Me despierto. Entre unos brazos muy grandes que me protegen. Son cálidos. Una de mis manos está entrelazada en otra. Siento que acarician mi cabello. Mis piernas están muy enredadas en otras y me producen un cosquilleo al mover las moverlas y sentirlas.
---Has despertado -dice cerca de mi oreja.
Bostezo muy fuerte y trato de estirarme en todas direcciones.
---¿Qué tal la noche? -pregunta esta vez.
Me acomodo bien en él. Me pongo entre sus piernas. Mis manos están en su pecho. Mi cara muy cerca de la suya.
---La mejor de mi vida. -Sonrio.
---Eso supuse. -Me mira juguetón y pone sus manos en mis costillas.
---Sí, no sé que decir...
Ahora me pongo a su lado. Recargo mi cabeza en su hombro. Tiene un brazo atrás de mi cabeza. Me acaricia la cara.
---Tengo algo que decirte... -Noto un poco de inseguridad en su voz-. Yo soy un hombre de casí treinta años con un chico que aún tiene diecisiete.
---Ya en una semana cumplo los dieciocho -interrumpo.
---Lo sé y es una fecha especial, pero... Yo quiero... Tú. ¿Tú tendrías una familia conmigo? -pregunta y su voz ha temblado demasiado.
---Osea cómo...
---Sí igual que todos, una familia sólo de nosotros dos. Piénsalo. Imaginalo. ¿Te gustaría?
En eso estoy, meditando. Como él dijo, yo sólo soy un chico y él ya es un hombre de casi treinta años, quiere una familia. Creo que es normal, es más, creo que es la edad correcta la que tiene de veintiséis. ¿Yo debería...? ¿Cómo lo haría...?
---¿Stiles? -No he dicho nada en seis minutos. Su voz se oye algo triste al saber que no he respondido.
Lo miro a los ojos.
---Claro que quiero una familia contigo... Aunque vamos a adoptar ¿cierto? -Levanto una ceja más que la otra.
---¡Claro que no! -grita emocionado y me abraza de nuevo.
---¿Cualquier otro método? -interrogo espantando.
---Tampoco. -Me besa muchas veces la frente.
---¿Entonces? -pregunto confundido una vez más.
---No quiero arruinar la sorpresa así que no te lo diré -dice y me sube arriba de él. Me abraza ahora más fuerte.
---¡Derek! -reclamo mientras me retuerso para liberarme de su agarre y que se de cuenta que no estoy satisfecho con su respuesta. Espero y no sea lo que imagino.
Él no dice nada y me quedo ahí, sobre él, con nuestros desnudos cuerpos pegados. Veo el techo, estoy boca arriba y me quedo pensando. ¿Qué hará Scott cuando sepa que ya no estoy en Beacon Hills?
---¿Quieres una ronda de sexo matutino? -pregunta emocionado otra vez.
---Me encantaría. -Con sólo decir eso siento como se empieza a excitar.
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Parece que ha pasado un buen tiempo desde entonces. En realidad cinco meses para ser exactos. Los cinco meses más extraños y locos de mi vida.
Lo explicaré de manera fácil. Pues la cosa que había escrito la madre de Derek atrás de la foto servía como referencia de un libro especial... Sin más detalles cuando encontramos el libro, éste no decía nada sobre cómo embarazar, y en ese momento yo no sabía lo que Derek planeaba. Pero un día Derek hizo algo que venía en el libro sin saber en su totalidad para que funcionaba y después durante el sexo me mordió el cuello... se formó un triskel en mi espalda, incluso más grande que el de Derek e incluso se puso dorado en una ocasión. Después de eso... quedé impactado y espantado, demasiado.
Durante las primeras dos semanas no pasó nada interesante y yo tuve que conseguir un trabajo en el lugar más común donde una persona en Nueva York (o en cualquier otra ciudad) puede conseguir un trabajo. Sí, en una cafetería. Porque ya saben que no me gusta que Derek me pague las cosas.
Y entonces... vinieron los síntomas... Como en cualquier historia de amor en la que se mezclen humanos y seres mitológicos y procesos biológicos siempre va a haber un problema. Puede que haya sido que estaba criando al hijo de un hombre lobo o porque me estaba exigiendo mucho en mi trabajo sin saber que estaba embarazado o ambas.En una noche Derek y yo estábamos en el cine viendo una película de terror y de hecho ya era muy tarde. Me empecé a sentir mal y tuve que avisar a Derek. Hice mi camino hasta la calle, pasando por pasillos que se hacían dobles y borrosos. Cuando arribé a la banqueta mi mundo se cayó unos metros pero unos brazos me detuvieron antes de golpear el suelo con mi cara. Puse mis manos en los antebrazos de la persona que me sujetaba y mis pies volaron un poco para después volver al suelo. Después, como era de esperar, vomité toda la comida y era una escena curiosa para las personas que nos veían pues estábamos Derek y yo en una posición demasiado antinormal para dos hombres, supongo. Cuando terminé de desalojar mi estómago, a Derek no le importó las miradas de las persona y me cargó hasta el estacionamiento.
En el loft todo iba mejor otra vez. Y yo estaba en la cama acostado con las cobijas hasta el cuello porque Derek siempre está muy al pendiente de que no me pase nada.
---¿Estás bien? -preguntó y puso su mano en mi frente.
---Ya me siento mejor -acepté.
---¿Quieres que llame al doctor?
---Mañana -respondí.
---Haré que venga ahora. -Una vez dijo eso casi marca el número del médico si yo no lo tomo de una mano-Pero...
---Estaré bien hasta mañana -fue lo único que dije antes de apretar nuestras manos un poco más fuertes.
A la mañana siguiente vino el doctor de cabecera de Derek. El cual es una persona por completo normal. Me revisó de pies a cabeza de forma escrutadora ya que Derek quería el diagnóstico completo para ese mismo día. Pero el doctor no encontró nada alarmante. Y decidió darme medicamentos contra parásitos estomacales por por si las dudas.
Los días fueron pasando y entonces el deseo de comer cualquier cosa se hizo presente al igual que la sensación de sentirme más, no sé, hinchado. Pero los vómitos causados por náuseas tremendas tal vez habían reducido con consideración pero no dejaba de ser algo preocupante.
Entonces Derek no dejó de enviarme con doctores y en varias ocasiones me habían hecho radiografías, ya saben, con rayos "x". Pero sin embargo los médicos no encontraron nada más en mí. Ni siquiera los especialistas.
Otra noche encontré a Derek frente a su escritorio con las manos agarrándose la cara por frustración y preocupación. Yo me retiré de ahí pero sé que él se había dado cuenta de mi presencia.
Con la finalidad de ayudar me tuve que ver en la necesidad de llamar a Deaton. Me olvide de los porqués de no llamar nunca a algún lugar de Beacon Hills. Deaton llegó un mañana y por cierto es la segunda persona que en ese entonces sabía dónde me ubicaba y tenia mi autorización para venir.
---Que bueno que veniste Deaton -exclamó Derek y lo abrazó para que supiera cuán agradecido estaba.
---Sí. Stiles me llamó para que viniera pues ya me contó como la ha pasado las últimas semanas -comentó Deaton mientras entraba.
Se acercó al escritorio de madera que Derek tenía frente a la cocina y tomó el libro que nos costó mucho trabajo encontrar.
---¿De dónde lo sacaron? -interrogó extrañado.
Sentí que alto no iba bien.
---Lo buscamos por todos lados y lo encontramos en el rincón más viejo de la biblioteca de la ciudad. -Derek habló con la voz un poco nerviosa.
---Bueno pues no es un libro de magia negra pero... -Examinaba el libro por todos sus lados.
---¿Pero? -apresuró Derek,
---Pero tampoco es un libro de magia blanca. Su uso no es... recomendable -sentenció con una mirada sería.
Sí el libro no era un objeto "recomendable", entonces, ¿por qué la mamá de Derek lo escribió detrás de nuestra foto?
---Ahí hay varios conjuros para hacer que sucedan cosas que en realidad no deberían existir -Seguía Deaton-. ¿Han usado algún hechizo?
---Sí... Yo usé uno... no sé con exactitud para que sea sólo pude traducir unas cuántas palabra pero...
Deaton lo veía con un poco de pena.
---Lo siento... -fue lo único que dijo Deaton y comenzó a caminar hacia hacia la letra de salida.
---¡¿Qué pasa?! -pregunté espantado. No sabía que pasaba y por qué a mi me sucedía y eso me tenía aterrado.
Entonces Deaton se vio resignado a regresar.
---De acuerdo. Los ayudaré en lo que pueda -dijo Deaton
Leyó el libro viejo y enorme por varias horas y entonces al final después de varios intentos de Derek por hacerlo hablar durante todo ese tiempo Deaton explicó que había hecho un conjuro para obtener lo que él mas quería en ese momento.
---¿Qué era lo que querías Derek? -preguntó serio Deaton.
Derek tenía expresión culpable en el rostro.
---Yo... al momento de pronunciar ese conjuro, se vino a la mente.. tener una familia con Stiles... -Una vez dijo eso agachó la cabeza.
---Bueno. Derek ven aquí -pidió Deaton.
Derek lo hizo, se acercó y Deaton pidió a Derek que leyera un fragmento de algo que había encontrado. Derek obedeció al pie de la letra y entonces sentí las puertas del cielo abrirse, pude ver y probar los sonidos, pude oír las imágenes en mis ojos y otra sensaciones y sentía que me hacía de oro. Y entonces pude ver que Derek y Deaton eran iluminados por un resplandor dorado, un resplandor dorado que salía de mi espalda, del triskel de mi espalda.
Ellos me veían más que sorprendidos. Y todos pudieron ver como un embrión se formaba en mi vientre. Y después de eso todo se volvió negro.
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Durante ese lapso de tiempo en que Stiles estuvo desmayado. Deaton explicó a Derek lo que había hecho.
---Existe una leyenda Derek -empezaba a contar Deaton-. Hace cientos de años en una gran pradera habitaba una pareja que había adoptado a un niño de curiosos ojos dorados. En esa misma pradera habitaban otra tres familias de orígenes diferentes en el mundo pero con igual pobreza. Y en esas familias había en cada una había un adolescente de trece años. En la primera familia, uno de ellos era de cabello negro y ojos azules casi verdes, alto y valiente. En otra familia había una chica de ojos amielados y cabello castaño claro la cual poseía astucia sin igual. En la otra y última familia había un chico de origen asiático temeroso, inocente pero inteligente, más que los otros dos.
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Toda Una Vida
FanfictionEn un universo alterno de Teen Wolf, Stiles conoce a Cora la hermana del siempre serio y gruñón Derek Hale, cuando sólo tenían cuatro años de edad. La madre de Stiles muere un año después, entonces este niño con la necesidad de nunca callarse tiene...