Toda Una Vida

MI Derek "Gruñón, Narciso, Meloso, Macho Alfa Piernas Peludas" Hale

Mi voz se oía entrecortada, lloro muy fuerte, un agujero negro me absorbe desde el centro de mí, mis piernas ya son piezas de dominó, mi cabeza es un lago de depresión y píldoras, ya no soy Stiles, no me siento como yo. Es un océano de desesperación, quiero correr, quiero volar, escapar, y morir mientras me deshago en el aire, en miles de pedazos de madera.
---No llores más amigo mío ---susurra moviendo los labios en mi cachete y sin darme cuenta, Scott ya me está besando, le detengo.
---¿Qué haces? ---pregunto muy confundido.
---Te lo quería decir, de hecho el día que desapareciste, y te fuiste a Nueva York, te quería decir que me gustas, pero tú amas a Derek, y sé que eso no va a cambiar, y sé también que yo voy a superar esa pequeña atracción a hacía ti ---explica y yo ahora estoy demasiado sorprendido y una vez más vez soy un laberinto de emociones.
---¿Por qué no me habías dicho que eras gay? ---interrogo y ahora noto que nuestro abrazo se ha extendido más de lo normal. Me separo de él.
---Yo me defino como heterosexual con pequeñas desviaciones homosexuales ---dice como broma pero creo que es enserio.
---Bueno... lo que acaba de pasar fue tan raro que ya hasta se me quito el llanto. ---Me siento en la cama otra vez, espero que mi padre no esté afuera del cuarto, escuchando a través de la puerta.
---Sí, creo que fue bueno que te diera ese pequeño pero cariñoso beso amigo. ---Se sienta a mi lado y me palmea la espalda.
---Creo... ---respondo no conforme con lo que acaba de decir Scott.
---Ahora cuéntame, ¿cómo que lo viste engañandote? ---pregunta él.
Doy un largo suspiro.
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---Entonces, raíz siete o como se diga de treinta y tres por cuarenta y cuatro, entre diecisiete al cuadrado en la forma logarítmica es... logaritmo de treinta y tres más el logaritmo de cuarenta y cuatro menos logaritmo de diecisiete por dos entre siete... Derek esto es para sacar el valor del antilogaritmo ¿No? ---La poca luz de sol casi apagándose entraba por los grandes ventanales. Derek y yo estábamos sentados en el suelo de madera del loft de Nueva York, en una parte cerca de la cocina donde esta despejado de cualquier cosa. Derek me tenía abrazado por detrás, mientras yo repasaba el uso y las leyes de los algoritmos y todo eso. Derek tenía los ojos cerrados y casi tenía la cabeza recargada en mi hombro---. Derek, no te estés durmiendo, eres mi maestro y tienes que enseñarme, no quedarte dormido al mismo tiempo que me abrazas.
---No estoy dormido, te escucho estudiar y vas bien. Es que quiero disfrutar de esta sensación de paz y tú y que se quede grabada en mi memoria. ---Cuando terminó de hablar abrió los ojos y me dio un beso en mi mejilla y después hundió su rostro en mi cuello y me abrazó con un poco más de fuerza.
---Bueno. Entonces da uno punto cinco mil ciento ochenta y cinco, más uno punto secenta mil...
---Ya deja de estudiar y abrazame como te abrazo a ti ---dijo sin despegar su rostro de mí, acariciando mi cuello con sus labios.
---Pero...
---Pero nada, sí ya sabes eso...
Me empezó a besar y luego...
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---Oye nunca me hubiera imaginado que Derek fuera así de cariñoso con alguien, es más, él desborda miel...
---Scott espera a que termine de contar bien todo.
---Bueno.
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Me empezó a besar y luego me preguntó:
---¿Tienes hambre?
---No... Bueno sí un poco, ¿qué vamos a cenar? ---Seguíamos en la misa posición.
---Mmm, vamos a un restaurante ---propuso él y esta vez levanto el rostro.
---No, ya no quiero ir a los restaurantes... ¡Y hoy no quiero té con galletas! ---Nos acostamos en el suelo, uno a lado del otro, pero tampoco al estilo bajo la misma estrella, estábamos en una posición normal---. ¿No te cansas de ir a restaurantes?
---No, ya me acostumbre ---decía. En su rostro se dibujaba una ligera sonrisa en los labios, tenía una mirada toda cucha de amor. Me sentí empapado de vergüenza, escondí la mitad de mi cara en el suelo y la otra mitad la tapé con una mano.
---¡No hagas eso! ---exclamé sonriente sin dejar de cubrirme.
---Hacer qué.
---Hacer que me ponga como un jitomate. ---Sentí como me retiraba la mano de mi cara y me dijo:
---Me gusta cuando pareces jitomatito, delicadito. ---Me dio un beso casto, volvió a su posición, y su mano izquierda se entrelazó con mi mano derecha a la altura de nuestras caras.
---Pues ordenemos pizza ---propuso él.
---No, deberíamos hacer comida aquí ---reclamé haciendo un medio puchero.
---No sé cocinar.
---Yo un poco, pero sé lo suficiente para hacer algo aceptable ---dije con los ojos cerrados y la boca apretada, moviendo mi cabeza de arriba a abajo---, ¡¡Tengo una idea!! ---grité inesperadamente.
---¿Cuál?
---El primer día que estuvimos aquí, vi en la televisión una receta de cocina muy fácil de hacer.
---Pues hagamos eso. ---Aceptó el sonriendo ampliamente
Después de que tuviera un debate con él, sobre si debía ir conmigo o no, al final fui sólo posterior de luchar por mi independencia al deambular en las calles de la ciudad. Y obligué a Derek a hacer la limpieza del loft. Antes de salir y con la condición de que se quedara en el loft, me puse una sudadera de Derek ya que hacia frío en la calle.
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---Bueno, hasta ahorita creo que todo va bien, pero dices que él te ha lastimado mucho y lo he visto ---Interrumpió de nuevo Scott---. Él no es bueno para ti. Yo digo que lo dejes y busques a alguien que te quiera tal y como eres y te cuide.
---¿Alguien como tú? ---pregunto con una ceja alzada y la boca hacia abajo.
---Tal vez... ---Él sonríe y desvía la mirada hacia otro lado por vergüenza. Empiezo a creer que no sólo me quiere.
Su teléfono celular empieza a hacer sonidos extraños, le están llamando.
---¡Es mi madre se ha dado cuenta que no estoy en casa! ---exclama preocupado.
---Pero aún no he acabado de...
---¡Stiles! ¿Quién está en tu cuarto? ---grita mi padre por el pasillo, viene hacia aquí.
---Adiós Stiles. ---Scott me besa en los labios antes de salir por la ventana, y por supuesto que no le di mi consentimiento para que lo hiciera.
---¿Quién está aquí? ---pregunta mi padre y ha forzado la puerta al entrar.
---Sólo yo. ---Levanto las manos cual criminal atrapado.
Mi padre gruñe de inconformidad.