Fall For a Trouble.

Capítulo diecisiete.

- Creo que es suficiente- murmure a mi reflejo en el espejo.

Llevaba unos pantalones negros y un suéter de lana, me había puesto un par de botas y planchado mi cabello, Jordán no tardaba en venir por mi para la fiesta, así que quería estar presentable cuanto antes.

Baje las escaleras, el pino había quedado algo grande, Jordán me había ayudado a ponerlo, y dijo algo como "te lo dije", sin embargo, no podía evitar sonreír cada vez que lo veía, el recuerdo del día que lo compre venía a mi mente, y dijera lo que dijera Jordán, me encantaba como se veía, le deba vida a la casa, como hace tiempo nada hacia.

Papá estaba con Karen en la cocina, comenzaba a resignarme, el accidente de papá me había abierto los ojos, ¿que tal si mañana era yo? No podía dejarlo que siguiera solo, estaba segura que mamá lo entendería, donde quiera que estuviera ella no estaría enojada conmigo.

Tomé el collar en mi cuello queriendo creer que hacia lo correcto.

- Hola Erin- saludo Karen con una copa en su mano.

Le sonreí yendo a darle un beso.

- Karen- dije.

- Te ves bien, ¿a dónde vas?-pregunto.

- Una fiesta- conteste sonriendo ligeramente.

- Extraño las fiestas, chicos guapos, supongo que tendrás muchos pretendientes- dijo.

- Nada de eso- dijo papá.

Sonreí.

- No, no muchos- admití.

- Vamos debe haber al menos alguno- siguió Karen.

- No- dije.

Me sonrió ligeramente.

- ¿Con quien irás?- interrumpió papá.

- Un amigo- masculle.

Rayos, justamente la pregunta que quería evitar.

- ¿Que amigo?

- Ya sabes, Sara, su novio...

- Aja- me alentó papá.

Me mordí la lengua.

- Daniel- dije bajito.

- No eres buena mentirosa Erin- dijo papá.

Abrí la boca para replicar pero en cambio Karen dijo:

- Pareces policía Ian, deja a la chica divertirse- dijo.

Sonreí agradecida, en ese momento me llego un mensaje.

- Bien me tengo que ir- dije viendo mi celular, era de Jordan.

- Salgo contigo- dijo papá.

Karen le tomo del brazo.

- Ian...

- Estoy bien papá- le di un beso en la mejilla- No me esperes despierto- pedí.

Asintió.

- Cuídate- pidió.

Lo mire.

- Tu también- rogué apretando su mano, la noche del hospital aún seguía viva en mi mente.

Me sonrió tranquilizador antes de que saliera de casa.

Jordan me esperaba en la camioneta, sonrió hacia mi en cuanto entre.

- Te ves bien- halago.

Me puse como tomate al instante, daba gracias que estaba oscuro.

- Tu igual- dije, y lo hacía, llevaba un suéter negro, unos jeans y un gorro verde cubría su cabello.