Noche... Derek Hale y Psicópata Nuevo

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A la mañana siguiente nos despertamos temprano y corrimos por el bosque. Posterior a eso nos quitamos las rameras en la orilla del lago y y nos quedamos sólo en shorts.
Derek insistía en que debía meterme a nadar con él pero yo no quería porque no sabía nadar (ahora ya aprendí gracias a él). Pero me correteó por la orilla hasta que después de un rato de amenazas ridículas y graciosas, me tomó por la espalda y me cargó como un gato hasta el agua.
---No sé nadar me voy a ahogar -exclamé e intenté escaparme de su brazos-. Y además el agua está fría.
---La temperatura no importa. Aparte yo te enseñaré a nadar -dijo todo animado.
---No, ya te dije que tengo miedo de ahogarme.
---Stiles estás con Derek, uno de los mejores nadadores de Beacon Hills -habló orgulloso. Y después de tanto insistir acepté, entonces, sé que no me arrepiento porque me la pasé realmente bien. Y después de que ya casi había aprendido como flotar y moverme sólo me faltaba controlar la respiración. Y creo que aprender a nadar con Derek fue la manera mas fácil, tal vez sólo porque fue él quien me enseñó y divertida también.
Más tarde hicimos otras cosas como, carpintería, donde Derek me hizo una varita mágica de Harry Potter, sólo porque era lo único que sabía hacer y porque no quería que yo me lastimara haciendola yo sólo.
---¿Crees que soy idiota? -fue lo que le pregunté con las manos en la cintura.
---Creo que eres torpe -fue con lo que se excusó, sonreído y dándome un beso en el cachete---. Toma.
Yo cogí la varita entre mis manos.
---Cada vez que sientas miedo, tienes esta varita mía que te protegerá -dijo él con gusto.
Y después hizo un corazón de madera con nuestros nombres dentro de el.
Cerca de la noche, estaba yo en la orilla del lago porque Derek dijo que iba a salir a la ciudad, me pidió que no fuera con él. Me quedé un rato sólo ahi con su suéter puesto y de vez en cuando lo olía, porque desprendía un aroma delicioso.
Y otro mensaje me llegó desprevenido. Saqué mi celular de mi bolsillo. El mensaje decía: "Stiles, el peligro está cerca".
Otro mensaje raro que llegaba a mi celular, una vez más decía "Número desconocido". Mi cuerpo se lleno de algo cercano a la angustia. El agua del lago pareció oscurecerse por unos segundos. Y yo seguía sin entender a que se refería. Al menos ahora parecía más una alerta que una amenaza.
Oscureció y entré a la cabaña. Me senté en un sillón hasta que Derek llegó con unas bolsas en las manos llenas de cosas.
---¿Qué traes ahí? -pregunté con curiosidad.
---Pescado... -digo hecho piedra y era claro que estaba nervioso.
---¿Enserio? -cuestioné con una ceja más arriba que la otra.
---No, ahora ayúdame a cambiar la cama de lugar -exclamó él dejando las bolsas en la mesa de centro de la sala.
---Claro -acepté sin investigar más sobre sus bolsas.
Nos metimos en nuestro cuarto. Abrimos la gran puerta del balcón. Empujamos la cama hasta que atravesó el marco y la mitad de la cama quedó fuera en el balcón.
---Espera afuera Stiles -me pidió él y me sacó del cuarto con unos pocos y delicados/emocionados empujones.
Me quedé un rato ahí en la sala examinando mi bella varita mágica que según él me protegería.
---Cariño puedes venir -informó él con su voz ansiosa. Solté la varita en la mesa y caminé hasta la puerta hasta que Derek salió de ahí alarmado.
---¡No! ¡Espera! -gritó en mi cara.
---¡¿Qué pasa?! -interrogué preocupado agarrando su cintura.
---Te cubriré los ojos para que no veas -dijo después de un rato de suspenso.
---¡Eres un tonto! -exclamé medio molesto-. ¡Pensé que había pasado algo serio!
---Es serio.
Me tapó los ojos y cuando entramos al cuarto, pude detectar un aroma, a dulces y bosque acaramelado. El cuarto estaba lleno de velas pequeñas, y había una bonita decoración de telas de seda de varios colores en el marco de la puerta del balcón.
---Bienvenido a la noche del amor con Derek Hale -clamó más emocionado que antes.
---¡Lo ves! ---reclamé y me volteé para encararlo.
---Qué. ---Su rostro expresaba confusión.
---Que siempre me haces cosas especiales y yo no hago nada. -Hice un puchero y después me crucé de brazos.
---No me importa -habló como niño chiquito-. Ahora acuestate porque todo el mes que pasó estuve muy al pendiente que de que no supieras que hoy hay lluvia de estrellas.
---¿Enserio? -La sorpresa se notaba en mi cara a leguas.
---Claro.
Entonces nos acostamos en la cama. Derek sacó de las bolsas varios caramelos, chocolates, etc.
---Toma. -Me dio un vaso de frape de chocolate con menta y lo agarré entre mis manos.
---Gracias -dije y después puse ese bote en la mesita de noche.
En minutos la lluvia de estrellas surcaba el cielo.
---Que hermoso -exclamé sorprendido.
---Igual que tú Stiles. -Acarició mi mejilla con el dorso de su mano.
---No te pongas de cursi -dije de buena gana pero es que me gusta demasiado cuando lo hace, entonces hay más probabilidades de que siga de cursi si piensa que no quiero.
---No lo vas a evitar, sólo me pasa contigo. -Su mirada estaba al cien de cariño-. ¿Sabes qué quiero? -Volteó a ver el cielo-. Quiero que termines la escuela y vengas a vivir conmigo a Nueva York. Que termines tus estudios por completo y seas una persona exitosa. Que nunca cambiemos lo que somos y lo que sentimos mutuamente. Que tengamos una familia... Eso deseo...
---Eres tan... tú -apenas y pude decir porque él me había sacado una lágrima y otras más venían-. Yo también deseo eso Derek, el primero y el único amor de mi vida hasta que las estrellas ya no estén arriba de nosotros.
Derek se quedó con cara de... pues en shock no sabía que decir.
---Sabes que sí. -Le sonreí.
Y así, alborozados, nos dimos unos besos cortos en la cama rodeada de dulces.
---Come una fresa con chocolate -dijo él regocijado y me puso la fresa en los labios.
》 》 》
Al día siguiente la pasamos ahí todavía y al siguiente, acompañé a Derek al aeropuerto junto con Cora.
---¿Te vas de nuevo? -preguntó Cora con unas cuantas lágrimas.
---Sí, Cora, ahora ya me tengo que hacer más responsable de la compañía de la familia -contestó con su maleta en la mano izquierda.
---¿Pero cuándo vas a volver? -exclamó Cora limpiándose las lágrimas con la manga de su sudadera.
---Pasará mucho tiempo -dijo siendo honesto-. ¡Y tú! -Me señaló y se acercó a mí, me abrazó y susurró en mi oído: Cuídate mucho Stiles...
Hasta ese momento todo iba bien con mi fuerza de voluntad.
Derek se separó de mí y comenzó a caminar, pero después se detuvo y se giró.
---¡Stiles! ¡No me importa que me hayas dicho que en público no querías que nadie nos viera! ¡Eres mi chico! ¡Te amo tanto que no puedo irme sin decírtelo así! ¡Y sin hacer esto! -Corrió para acercarse a mí de nuevo, me abrazó aún más fuerte que antes y me besó de manera apasionante, pero lento, con fuerza. Yo correspondí y puse mis manos en sus mejillas y pude sentir el mundo girar a nuestro alrededor y nuestro sentimientos y nuestro lazo, el que nos unía ahora. Y mientras nos besábamos, sentí las lágrimas calientes caminar en mi rostro. Nos separamos y Derek ya era el que me agarraba los cachetes con sus manos.
---No llores, no me gusta verte triste -dijo limpiando mis lágrimas-. Stiles mi vida, yo tampoco quiero irme pero debo hacerlo y sabes que cuando superemos esto, volveremos a estar juntos -confirmó y durante toda la oración no dejo de pasar sus ojos por toda mi cara como si así nunca olvidara las facciones que componen mi faz.
---Pero y si...
---No pienses en eso, sabes que eres mi amor eterno, te seré fiel como un perro.
Yo entre el llanto me reí un poco de su ocurrencia pues es un hombre lobo.
---Está bien -murmuré.
Entonces puso sus labios en mi frente y su nariz en mi cabello, aspiró mi aroma.
---Nunca olvides que te amo. -Fueron sus últimas palabras y caminó para ya irse.
---Me llamas cuando llegues -grité con una mano levantada.
---Sí -también gritó él en la lejanía.
》 》 》
Los días no han sido fáciles desde que se fue, en especial en la escuela, porque la maestra nueva me regaña por cualquier cosa y bueno, no es agradable. El amigo de Scott por fin llegará a la ciudad, creo que hoy, y tengo mis sospechas de que creo quién es.
Estoy en mi cama y no puedo dejar de pensar en las cosas que pasarían con Derek muy lejos de mí. Pero pensando en las lecciones que me dio la abuela Diamandis me doy cuenta que no debo preocuparme mucho por la distancia que nos separa, debo de confiar y tener fe, y esperanza de que estará todo bien.
Me siento frente al ordenador, entro a Facebook un momento. Al parecer sólo tengo un menaje nuevo, llegó hace unos pocos minutos.tengo
Dice: Hola Stiles.
El nombre del usuario es "Usuario de Facebook" que original.
Tú: Hola
Contesto.
Usuario de Facebook: ¿Qué haces?
Pregunta.
Tú: nada.
Usuario de Facebook: ¿Quieres que te envie algo interesante?
Tú: No.
Usuario de Facebook: Lo enviaré de todos modos.
Ha enviado una fotografía, la abro...
Sintió unos escalofríos horribles en la espalda siento que me están viendo desde atrás. Una mirada llena de odio, que golpea mi cuerpo entero. Mi cuerpo tiembla y mis piernas también. Es desesperación.
La foto es mía, la sacaron desde la ventana de mi cuarto... En ella aparezco frente mi ordenador, con la misma ropa de dormir que traigo puesta ahora mismo. Y la fotografía es de hace un par de minutos atrás.
Rápido me volteo y pego misma espalda a la pared más cercana, miro a la ventana, no hay nadie... Pero la foto está ahí, es irrefutable. Alguien me estaba espiando.
Se oye una risa macabra. Grito por puro instinto.
---¡Stiles! ---grita mi padre desde abajo.
---¡Papa! ---Hace mucho que no sentía tanto miedo.
Pero creo que es mejor que no se lo diga a nadie.
Me pongo frente al ordenador y veo el último mensaje que envió ese desconocido.
Usuario de Facebook: Te estaré vigilando... Stiles Stilinski.
Ahora todo concuerda, los mensajes a mi celular no eran mera casualidad.
Entonces la pregunta es quién me está espiando de esta manera. Querrá hacerme daño. Es obvio que sí, debe ser una persona deschabetada. Tal vez un psicópata. Debería llamar a Derek. No, no debo preocuparlo. Creerá que no quiero que esté allá. Es mejor no decirle nada sobre esto.
Raudo me muevo hasta la ventana, me asomo con valentía y miedo a la vez y no veo nada. Cierro la ventana y también las cortinas, mi habitación queda oscura.
---¿Qué pasa Stiles? -pregunta mi padre. Ha abierto la puerta de manera inesperada y yo estoy tan aterrado que me exalto y salto.
---Nada -respondo muy rápido.
---¿Seguro? -En su cara la duda se refleja.
---Sí, me caí de la cama y por eso grité al caer. -Mis cuerdas vocales están hechas de electricidad que vibra a diferentes niveles y se corta a ratos.
---Bueno... -Está apunto de cerrar la puerta e irse.
---¡Espera! -grito muy desesperado.
---¿Qué pasa? -dice ahora más dudoso de mi actitud.
Quiero pedirle que me lleve a la escuela, porque tengo un poco de miedo, pero no, mejor así.
---No, ya nada... -hablo en voz baja pero es misterioso que justo en ese instante todo se volvió más silencioso.
Desayuno. Mi padre se ha ido primero. Ya se me ha pasado el susto casi por completo, aún así, es muy raro.
Tomo mis llaves y confío en que todo saldrá bien este día, tengo mi proyecto final para la señorita Jennifer que con tanto esmero hice. Tú sabes como se siente acabar algo muy difícil con resultados satisfactorios.
Llego a la escuela, entrando al salón puedo ver a Scott, se ve muy feliz, Con su sonrisa, y su desbordamiento de alegría de todo su cuerpo. Igual a él le puedo contar lo que me está pasando con eso de los mensajes. Pero...
---Stiles -grita desde su banca.
Sin decir nada me acerco a él, caminando lento hasta que por fin llego a donde está.
---Adivina qué. -Su voz se oye muy alto.
---Qué. -Acomodo mis cosas en la banca de junto.
---¡El chico del que te he hablado tanto, hoy vendrá! -exclama haciendo de sus manos unos puños y después golpeando la mesa con ellos.
---Ya me lo habías dicho -digo sin tomarle mucha importancia al asunto. No porque no me interese pero es que me ocupa demasiado el asunto de la mañana.
---¡Stiles! prometiste que al menos fingirías que te interesaba -reclama cruzando los brazos.
---Perdón es que... -Mi mirada va al suelo junto a sus tenis Nike.
---Qué. -Ya se menos reclamador y ahora tiene un ligero toque de preocupación.
---Sigue con lo de tu amigo -le digo ya para que no empiece a indagar más sobre el asunto. No quiero decirle nada.
---¡Bueno! ¡Él vendrá a la escuela hoy! ---grita de emoción.
---¡¿Qué!? -También grito.
---Guarden silencio ---pide el profesor. Ni siquiera me di cuenta cuándo entró-. Presentate chico nuevo.
No noté tampoco a que horas entró éste.
---Hola compañeros. -Sonríe como si jamás fuera a sonreír de esa manera era tan hermosa y que me trae esos escalofríos tenebrosos y suma desconfianza-. Soy Liam Dunbar.

Nota de autor: Hola ya subí también el de los horarios para este mes.


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