, el próximo conocerás a mas chicos...

- Pero es que yo lo quiero a él- dije testaruda- No quiero conocer más chicos, me gusta Al...¡Auch!

Al principio pensé que iba a morir, juro que mi vida paso frente a mis ojos mientras mi cuerpo chocaba contra algo duro y grande, me fui para atrás y mi cuerpo hubiera sido un bonito adorno de piso, si no hubiera sido por un par de manos que me tomaron de la cintura, equilibrandome en mi lugar.

Alce la vista sorprendida, solo para encontrarme con un par de ojos negros viéndome entre sorpresa y diversión.

- Uy, no te vi- susurro una voz demasiado cerca de mi oído.

Una voz que reconocería hasta en el mismo infierno.

Lo mire embobada, tanto que comenzó a resultar incómodo, pero él solo se limitó a sonreír.

Abrí la boca para decir algo que seguro me costaba la poca reputación que me quedaba, pero gracias al cielo, él hablo primero.

- Lo siento mucho- dijo, su voz melosa.

Mis mejillas se tornaron del más feo rojo. Sip, frente a mi, estaba Alex en todo su esplendor.

Su negro cabello estaba despeinado, llevaba un jersey negro cubriendo su musculoso torso y un par de jeans gastados.

- De nada- solté estúpidamente.

Podían darme un tiro ya.

Su sonrisa se amplió marcando un lindo hoyuelo en su mejilla izquierda.

Más que lindo era asesino.

Sus manos soltaron mi cintura y se alejó un paso, pase una mano por mi cabello incómoda, viéndolo como un niño viendo sus regalos en Navidad.

En ese momento una voz interrumpió el magnífico y romantiquisimo momento.

- Alex, se hace tarde- dijo una chica tras de él.

Fue cuando me di cuenta de las dos rubias patadas a su espalda, esperándolo, obviamente venían con él.

Sentí como mi corazón decayó.

Claro, sus rubias, como pude haberlo olvidado.

- ¿Segura que estas bien?- preguntó ignorando a sus chicas.

Asentí con los labios en una sonrisa apretada.

- Siento de nuevo esto, creí que moriría.

Sonreí sin poder evitarlo, también yo lo había creído.

- Bueno, no eres algo como ligero así que...

Mierda, ¡¿que acababa de decir?! Le dije musculoso o aún peor, ¡gordo!

Rió.

- Eres la primera que me llama gordo nada más conocerme, eso es algo nuevo- rió.

Mi corazón decayó. Yo no acababa de conocerlo.

Fall For a Trouble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora