Toda Una Vida

En el avión a Nueva York Tú eres más tonto que nunca

-Ay Derek, pues... que te puedo decir...

-No digas nada, sólo, empecemos de nuevo.

Yo sonreí, aunque me gustaba la idea, aún quería hablar de otras cosas de nuestro pasado para aclararlas, menos de nuestro beso en el baile, pero supuse que si le negaba su petición se iba a sentir triste y frustrado  como la princesita en la que se convirtió.

-De acuerdo, yo soy Stiles Stilinski -Le di una mano.

-Y yo soy Derek Hale -Me apretó la mano en un salido amistoso.

-Gusto en conocerte Derek -Solté su mano.

-El gusto es mío -Derek amplió más su sonrisa, mostrando su perfecta y curiosa dentadura. -Tienes unos ojos muy bellos Stiles.

Ay Derek, no empieces.

-A... gracias...

-Cuando quieras, ¿Te puedo decir pequeño Stiles?

-Hace mucho años que no me decías así -Le dije.

Antes cuando yo era más pequeño Derek estaba en la adolescencia y parecía que aveces le caía bien o al menos le era tolerable cuando eso pasaba, me picaba la barriga, y me decía. Bueno recordemos.

Como ya dije, cuando  pasaba eso, casi siempre era del mismo modo.

-¿Cómo estás pequeño Stiles? -Preguntaba el arrodillado frente a mí y lo de respondía.

-¡Muy bien, mi adorado Derek! Estoy feliz porque tú estás feliz ¿No?"

-Claro que lo estoy.

-Genial -Exclamaba yo en voz alta, levantando los brazos, para después doblarlos hacia abajo.

-Tu voz.

-¿Qué tiene?

-Es graciosa. Talvez mejore cuando crescas pequeño tontuelo homosexual -Decía haciéndome cerillito en mi cabeza.

Yo reía -¡Ya déjame!

-Cierra tus ojos y extiende las manos -Me pedía él. Yo lo hacía. Derek depositaba un objeto en mi mano.

-¡Unos chocolates Resse's! -Exclamaba yo con felicidad.

-Así es -Era de las únicas veces que él hacia una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes, sólo con los labios.

-Gracias.

-Bueno, pequeño Stiles, tengo que hacer cosas, adiós -Él se levantaba y después, se iba escaleras arriba, hacia su habitación en la mansión.

-Adiós.

De hecho la primera vez que me dio unos Resse's lo dije desganado, aquí otro medio recuerdo de esa primera vez. Después de que acepte su obsequio él se fue un poco insatisfecho. Por la noche estaba yo en mi cama apunto de dormir, tomé la envoltura, la abrí y le di un mordisco a uno de los chocolates, con miedo comencé a masticar, no tenía un recuerdo agradable con el sabor. Pero el solo hecho de que él me regalará esos chocolates hizo que los Resse's se combirtieran en mi chocolate favorito. Que recuerdos... Volviendo al presente.

-¿Stiles? -Derek chasqueó los dedos delante de mí. Otra vez me había perdido en mis pensamientos.

-¿Qué pasa?

-Te pregunté si te podía decir pequeño Stiles.

-Y yo dije que hace años que no me decías así.

-¿Si puedo?

Lo pensé un poco. No, sería muy incómodo.

-No no puedes -Dije volviendo a ver por la ventana.

-¡Stiles! -Exclamó Derek, jalando suavemente mi hombro.

-No, no puedes decirme así.

-¿Por qué?

-Por que no me gusta.

-Antes te gustaba -Un momento acabo de caer en la cuenta de que yo antes le decía "Adorado Derek". Ahora se de dónde sacó "el no debo mentir a mi adorado Derek". Si ya me he olvidado de esas cosas, supongo que debe haber más recuerdos bellos, que fueron opacado por los malos, pero bueno ya buscaré luego.

-Antes, era diferente, además "Nos acabamos de conocer" y ya me estás diciendo cosas todas quién sabe cómo.

-Ay sabes que no.

-O. Por. Dios, quisiera estar en mi casa -Dije muy cansado.

-¡Nadie te obligó a venir! -Exclamó él. No puede ser. Volte a verlo.

-¡No lo dices en serio! -Casi grité. -¡Prácticamente me raptaste, te metiste a mi casa, fue tan  rápido que aún estaba semidesnudo y con cobijas. Oh y puedo recordar la frase, vas a venir conmigo aunque no quieras, o algo así!

Una ves más tuvimos una discusión, que terminó después de quince minutos cuando una anciana de atrás nos habló, ambos nos acomodamos en los asientos para poder verla, entonces ella dijo.

-Chicos yo sé que  tienen problemas de pareja, pero yo trato de dormir, serian tan amables de calmarse. Tengo una idea. Al que se llama Stiles, cuando lleguen a casa sorprende a tu Derek. Toma una pose sexy desnudo sobre la cama.

Yo quedé con la boca abierta,  mientras Derek reía. Derek me rodeó con un brazo.

-Gracias señora, y ya estaremos más tranquilos -Agradeció él de buena gana a la anciana

-Es que, que, él -Traté de explicarle a viejita que Derek no era más que un amigo, pero estaba demasiado en shock y Derek me interrumpió

-Ya vez Stiles, ya sabes que hacer cuando lleguemos a nuestra casa -Me guiño un ojo. Y no me lo esperaba, pero Derek depósito un beso inocente en mi cachete, pasó tan lento. Yo seguía con la boca abierta. Cuando Derek se despegó de mí, me miró con una sonrisa satisfecha y supongo que yo estaba más que sonrojado.

-Que lindos chicos, hacen muy linda pareja -Dijo la agradable señora también sonriendo. Derek volvió a agradecerle y no volvimos a sentar.

Derek agarró mi cabeza por la nuca y juntó nuestras narices y nuestras frentes, yo estaba demasiado en shock para poder reaccionar. Así nos quedamos unos largos segundos, hasta que él empezó a acercar sus labios a los míos, queriendo besarme. Ahí si que reaccione y me alejé lentamente hasta que mi cabeza estaba pegada en la ventana.

-Explica esto -Le dije, con los ojos muy abiertos.

-Es, bueno, yo, tú... No sé por dónde empezar.

No sé por que, pero creo que sé que va a decir.

-Debo estar soñando, sí,  esto es una horrible pesadilla.

-No digas que es una horrible pesadilla, me harás sentir mal Stiles -Dijo él con tono lastimado en la voz. -Al principio pensé que estaba perdiendo la cordura, pero creo que en el fondo siempre lo supe, ¿sabes? Ahora puedo decir con total libertad que... -Todo lo estaba diciendo lentamente. -Que me gustas Stiles...  Y quiero que este viaje, lo recuerdes siempre, y sé que después de todo lo que ha pasado entre nosotros, ya no me quieres ni un poquito y lo has demostrado. Entonces yo trataré de hacer todo lo posible para que tú me quieras de nuevo. Me gustas mucho Stiles.

Derek Hale se me declara justo cuando me dan ganas de  vomitar por el mareo. Empiezo a perder el conocimiento.