Aprende algo dinero

3.8K 320 10
                                    

Me quedo sentado ahí en la cama en silencio. Por favor Stiles, recapacita, Stilinski, recapacita. Diablos. Sonrio un poco, me levanto de la cama apenas y con ropa interior y abren la puerta.
—¡Dios! —grito, y me tapo con las sábanas, no me gusta que la gente vea mi delgado y pálido cuerpo.
—Perdón Stiles, antes de salir olvidé decirte que la lavandería trajo tu ropa limpia, está ahí en un cajón, creo que en el izquierdo -dice Isaac y vuelve a cerrar la puerta.
Bueno, será mejor que ponga seguro a la puerta antes de que alguien más, en especifico Derek entre y no sé, me vea sin ropa interior después del baño. Sería un problema muy grave.
Me dirigo a la puerta, a la izquierda del cuarto, entro a el baño, éste tiene dos puertas, una que se conecta la habitación y la otra va a la sala.
Me empiezo a bañar y todo está muy silencioso.
Recordemos. Derek no me quiso prestar su celular, según él no lo traía, pero más tarde lo sacó y por lo que pude escuchar Isaac estaba oyendo todo lo que decíamos. Eso significa que es como, bueno sí, es su ayudante, pero ahora Isaac está dándole consejos a Derek. Será mejor que tenga cuidado en lo que hablo con Isaac. Talvez me lo esté tomando con suma seriedad pero, bueno, yo me entiendo.
Salgo de baño y todo bien. Me cambio, me veo en el espejo. Vaya que bañarse sí te ayuda en la mañana. Abro la puerta y el seguro se bota solo, ahora noto que todo está también en orden afuera. No veo a Derek. Diablos, de nuevo el cosquilleo en el estómago pero esta vez es de nervios de hablarle de nuevo. O ahí está él en la puerta firmando algo, y un señor le está dando una caja de cartón. Y ahora le está dando otra mas pequeña... Y cierra la puerta.
—Hola Derek. —Le pico las costillas con los dedos... No me juzguen.
—Hola Stiles. —Él me saluda sonriente-. Olvidemos lo que pasó hace un rato ¿de acuerdo? —Ahora Derek pone sus manos sobre las mías y las presiona contra el costado de su tronco.
—No espera, yo quería dis...
—No te preocupes no hace falta, aún no era tiempo. —Es como si hubiera leído mi mente. Me mira un poco apenado y después cambia la mirada a una de manera pícara—. Pero me debes un piquito y sólo eso y ya.
—No —contesto sonriente y quito las manos de su cuerpo—. Mejor dime que te entregaron.
—Es miel.
—Mmm interesante, miel... ¿para qué?
Él levanta las cajas del suelo con mucho cuidado y camina a la barra. Yo lo sigo.
—¿Cómo que para qué? Pues para ponerle a la fruta, para ponerle al pan, para endulzar mi té nocturno. —Derek abre la caja y saca un frasco con miel amarilla y espesa—. Es muy saludable. Y también pedí un frasco de miel de madroño para el café. La trajeron de Marruecos, ¿no es genial?
—No quiero saber cuánto te costó que trajeran esa miel desde ahí, pudiste haber comprado una botella en el centro comercial y te hubiera costado entre tres y cuatro dólares —hablo con despreocupación y él me ve ofendido.
—¿Cómo que del centro comercial? Esa miel es de dudosa procedencia, para mí no es más que caramelo.
—Uy perdón narciso.
—Delicado.
—Narciso.
—Delicado.
—Narciso.
—¡Bueno! De seguro ya estás prevenido para que salgamos, por ese cabello húmedo. —Señala con un dedo mi cabeza.
—¿A dónde vamos a ir? —pregunto viendolo aún más fijamente.
—Pues vamos a ir a comprarte ropa bobo.
Cierto, no iba a pasar mas de diez días en Nueva York con la misma ropa.
—De acuerdo vamos.
Él y yo salimos de la habitación y al llegar a la calle ahí estaba Isaac en el camaro. Yo me acerco al auto e Isaac baja la ventana, me da a un papel en la mano y se pone el dedo índice en la boca. Eso es raro. Pero supongo que quiere que lo que esté en ese trozo de papel se quede entre él y yo.
Sin darme cuenta Derek abre la puerta y hace una seña con el brazo, indicando que ya puedo entrar al auto.
Yo me meto y le doy las gracias.
Pasa el rato. Siempre es tan silencioso los primeros minutos que pasamos en el auto. Y yo veo que Derek está viendo hacia la ventana. También noto que Isaac me observa a través del espejo retrovisor del parabrisas. Yo saco la nota de mi bolsillo, y la abro, dice: "tendremos que separarnos de Derek un momento y tendrá que ser muy lejos. Necesito hablar contigo a solas". ¿Bueno? ¿Y eso que significa? Por qué razón Isaac querría hablar conmigo otra vez y solas.
Llegamos a una avenida, un lugar con muchas tiendas que desde fuera ya se veían lujosas.
—Bueno, bienvenido a la quinta avenida —dijo Derek muy alegre.
—Es bonita —conteste mirando por mi lado de la ventana.
—Enfrente de nosotros está Hugo Boss, la tienda donde compro ropa varias veces, conosco muchos lugares pero éste es uno de mis favoritos.
Hugo Boss una tienda de moda para hombres, con tan sólo entrar las empleadas y alguno que otro empleado comían a Derek con la mirada y a mí me veían con petulancia y desprecio. Obviamente me sentía incómodo. Además no quiero que Derek gaste tanto en mi, tan sólo una cazadora de cuero como las que solía usar Derek, cuestan cientos de euros. La vida está muy cara...
—Derek, vámonos... —susurro, y el pone sus manos en mis hombros caminando detrás de mí.
—¿Por qué? -pregunta y me da la vuelta para verme a la cara—. Acabamos de llegar.
—Lo sé, pero, es demasiado costoso...
—Lo mejor para Stiles.
—Ya lo habías dicho, pero no lo hagas, cada vez que compras cosas muy valiosas me siento mal, porque no estoy acostumbrado, siento que te debo mucho ¿sabes...?
Él me ve y se queda meditando. Va bajando sus manos, los desliza por mis hombros y luego se detiene en las muñecas, desde lejos parecería que nos tomamos de las manos.
—De acuerdo vamonos. —Esta vez mi súplica se hizo realidad, de seguro fue por el tono que usé. Él me sostiene sólo una muñeca, la derecha y me jala hacia la puerta de salida. Las miradas de los empleados son peores ahora. Al llegar a la puerta me jala con fuerza hacia su cuerpo y pasa uno de sus brazos por mi cintura. Me ve a los ojos.
—Vi como te observaban, demuéstrales que sólo soy tuyo —susurra muy alto.
—¿Qué quieres que haga? —interrogo/murmuro también muy alto.
—No sé, besémonos -propone y el tiempo nos carcome la oportunidad.
No sé, ¿si lo hago o no?, ay por qué yo. Finalmente después de largos segundos he dictaminado no hacerlo. Sólo beso el cachete de Derek y lo jalo fuera de la tienda. Derek me suelta la mano y me abre la puerta para que entre, y así lo hago. Los dos ya estamos dentro.
—Stiles ¿por qué no me besaste salvajemente? —pregunta un poco indignado con las manos con las manos haciendo zarpas.
Isaac empieza a conducir de nuevo.
—Porque uno: no quiero besarte. Dos: no tenemos que demostrar nada a nadie, ni siquiera los conocemos. Y tres: Vamos al Kmart.
Derek exclama un "¿Qué?" un poco demasiado exaltado. Tanto, que Isaac salta en su asiento y frena de golpe. Pero considerando que estamos en plena avenida sigue avanzando, por suerte, no está muy congestionado por aquí, sino Derek tendría que haber pagado la reparación del daño al auto que hubieramos chocado.
—¿Por qué a Kmart? Ahí van los pobres. —Típico de niño que ha vivido con dinero toda su vida. Casi nunca veía a Derek en modo "Mi Rey" es más nunca lo había visto así. Olvídense de "Derek Hale hizo un chiste, por dios se acabará el mundo", "Derek se está riéndo, hoy va a llover", "Hale es cariñoso, este no es Derek", "Derek es más imperactivo que Stiles Stilinski, debo de estar en drogas". No. Eso ya quedó enterrado, esto si era de otro mundo—. ¿Has visto la gente que entra ahí? Uy de sólo recordarlo me da cosa -seguía hablando con un tono sutil de desprecio pero efectivo.
—Derek —lo calle con amabilidad, y le toqué una pierna-. Si quieres que ande contigo, tendremos que eliminar este tonto comportamiento tuyo. —Lo golpeé con mis nudillos lo más fuerte que pude en su pierna. Él hizo una mueca y trago saliva audiblemente.
—Uy y no lo has visto cuando hay rebajas cerca de esos lugares. Se pone a rezar casi una biblia de barbaridades —dijo Isaac. Vaya, así que ya tiene mucho que tiene este comportamiento. Hay que actuar.
—Isaac —le llamo con un tono alegre. Y Derek ya se espera lo peor—. Llevame a Kmart.
—Como gustes Stiles.
Derek se incorpora como chiflido de su asiento y le ordena a Isaac que no.
—¡No! ¡No! Mejor vamos te llevo a Macy's. También va gente pobre ahí, las cosas son baratas.
—No. Vamos a Kmart.
—¡No mejor a Sears, Sears me entiende! ¡No!
》 》 》
—Bueno que esperas para entrar -le digo e incluso lo empujo un poco para que se meta al centro comercial.
—No quiero —dice rápido y retrocede. Una señora sale del establecimiento y Derek evita a toda costa tener contacto con ella incluso aunque fuera un mínimo roce.
—Te propongo algo.
—¿Qué?
—Compra ropa a toda esta gente, tú tienes más dinero que ellos. Puedes pagarles unas cuantas camisas y tendrás la cita romántica conmigo que siempre has querido —le hablo con mucha confianza atrás de él.
—Esa cita me pertenece por derecho. -Se voltea y me ve un poco encrespado. Levanta el puño.
—No si me niego siempre. Eso de sentirte petulante no va conmigo. Te has restado un punto. Tendrás que aprender algo bueno el día de hoy haciendo caridad, mucha caridad —le hablo con firmeza y pongo mis manos en mi cintura. Él aprieta los labios hasta que se vuelven una linea muy delgada e incluso infla la nariz. Se queda pensándolo y finalmente, hace un berrinche.
—No quiero Stiles No quiero No quiero No quiero No quiero. —Deja que sus brazos caídos y patea el suelo. Bueno si se va a poner así talvez pueda usar mis poderes de Stiles. Me acerco a él, y pongo mi nariz en su mejilla izquierda.
—Tendrás que hacerlo y si lo cumples con éxito te puedo dar un premio extra. —Por dios de dónde saqué la fuerza para hacer eso. Me alejo para ver su expresión, unos ojos muy abiertos, las cejas levemente levantandas. Y de pronto deforma su rostro, éste se convierte en unas cejas fruncidas al igual que su boca.
—De acuerdo. —Acepta de mala gana.
Ambos entramos y me doy cuenta que es un tienda algo pequeña. Hay muchas personas y en si todo es muy barato. Derek tiene cara de espanto.
—¡Oigan todos! —grito y todos me ignoran—. ¡Esto es un asalto! —Ahora algunas chicas gritan, claramente no traigo pistola así que la mayoría no se ve muy alarmado—. Bien ahora que tengo la atención de todos. Cada uno de ustedes puede tomar máximo tres prendas de ropa, y mi amigo Derek, futuro presidente de industrias Hale se los pagará a todos.
Todos rápidamente se dirigieron hacia la sección de ropa a tomar lo que más les gustaba, se veían muy felices y algunas chicas se acercaban a conocer a Derek. No estoy celoso No estoy celoso. Bueno un poco, casi nada. Me acerco a cerrar la puerta central del lugar, porque tampoco voy a dejar que se esparza la noticia y la mitad de Nueva York quiera que Derek les compre la ropa. Volteo a ver a Derek y él hace una sonrisa forzada a las personas que tratan de hablarle. Lo observo desde lejos.
—¿Enserio eres Derek Hale? —pregunta una chica de mi edad bastante guapa. Noto que Derek da un paso atrás y choca con un estante. Yo me rio un poco.
—Sí —responde él y la chica se le acerca.
—¿Y eres soltero? —pregunta la chica esta vez tocando un botón de la camisa de Derek. Yo tengo una sonrisa en mi cara.
—No, mi novio esta ahí —dice Derek sonriente y me señala. Mi sonrisa se borra. No, ahora las chicas de este lugar van a querer matarme. Yo me acerco muy rápido.
—No le hagan caso —mi voz tiembla y tengo una risa nerviosa—. está chiflado, no ha dormido bien -lo tomo de un hombro y lo jalo al otro pasillo.
—¿Qué te pasa? —interrogo/susurro exasperado.
—Nadie dijo que sería fácil para los dos -habla entre retador y desinteresado. Yo entre cierro los ojos y lo miró escrutadoramente. Él se ríe descarado y camina al otro pasillo tronando sus labios en mi dirección. Vaya mendrugo.
Derek se empezó a portar amable con la mayoría como podía y al final todo salio bien, pero bien vacío que dejaron todo. La gente ponía su ropa en la cajas para que se cargaran a la cuenta de Derek.
—Vas tener que recompensarme por esto —habla Derek entre dientes a un lado de mí.
—Ya sé.
—Ahora te compraré ropa de Macy's para que se te quite -me "amenaza" con una voz intimidante.
—Mira cuanto miedo tengo —hablo con sarcasmo.
—Muy gracioso delicado -susurra muy cerca de mi cuello. Yo cierro los ojos y me estremezco ante la caricia de fresco aliento.
—Cállate narciso. —Apenas y puedo decir. Recupero la compostura y caminó hacia adelante.
Pasa el rato y todos han "pagado" ya.
Muchos de ellos dan gracias a Derek.
Salimos de Kmart y yo me siento muy feliz. Entramos al carro y al momento en que Derek se sienta dice "pff pobres". La satisfacción me abandona.
—Sal de auto de nuevo —exigo.
—¿Pero por qué? Hice lo que dijiste -interpela baqueteado.
—Ese no era el chiste, se supone tenías que aprender una lección.
—Aprendí una.
—¿Cuál?
—No le regales nada a la gente pobre —dice a ojos cerrados y con un dedo arriba.
—Ven aquí! —Lo jalo de la camida con fuerza.
Volvemos a entrar al Kmart. Después de un buen tiempo comprando muchos abarrotes variados, y jabón y algunas golosinas. Con ayuda de Isaac metemos las cosas en la cajuela.
—Isaac ¿Conoces algún lugar para la caridad? —le pregunto.
—Sí —responde con las manos en el volante.
—Llevanos ahí por favor. —Volteo a ver a Derek—. Derek.
—¿Qué pasa? —habla molesto mirando su lado de la calle.
—Narciso, pasivo y hasta con actitud de riquillo engreído, quién lo habría dicho —hablo burlón y pongo mi tobillo derecho sobre mi rodilla izquierda.
—Déjame —habla él molesto. Pero yo me divertía y esta vez lo molestaba por una razón justa.
—Además, si quieres estar conmigo tendrás que quitarte esa actitud —le pique el brazo repetidas veces.
Pasó el rato y llegamos a un lugar y que siendo sincero no tengo idea de dónde es.
—Bienvenidos a The Bowery Mission —dijo Isaac alegre.
—No, todos menos esto, puedo ir a todos los Kmart del mundo, pero no aquí —suplicaba desesperado Derek.
—No, tienes que aprender a no discriminar a la gente por su condición económica. Además yo también soy pobre, mira que auto tengo.
—Pero tú eres difierente y especial —habla él con un tono meloso y dejo que me acaricie la mejilla con el dorso de la mano.
—Si quieres mi amor...
—Tendré que ganarmelo.
—Exacto, ahora sal y entrega esa cosas a las personas necesitadas. Aprende algo dinero. —Señalo el lugar. Los tres salimos del coche y carganos varias cosas al parecer la mayoría conoce a Isaac. Hay muchas personas, supongo que la mayoría son vagabundos sin hogar entre ellos también hay niños.
Derek y yo nos acercamos a una niña.
—Hola amiga ¿cómo estás? —le pregunto yo.
—Bien ¿quiénes sin ustedes? —cuestiona curiosa.
—Yo soy Derek y él es mi novio Stiles —habla Derek muy orgulloso de lo acaba de decir.
—Son una linda pareja -dice ella alegre.
—Toma. —Yo le doy mi chamarra azul a la niña. Y al mismo tiempo Derek le da unas golosinas y comida.
—¡Gracias! —fasi grita de la emoción.
—Talvez te quede grande pero te aseguro que no pasarás frío —le hablo yo ella y le tocó la cabeza.
—Esperen —dice ella y se va por un momento.
Más niños se acercan a nosotros y Derek lo está tomando mejor de lo que esperaba. Un poco más tarde la niña regresa con nosotros.
—Tomen. —Ella me da un pequeño lobo de juguete a mí y otro a Derek—. Uno para ti y otro para tú novio Derek. Una pareja de lobitos.
Los lobos me ha perseguido desde que conozco a la familia Hale.
Derek y yo sonreímos y nos miramos el uno al otro. Y yo como él, también estoy apenado y sonrojado. Son demasiadas concidencias y son demasiadas emociones que siento y no entiendo. Yo sólo se que...

Nota de Autor: Capítulo muy largo de nuevo y empiezo a creer que será una larga temporada de capítulos extensos. Hasta pronto y comejten. Paz y Paz.

Toda Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora