Lo veo ahí parado con toda esa sangre en el cuerpo. Parece que lo han pintado con sumo cuidado para que estuviera del todo cubierto. Sus ojos resaltan en la oscuridad se ven muy azules. Lo veo. Él me ve. Me estoy perdiendo. No sé si debo gritar de miedo. Dejar que me abrace. Ir a besarle. Enojarme o llorar. Todas parecen buenas opciones.
Ahora ve a nuestro bebé. Derek camina a pasos lentos. Algo prendido se apaga y se cierra. Siento como se cierra. Mi alma quiere tocar el cielo. Se acerca y no sé si debo tener miedo o deseo de que se cumpla la acción que realiza. Las piernas de Hale ya no aguantan más. Muchas bombas se ha instalado en sus articulaciones y han explotado. Derek cae con un sonido seco al piso y un gran crujido por parte del suelo de madera.
El doctor que ahora se me ofrece demasiado desconocido, pero de apariencia tan obvia y también familar está arrastrando a Derek por el suelo sujetando su cuerpo por los pies. E Isaac tiene a nuestro hijo, de Derek y yo y de nadie más.
Mis ojos ya no se pueden mantener más tiempo abiertos. Se cierran contra mi voluntad que no parece ser tan fuerte ahora. Sólo puedo escuchar el llanto del bebé que ha nacido de mi cuerpo. Me llama, quiere estar conmigo y es cierto que en ningún momento lo han dejado estar en mis brazos. Estoy perdiendo la conciencia. Yo... No... Puedo... Derek...
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Stiles yace en una camilla sin conciencia. Parece que no va a despertar en un buen rato.
---¿Entonces soy libre? -pregunta ese desconsolado doctor a Isaac.
---Sí. Rápido vete de aqui antes de que alguien te vea -ordena Isaac-. Ya sabes a dónde te va a ver Liam para darte lo que pediste.
---Gracias... -habla muy bajito el doctor de Derek.
---Lo que quieras peste -dice con un toque de asco Issac mientras carga al bebé con sumo cuidado y adoración. Aun así el niño no deja de llorar de forma inconsolable-. Tranquilo pequeño todo va a estar bien.
El hombre que era una persona de confianza para Derek sale de la puerta. Se pregunta qué es lo que acaba de hacer. Ha vendido su carrera, a su amigo, a chico que no conocía, a un bebé inocente sin importar la razón que lo haya llevado a nacer del cuerpo de un hombre, seguía siendo una criaturita libre de pecado. Ahora además ya no había vuelta atrás o eso es lo que quería creer. Su arrepentimiento es tanto que incluso podría regresar ahogado en desesperación y llanto y pedirle a Isaac de rodillas que deje todo. Porque parece que puede hacer algo para salvar a esa familia poco común. Porque parece que ahora si puede salvar a una familia. Después de todo no tiene nada que perder. Al llegar a casa nadie lo espera. Más que la televisión que espera con ansias a ser usada por su dueño para llenar su soledad con ella.
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Ese hombre está sentado en el sillón de su casa. Con su nueva familia. Su esposa es una hermosa mujer de cabello largo, ondulado y castaño claro, casi rubio.
Ella en una semana debe estar a punto de dar a luz. Un bebé que han estado esperando por muchos años de difíciles situaciones en las que su mujer no quedaba embarazada. Pero un milagroso día ésta ya estaba preñada.
Esperando durante casi diez meses que se hicieron largos y emocionantes. Una tarde de crepúsculo la mujer de este hombre iba a dar a luz. Rápido la llevó al hospital. La atendieron en urgencias y él claro que iba a estar en el quirofano, pues era uno de los cirujanos más reconocidos de la ciudad.
Durante el parto ninguna de las personas que estaban presentes sabía lo que sucedería. En un momento dado la embarazada perdió demasiada sangre. El esposo encargado de la hazaña puso todo su esfuerzo en salvar la vida de su amada. Pero un doctor que estaba dentro del quirofano gritó que debían salvar al pequeño.
Decidido a salvar al niño que tanto deseó, dejó a la esposa morir en el hospital. Y cuando el niño salió del cuerpo de su madre, todos quedaron demasiado sorprendidos pues nadie se lo imaginaba.
Él bebé había nacido con un síndrome poco común. El síndrome del cromosoma trece. El recién nacido tenía un solo ojo. Las orejas en donde va la boca. Y con los pulmones colapsados. En sólo unos segundos el niño murió en los brazos de su padre.
El hombre estaba devastado. No salió de su casa en meses e incluso pedía que llevarán la comida a su hogar. Un lugar lleno de comida hechada a perder. Moscas en todas partes. Y sabía por qué le había pasado aquella desgracia de haber perdido a su familia nueva en un solo día.
Buscó en su pasado. Y encontró a una mujer de cabello negro y ondulado. Y a su hijo de piel morena y carismático. Ellos dos son Melissa y Scott McCall.
El hombre había conocido a Melissa McCall cuando ella estudiaba en Nueva York. Ella era algo joven y él también. Tal vez no sabían lo que hacían pero sí, ella había salido embaraza de aquel personaje que ni su nombre conocía. Ella quiso que el hombre se hicieran cargo del hijo también pero éste se negó de forma rotunda. Durante el embarazo ella seguía llevando a cabo el proceso de terminar la carrera. Y cuando terminó volvió a California donde nació Scott McCall.
Ese abandono había sido su karma, el destino ya había hablado y sentenciado que él nunca más tendría otro hijo que no fuera Scott y por eso se le había negado la oportunidad de tener otra familia.
Durante muchos años se había resignado a visitar el hogar de aquella mujer por fuera y sólo observar a su hijo crecer. No quería ir a pedir disculpas por el abandono de su primer y única familia. Tenía demasiado miedo de ser rechazado y de ser criticado. Así que vivió así durante muchos años siendo doctor de cabecera de varios personaje importantes de la ciudad de Nueva York. Entre ellos estaba Derek Hale. Había conocido a ese hombre hace muchos años, casi desde que era niño. Y cuando creció en algún momento tuvo la oportunidad de conocer a su ayudante, es decir Isaac Lahey.
Una noche en medio de su desordenado departamento a pesar de ser doctor; pensaba en que esta vez sí iría a Beacon Hills y pediría perdón a aquella mujer y a ese adolescente. Pero recibió una llamada de uno de sus pacientes por segunda vez. Derek Hale le había llamado de nueva cuenta para que fuera a revisar a la pareja del hombre.
Se llevó la sorpresa más desconcertante de su vida al saber que ahora existía un hombre embarazado. Pero había prometido no decir nada a nadie al respecto.
En un momento dado de uno de los meses, para ser exactos era el quinto mes de embarazo de Stiles. Salió del loft. Se despidió de Deaton. E hizo su camino hacia otra parte de la ciudad. Una persona se acercó a él. Entonces le tapó la boca y lo drogó lo suficiente para dejarlo inconsciente.
Cuando despertó estaba en una bodega de la ciudad con una cosa extraña que colgaba del techo con apariencia de lagarto. Estaban sus manos atadas a un poste. Gritó y gritó hasta que Matt se hizo presente.
---¿Cómo despertó señor Rafael? -preguntó Matt sin vergüenza alguna.
---¿Quién eres y qué quieres de mí? -interrogó el doctor con mucho esfuerzo.
--- Bueno querido abandona hijos. Tú trabajas para Derek Hale y yo lo quiero a él. Información. ¿Entiendes? -Chasqueó Matt los dedos en frente de su cara.
---No te diré nada acerca de Derek. -Rafael escupió en la cara de Matt.
---Bueno. Yo puedo hacer que tu familia vuelva con sólo un poco de magia. Piénsalo. O puedo hacer que vayas con ellos. Decide o muere. -Matt se puso frente al señor con una gran navaja-. ¡Habla!
---De acuerdo. ¡Lo diré! -gritó Rafael sintiéndose más cobarde que nunca pero también pensando que tenía una oportunidad nueva.
---Bueno pues habla...
Al día siguiente Deaton y él habían descubierto que el bebé de Stiles sería niño. Derek los invitó a una reunión pequeña para el día siguiente y les agradeció con el fondo de su corazón. Rafael cada vez más culpable de su decisión salió del loft de los chicos. Llamó a Matt por teléfono.
---Estoy pegado a la puerta del loft... Creo que un momento saldrá... -susurraba Rafael.
---Cuando salga avisas para ir por él -dijo el joven alquimista.
---Sí.
Minutos después se veía a Derek casi saliendo del edificio más feliz que nunca. Rafael lo seguía a pasos sigilosos.
---Ya casi sale del edificio Matt -avisó el doctor.
---Ya estoy afuera.
En cuanto Derek salió a la calle, Matt sopló mucho polvo de acónito en su rostro. Derek cayó al suelo inconsciente.
Cuando despertó estaba atado a una reja demasiado fuerte para liberarse.
---¿Jackson Whittmore? - preguntó Derek demasiado confundido al ver al adolescente desaparecido ahora colgado sobre sus narices.
---Bienvenido al club -saludó Jackson con movimiento limitado de su muñeca debido a las esposas.
---¿Dónde estoy? -interroga el de ojos verdes a Jackson.
---En el lugar más asqueroso y molesto del mundo -respondió de mala gana.
---Ya me di cuenta.
---Derek estás despierto ya -gritó Matt ya enterado del estado lúcido de su víctima nueva.
---Liberame mocoso -exigió Derek transformándose casi por completo, pero su maldición se lo impedía de forma física.
---Te propongo un trato -dijo Matt.
---¿Cuál? -interrogó Derek.
---Derrota a este chico. -Matt se movió unos pasos y detrás de él estaba Liam Dunbar-. Y te dejaré ser libre.
---Me canso -respondió Derek con determinación en la voz además de valentía.
Las cadenas que mantenían a Derek prisionero se desataron y éste quedó libre.
---Liam demuéstrale que nadie puede contigo -habló Matt con seguridad.
---Claro que sí.
Derek corrió como loco hasta que se acercó lo suficiente a Liam como para darle una fuerte patada en la cara al joven pero éste la detuvo con mucha efectividad al cubrirse un costado de la cabeza con los brazos.
Liam tomó con fuerza la pierna de Derek y golpeó su abdomen con brutalidad haciendo un éste perdiera el aire. Con un patada en la cara, Liam consiguió derrumbar a Derek y montarse sobre él. Junto ambos manos en un puño y volvió a golpear a Derek en la cabeza.
Derek sintió su sangre hervir y pateó a Liam con la piernas y éste salió disparado lejos.
Pero la victoria de Derek fue por un momento corto pues Liam hizo lazos de miel que pegó en las manos de Derek haciendo que éste se diera seis golpes de su propia fuerza bruta en la cara.
Quedando aturdido Derek cayó al suelo y Liam consiguió enredar más de sus lazos de miel en los hombros de su contrincante. Como un gran tirón de cuerdas Liam jaló de sus lazos de miel y acercó a toda velocidad el cuerpo de Derek al suyo. Tanta era la velocidad que una persona normal no podría haberse dado cuenta de a qué hora sucedió. El impacto en la cara de Derek con los puños de Liam fue una golpisa de quinientos kilos de fuerza pura del infierno. Haciendo que su rostro se deformada por muchos segundos prolongados para después volver a la normalidad. El cuerpo del amado de Stiles voló acaso unos seis metros de distancia en el aire. Liam lanzó unas cuantas bolas más de miel para golpear a Derek más. Logrado su objetivo. Lanzó unos lazos de miel que se enredaron en un pie de Derek. Liam con un poco de esfuerzo consiguió levantar a Derek en los aires una vez más para hacerlo estamparse contra una pared haciendo que ésta se quebrara un poco. Liam mantenía un rostro serio pero en el fondo se sentía demasiado orgullo de su hablidad. Reía de poder hacer eso con las personas. Hizo al cuerpo de Derek chocar con otra pared y para el final agitó cual látigo su cuerda de miel e hizo que el licantropo atravesara la bodega para llegar a un gran fierro lo suficientemente grande, filoso y oxidado que atravesó el abdomen de Derek.
---¿Por qué hacen esto? -exigió una respuesta Derek demasiado dolido y furioso.
---Yo te lo explicaré -habló una voz ronca, era el viejo Argent-. Mi familia y la tuya siempre han estado en una disputa de poder en el mundo. Pero cuando descubrimos que ustedes eran una familia de licantropos no podíamos dejar las cosas así. Teníamos que acabar con ustedes a toda costa. ¿Me sigues? Entonces Kate falló y murió a manos de un mocoso mugroso.
---¡Cállate! -gritó Derek escupiendo sangre.
---Déjame terminar... Entonces dado que Kate murió de esa forma junto con muchos más Argent de los que pensé. Decidí vengarme. Las cosas no se pueden quedar así. Vas a sufrir todo el proceso de como tú familia va desaparecer de la faz de la tierra para siempre. Te haré pagar como nunca nadie lo ha hecho.
---Ya verás cuando pasen dos lunas llena más y tendrás tu merecido -habló Derek arrastrando con coraje sus palabras.
---Tú maldición es algo curiosa. Yo conozco otra parte de esa historia. Tus ancestros al igual que los míos hicieron un pacto con el Darach. Nuestros parientes ya muertos ofrecieron a su amigo de ascendencia asiática que fue convertido por el Darach en lo que conocemos como el nogitsune... Hay tantos misterios en esta historia que sigo preguntándome que es lo que trama tu madre manteniendo al nogitsune en el cuerpo de Stiles.
---Stiles no tiene nada en su interior -reclamó Derek al mismo tiempo que intentaba liberarse del enorme trozo de fierro que atravesaba su cuerpo.
---Podría matarte ahora pero lo fácil no es bueno y lo bueno no es fácil. Entonces vas a tener un largo y entretenido curso que te enseñará a no meterte con los Argent. -El viejo Argent susurró algo en la oreja de Matt y después se fue.
Las semanas pasaron y Matt torturaba a Derek de forma atroz mientras se turnaba para hacer más copias de Jackson Whittmore.
Liam Dunbar volvió a Beacon Hills. Sin contarle nada a la persona que se suponía que es su jefe, es decir Isaac. ¿Cuál era la razón para no seguir las ordenes de forma correcta?
Recuerda Liam la primera vez que vio a Scott, también recuerda como se quedaron viendo un minuto perdido, pero fue un momento bello.
Isaac era novio de Scott. Aunque Liam sabía que Scott no estaba enamorado de Isaac. La verdad era que Isaac con sus ojos podía controlar las emociones de Scott para que éste se sintiera enamorado. Aun así Liam se sentía atraído por el moreno.
Isaac casi siempre estaba más preocupado en encontrar al chico de largas pestañas. Y había ocasiones en las que Scott necesitaba compañía.
---¿Scott? -preguntó Liam al chico que caminaba sin rumbo por la carretera.
---Liam Dunbar -habló Scott al ver su amigo atrás de él.
---¿Qué haces? -Liam apresuró el paso para ubicarse del lado izquierdo de su amigo.
---Camino y pienso. Isaac salió de Beacon Hills otra vez. No tengo nada que hacer -respondió algo seco.
---¿Qué piensas? -interrogó Liam.
---En Stiles. Quiero que esté bien en donde sea que se ubique. Me hace falta su compañía. Siempre me hacía reír... -Scott agachó la cabeza un poco.
---Él... está bien... -comentó Liam levantando el rostro de Scott y se dio cuenta de que estaba llorando el moreno-. Lo encontraré.
---¿Enserio? -Un brillo de fe se instaló en los ojos de Scott.
---Lo prometo.
Digamos que Liam había hecho un convenio con Matt para mantener oculto a Stiles. ¿Por qué? Porque en el momento en el que Isaac y el Darach encontraran a Stiles le harían todo el daño posible y eso también causaría daño a Scott si se llegara a enterar, y eso era lo que menos quería Liam pues quería que su querido moreno estuviera lo más estable posible. Matt por su parte había aceptado pues Liam es su creación y además él no estaba del lado de nadie, sólo trabajaba en lo que le pedían.
Y así había logrado mantener la ubicación de Stiles en secreto hasta que pasó lo que menos se esperaba. El mismísimo Stiles había hecho contacto con Isaac.
Liam se esperaba lo peor pero al parecer Isaac había pospuesto sus planes para después. Mientras tanto Liam se había quedado en Beacon Hills y se había hecho demasiado cercano a Scott. Después de algunos meses sin noticias interesantes. Recibió una llamada de Isaac para que volviera a Nueva York.
Cambiado de tema.
Era una noche que parecía común como cualquier otra pero a Derek Hale lo habían mantenido ya cinco lunas llenas seguidas bajo techo sin que ésta tocará alguna vez su piel. En un descuido Matt no cubrió de forma correcta uno de los ventanales de la bodega. Haciendo que la luz de luna tocara a Derek. Éste casi se vuelve loco. Pues de hecho tenía una maldición. Dos lunas llenas podían pasar y eso no hacía ningún efecto en Derek. Pero en la tercera se volvía incontrolable. Pues ahora era la sexta luna llena. La primera en semanas. De hecho creo que en realidad había perdido la cordura. Se liberó de sus cadenas, en segundos cruzó toda la bodega. Matt se dio cuenta y enseguida se vio en la penosa necesidad de librar combate con Derek.
Resitando miles de palabras que no tendrían sentido para nadie, se transformó en una bestia de características desconocidas. Sí, se había transformado en un demonio. Y Derek en un lobo por completo de tamaño colosal.
Casi no se distinguían por la velocidad en en la que se movían. Unos cuantos rasguños por ahí. Gruñidos por allá. Fuego de la boca de uno de ellos. Entre algunas otra cosas más. En un momento de la pelea en la que la bodega parecía casi deshacerse. El demonio parecía ya casi haber matado a Derek. Bajó la guardia y entonces... Derek había mordido el pectoral de su contrincante de tal manera que le había arrancado el músculo por completo. Y de forma rápida se introdujo en su cuerpo comiendo cada órgano a su paso.
Cuando terminó sólo llegó algo su mente pérdida. El ver nacer a su hijo. Saltó de techo en techo ya en su forma de hombre lobo hasta que llegó al edificio donde antes vivía. Golpeó la puerta con desesperación hasta que se rompió y entonces lo vio. A su hijo. A su pareja. Nada importó a su alrededor. Sólo quiso caminar hasta llegar a ellos pero en ese momento, sus fuerzas se agotaron, el combate contra un demonio alquimista había sido demasiado intenso para él. Ni siquiera lo hubiera ganado de no ser porque lo mantuvieron encerrado tanto tiempo, escondido de la luz de luna llena y también por su maldición. Cayó inconciente.
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Despierto... En una cama solitaria de nuevo. Siempre parece ser la misma escena. Sábanas blancas. Boca pastosa. El sol entrando sin problemas por la ventana. Derek entrando sin problemas por la ventana es algo que parece un recuerdo demasiado lejano, casi de otra vida. La vida ha cambiado demasiado. ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi Derek?
---Isaac -hablo. Mi voz se oye demasiado seca-. Isaac.
---¡Stiles! -Su voz se oye hasta acá arriba. Oigo sus pisadas en las escaleras. Se oyen llenas de tensión. Por fin todo su cuerpo se hace presente-. ¡Stiles! -Tiene el rostro muy mojado de sudor, sus ojos están muy rojos se confunden sus lágrimas con la humedad de su cara-. Derek.. -Su voz se corta.
---¿Qué Isaac? -grito/pregunto en verdad desesperado.
---Derek se ha llevado al niño. Hice todo lo que pude. Pero es demasiado fuerte. No pude Stiles. -Isaac rompe en llanto-. Perdón. Perdón. Perdón.
Estoy en blanco. Me estoy hundiendo en una neblina blanca. Tal vez ahora sí, desaparezca. Tal vez ahora si muera. He sido lastimado tantas veces que me he acostumbrado al dolor de esta forma tan exagerada. Me he acostumbrado tanto que ya no duele. Ya no quiero hacer nada. Sólo me siento en blanco. Sólo me siento vacío.
Muriendo. Temiendo. Gritando. Han pasado semanas desde entonces. Isaac sigue buscando rastros de Derek. Yo sigo envuelto en mis sábanas blancas, sentado en mi cama,con las piernas pegadas al cuerpo, con la nariz fría, con los ojos demasiado rojos tanto que arden, con la mirada perdida, con el sol en el horizonte entrando tan fácil por la ventana. Derek entrando tan fácil por la ventana. Es un recuerdo demasiado lejano, casi como de otra dimensión. ¿En qué momento la vida se convirtió en esto? Es decir, recuerdo que todo empezó con una salida con la familia Hale donde lo conocí. Todo empezó con un sueño poco común por la mañana. Todo empezó con su regreso a la ciudad. Y ahora no me explico en que momento terminé aquí, viéndome como un adicto a la cocaína.
---¿Stiles? -Isaac dice mi nombre. Está parado enfrente de mí-. Tengo un regalo para ti.
---¿Los encontraste? -interrogó demasiado alterado de pronto.
---Algo mejor. -Se sienta a un lado de mí-. Verás... Mis ojos no pueden controlarte a ti. Eres extraño. No sé el porqué y ahora que Matt está muerto menos sabré. Pero creo que puedo convertirte en una hermosa mariposa.
---¿Mariposa? -pregunto y por primera vez en toda la mañana lo veo a los ojos. Demasiado azules oscuro, y al mismo tiempo demasiado rojos. Su mirada ha cambiado. Es demencial.
---Exacto. -Sonríe de forma tenebrosa.
Siento calor en la mejilla izquierda. Mis ojos cambian la dirección en la que ven. Mi cabeza está apunto de chocar con el respaldo de la cama. Todo se vuelve negro.Nota de autor: Toda Una Vida. Ultimas semanas.
xD Siempre quise escribir eso.
Me acordé de algo... estaba yo ahí viendo el... bueno luego se los cuento. Comenten ya saben. El primero que lo haga le dedicaré un capítulo porque nunca lo he hecho, y así.
Sólo faltan cuatro capítulos aproximadamente para el gran final definitivo. Que nervios. No sé cómo le voy a hacer para arreglar todo esto. Los quiero. Bye.
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Toda Una Vida
FanfictionEn un universo alterno de Teen Wolf, Stiles conoce a Cora la hermana del siempre serio y gruñón Derek Hale, cuando sólo tenían cuatro años de edad. La madre de Stiles muere un año después, entonces este niño con la necesidad de nunca callarse tiene...