Sintiéndome a mí mismo

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—Pero, él no se comporta como antes —exclama un joven de barba.

—Eso se debe a que está harto de que como lo tratas. Pero dejando a un lado a Stiles, puedes proponer un acertijo, los acertijos les encantan a estas criaturas, tu sabes, a los nogi...

—No lo digas, ni por un momento más, no quiero pensar que Stiles está poseído por uno de ellos. —El de ojos verdes se da una media vuelta y reprime el impulso de agarrarse los cabellos de la cabeza.

Deaton vuelve a proponer que tendran que esperar un poco más para estar seguros de que Stiles esté poseído, en cambio Derek no quiere, que tal si cuando se den cuenta es tarde.

—No creo que pase nada malo, los nogitsune sólo juegan y se divierten con ello —explica de modo simple.

—¡No digas esa palabra! —casi chilla Derek—. Estos juegos se pueden salir de control, no te lo has pensando, juegas con fuego y con fuego te quemas.

El hombre negro sólo se le queda viendo con cara seria.

—Prosiguiendo, hay que ser precavidos.

—Hola amigos —interrumpe Scott, los rasgps de su cara indican que está preocupado—. Tenemos que hacer con algo con Stiles porque...

—Hablábamos de eso —dice Deaton.

—Oh vaya, pues hay que tramar algo —exclama el moreno hispano.

—Bien, pues mi plan es este... —Deaton comienza a decir su alternativa , mientras la noche se ha instalado en Beacon Hills.

Ethan me presenta a algunos chicos, uno de ellos se parece a Derek, pero claramente más joven, aun así, mayor que yo.

Al presentarnos, me parece que sus ojos con más cafés que verdes, pero de igual forma me gustan. El también parece perdido un poco en los tonos avellana de mis ojos, con un poco de sol. Me sonríe. Me dice su nombre: Benjamin Weitz.

Al chico lo invito a dar la vuelta por Beacon Hills, y después veremos una película en mi casa, de todas maneras, ya casi no veo a mi padre y la casa está a solas gran parte del día.

Me alisto un poco, como me gusta, desastrosamente hermoso. Espero dando vueltas en mi habitación. Parece que recuerdo algo de mi niñez.

Es como un prado, flores diminutas, botones de primavera, brisa, un olor a antigua tierra, manos blancas, dedos delgados, y nudillos rosados. Las imágenes parece que se distorsionan desde el marco de mi visión, y entonces vuelvo al presente.

Llaman a la puerta, abro y es el chico. Luce bonito, hay una diferencia entre Derek y él, cuando le veo más de cerca, no hay dientes de conejo, y la nariz es pequeña y un poco respingada.

—Entonces ¿A dónde vamos a ir? —pregunta él.

—Vamos a caminar un rato al bosque Der... —Me interrumpo, antes de decir el nombre de mi antiguo amor, a pesar de todo, aún no soy capaz de olvidarlo o de fantasear con que yo, soy de él.

—¿Quién?

—Sólo, vamos a caminar.


Caminamos, un poco, me siento extraño, como si algo oscuro tomara el control de mí, cierro los ojos y respiro profundo, cuando los abro. Me siento de algún modo, más pasional, me siento como un amante de mirada severa, por un momento recordé lo que Derek me dijo hace tiempo en el baño de ese estúpido restaurante.

Rento una película más tarde, la vemos juntos, en mi casa, yo soy menor que él, pero ahora estoy siendo más dominante, le acaricio la barbilla afeitada, luego me acercó lentamente a su cara, y lo beso. Abrí los ojos en medio de nuestras abrumadoras exhalaciones, veo el rostro de Derek, me separo raudo.

Toda Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora