Mickey Mouse muy antiguo

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Medio despierto, envuelto en sábanas y algo más, un aroma... agradable... protector... fresco... a hombre... a Derek... Me gusta... ¡Ay pero que digo! ¿Dónde diablos estoy? ¡Por dios es una cama! ¡Estoy casi desnudo! ¡En la cama que huele a Derek! Me levanto como loco aventando sábanas hasta que oigo una voz. Es la de Isaac.
—Tranquilo chico —oigo que dice cuando toca mis hombros, y yo parezco fantasma de caricatura de Scooby Doo—, deja quito esto de encima. —Lo veo morderse la lengua mientras me quita la sábana blanca y delgada de la cabeza y me habla esta vez como si fuera el mismo Scooby—. listo eres libre amigo.
—Uy gracias por tratarme como perro —respondo socarrón, sentadome bien en la cama.
—Sí, bueno,  pero te ayudé. —Me toca la cabeza y me ve con sus ojos azules a lo míos, yo correspondo a su mirada, y me doy cuenta que Isaac, no es feo... talvez...
—¡Buenos días! —saluda alegremente Derek entrando por la puerta, está vestido, y trae una una bandeja para cama en las manos, con un vaso de jugo de... Mmm, no sé de qué sea, ¿zanahoria? ¿mamey? ¿se puede hacer jugo de mamey? También hay un plato de frutas al parecer es mango, piña y otra cosa en forma de estrella, no sé como se llama. Otro vaso de chocolate frío y unas rebanadas de pan tostado, untadas delicadamente con mermelada de fresa, durazno, Nutella, y también mantequilla con azúcar morena. Isaac se separa de mí raudo. Y Derek aparentemente no se ha dado cuenta de nada—. Stiles que bueno que despiertas, te traje el desayuno a la cama, como ya pudiste darte cuenta de las cosas que traigo, no es necesario que lo mencione. De hecho yo también tengo el mío —dice Derek poniendo la bandeja para cama sobre mi regazo, y después pide a Isaac que vaya por el desayuno de él, entonces Isaac sale de mi cuarto y me voltea a ver con compución y pena.
—¿Bueno y como te la pasaste ayer? —pregunta él sentado en un banco situado en la esquina izquierda de la cama, por donde también está la puerta de salida.
—Bueno pues... supongo que bien... —es lo único que digo, tomando el tenedor pero sólo rosando la fruta con sus púas.
—¿Supones? ¿Hubo algo mal? ¿Yo hice algo mal? —habla él con sentimiento de culpa. Recuerdo todo lo que charlé  ayer de él conmigo mismo, y lo acabo de decir hace rato sobre su olor, de seguro ya estaba demasiado cansado y hoy demasiado dormido y no pensaba con claridad.
—Pues sí, fue molesto a ratos pero, bueno, lo bueno es que ya es un día menos —satisfací su duda, esta vez tomado de mi vaso de jugo, que ahora sabía que era de naranja con zanahoria.
Isaac trajo el desayuno de Derek y éste le pidió que se fuera para darnos privacidad, y así lo hizo. Mientras comíamos, el silencio se extendía en el cuarto, amaba eso. Pero sé hizo añicos mi tranquilidad  cuando levanté la vista, vi el reflejo verde de los ojos de Derek, no dejaba de verme, era como si viviera de hacerlo, y en este momento  a mí me parecía poco confortable.
—¿Qué me vez? —pregunté retador.
—A ti bobo —respondió amablemente todo lo que contrario de la manera en que yo hablaba—, me gusta verte porque me gustas. —Sonrió y me hizo una de sus miraditas todas cuchas de cariño profundo. Yo... sentí mi estómago contraerse, mi faz invadida lentamente por serpientes muy delgadas y calientes, las ventanas de mi rostro cerraron, impidiendo ver esa cara de cariño con esas palabras que mis oídos digirieron palabra por palabra. Entonces descubrí que esta era la primera puerta que fue cubierta por sombras, esta puerta de tantas de mi reino de emociones. Y  ahora ya estaba al paso libre. Escuche el único sonido armonioso en toda la mañana, su grave risa.
—Dé-Déjame —balbuceo y volteo mi cara hacia la derecha donde no pueda verla y por si las dudas me tapo la cara con mi mano.
—Muy lindo —declara y con mi visión periférica puedo notar que el continúa comiendo con normalidad mientras yo tengo un ataque de vergüenza.
—Basta narciso.
—¿Por qué narciso? —pregunta si no lo hace exaltado pero si curiosidad extrema.
—Porque, no sé, eres como metrosexual aveces, es decir, te cuidas como ningún otro hombre que conozco, té con galletas por la noche... —me quedo en silencio mucho tiempo y parece que me han puesto una bombilla inalambríca por encima de mi cabeza—. ¡Eres pasivo! —exclamo, Derek empieza a toser y es de lo más hilarante ver su expresión.
—Nada de metrosexual, y n-no so-soy pasivo —titubeo y miró hacia otro lado ya que un ejército de pena a asaltado territorio Hale.
—¿Y por que titubeas?  —Señalé acusador con el dedo y retiro la bandeja para cama de encima mío.
—Por, por, que, por que, me pones nervioso con esas ocurrencias. —Yo me río y aplaudo.
—Yo pensé que podrías ser muchas cosas pero, pasivo, ni por aquí me paso. —Deslizo una mano por encima de mi cabello atrás y adelante muchas veces. Continuo riendo, cierro los ojos y me dejo llevar.
—¡Stiles! —oigo que él grita, abro los ojos ojos y lo veo frunciendo el seño frente a mi cara.
—¿Qué pasa pasi...?  —me detengo de hablar cuando él pone dos dedos en mi boca y entonces pega sus labios a los dedos que puso sobre los míos.
—No soy pasivo... es sólo que imaginé haciendo... eso... nosotros dos, y por un momento pensé que me gustaría que una vez tu fueras el dominante en el acto, ya sabes, tú el activo y yo, eso —explicaba sin despegar su boca de sus dedos.
—Sabes que no pasará mientras esté en mis cinco sentidos —digo yo, en tono valiente, masajeo sus dedos con mis labios al hablar, y me parece... provocador... ¡Ya basta Stiles! ¡Ponle un alto a esto! Oh no... !Bueno sí
—Sabes que no haré nada sin tu consentimiento —susurra cerrando sus ojos, yo cierro los míos, él acaricia mi mejilla izquierda con su mano derecha—. Será nuestro sucio secreto.  Sólo di que lo haga de una vez.
Yo abro la boca para hablar y decir que acepto su oferta,  que lo haga de una vez, pero no digo nada, en el intento de hacer eso, una vez más mis labios acarician sus dedos, ¿y si mejor acarician sus carnosos y rosados labios? todo se ha tornado tan silencioso que nuestros corazones se oyen fuerte creando un ritmo, nuestras respiraciones agitadas se unen a la melodía, se oyen un ruido extraño por ahí que también se une y por un momento parece que todas las personas del mundo nos rodean y sólo dicen la letra "e" que nunca acaba de ser conjurada y cada vez se oye más y más alto, hepocordio. Haciendo de todos los sonidos una armoniosa canción con  mucho ritmo. En el momento que tomo los dedos de Derek con una mano y los retiro lentamente, él se sube a la cama, y yo lo beso. Derek empieza a acariciar mi brazos y mi espalda desnuda. La canción comienza a subir de volumen  en mi cabeza, todos esos sonidos se mezcla ahora y a pesar de eso, ahora se escuchan mucho mejor, tan bien al igual que el tacto con Derek,  tan bien que nunca me había sentido tan exitado en mi vida, en serio tan bien está Derek y esa intensa melodía imaginaria, que estoy a punto de tener un orgasmo. Casi riendo de placer, lo único que evita que lo haga es que Derek me besa el cuello y yo sus dedos y entonces yo muerdo mi labio. Cuando de pronto una flecha se entierra en mi cabeza, derramando pensamientos racionales a través de la herida de la cordura y todas las sensaciones parecen haber sido cortando doloramente con un hacha dejándolas caer, pesadas, hacia un acantilado, desechas, irreconocibles. Mi respiración esta hecha de pánico,  no me reconozco y estoy asustado de mi propia reacción super lujuriosa, malditos demonios internos.  Empujo a Derek hacia atrás, él tiene una cara muy confundida.
—¿Qué pasa? —pregunta el hombre que me ha dado dos besos castos en mis labios y muchos otros en el cuello, no, ningún beso fue profundo, y por eso me sorprendo de casi haber tenido un orgasmo. Ahora sólo existe ese silencio inquietante en el aire denso. Pesado como ese mismo hombre encima de mí.
—Bájate —hablo con tono frío.
—¿Dime qué ha pasado? —insiste, diablos qué le puedo decir, que tuve miedo, si eso es, tuve miedo de no contener mis impulsos. Maldita sea, ahora es cuando me doy cuenta de que mi pierna se siente mojada, mi mano también,  y es el chocolate frío que se ha derramando sobre la cama, talvez eso fue el contacto ciego que me hizo volver a conectarme a la realidad. Sí, eso debió ser.
—Lo que ha pasado es que no debió pasar—contesto a su pregunta, tapando la desnudes de mi tronco con las mojadas cobijas, algo así me siento como una mujer desnuda. ¿Por qué yo?
—Pero tú fuiste el que me dio permiso. Quitaste la única barrera que separaba nuestras bocas.
—¿Y qué? Debiste retirarte si sabes que no es el momento para ambos.
—¿Y hasta cuándo entonces? —pregunta y ya está de pie del otro lado del cuarto.
—¡No lo sé! ¡Tengo miedo! Es como si fueras un lobo en un disfraz de cordero —grito y levanto los brazos sin importar que las cobijas hayan caído de nuevo en mi regazo.
—¿Enserio todavía no confías en mi? ¿Enserio? —preguntó en tono dolido, bastante triste. Quiero que se vaya, quiero que se vaya, y  no digo nada y él sale de la habitación.
No, ya no quiero que se vaya porque será más difícil que nos veamos a la cara más tarde, ahora solo quiero hundirme en las sábanas y no salir jamás  de ahí. Siento, vergüenza y culpa.
Me hago bolita bajo las cobijas. Pero que tonto soy. Simplemente pude haber separado un poco y decir "Derek aún no es nuestro momento". Siempre tengo que arruinarlo todo. Pasa media hora.
—¿Stiles? ---Oigo la misma voz que oí en la mañana al despertar—. ¿Estás despierto?
—No, estoy muerto —contesto aún debajo de las cobijas, ocultandome como un cobarde, siempre he sido un cobarde, y me escudo en sarcasmo.
Siento el peso de Isaac a un lado de mí. Él se ha sentado en la cama.
—Ajá. Necesitas hablar con él —me pide amable, mientas toca mi brazo sobre la cobija.
—Lo sé, me siento culpable, creo que siempre término haciéndole daño de alguna manera u otra y te juro que no es mi intención, te juro que no ---hablo, esta vez me siento como la persona más tonta, y miserable del mundo.
—Derek es un buen hombre. Él me sacó de las calles hace tiempo —declara él como si nada.
—¿De las calles?  —pregunto dudoso. Isaac en las calles es un poco demasiado difícil de creer. Él siempre se ha visto como una persona educada y amable.
—Es una historia larga, pero un día, de hecho el primer día que conocí a Derek. Tuve que llevarlo o más bien traerlo a este mismo hotel. Estaba muy ebrio, y sólo decía "Stiles te extraño" Entonces me pedía que te marcara.  Yo tomaba su celular y marcaba un número bastante descabellado.
—Sí registró mal mi número de teléfono —interrumpo un momento a Isaac.
—Pero nunca nadie contestó, y se puso aún más triste entonces gritaba "Stiles contestame el teléfono", "Te extraño mucho", "Stiles te amo tanto", "Stiles..." aún así estando ebrio y gritando tu nombre no lloró,  se mantuvo fuerte  o algo así porque trató de quitarse la vida —volvió a decir sin darle importancia ¿qué onda?
Con mucha rapidez me quité las cobijas de encima, me incorporé, y volteé a ver a Isaac incrédulo de lo que me estaba informado.
—¿Cómo que se intento suicidar? —pregunto, no mas bien exigo una respuesta creíble.
—Tranquilo amigo. —Él me voltea a ver con las manos levantadas hacia mí. Sonríe.
—¡¿Cómo puedes actuar tan tranquilo después de eso?! —interpelo bastante exaltado. Es imposible de pensar que Derek haya hecho eso. Es increíble. Es un camello pasando por el ojo de una aguja.
—Bueno es que en sí fue más desternillante que preocupante. —Se vuelve a reír. ¿Qué diablos le sucede a este fulano? El hombre que siempre soñé casi se mata y éste riendo como si fuera algo chistoso. Yo lo veo con una mirada fulminante, que dice todas las cosas que ya pensé—. Oye no te enojes, te contaré cómo estuvo el asunto.
—Pues más vale que lo hagas —le hablo circunspecto.
—De acuerdo, ¿Te gustaría imaginartelo como una vieja tira cómica? Algo así como el Mickey Mouse muy antiguo —propone él seguramente para hacerlo más ameno y desaburrido.
—De acuerdo —acepto yo está vez con soltura.
—Bien era una noche común y corriente como cualquier otra en la vida de Isaac, limpiando la cantina en la que trabajaba. Ya eran elevadas horas de la noche, trabajaba, cuando el único y último cliente del día, literalmente se encontraba durmiendo sobre la barra, sí su cuerpo entero estaba encima de ella. "Agua bendita de iglesia sacrosanta que le pasa ese pobre tipo" pensé con la mano en la boca. Entonces me dirigí a la barra y lo intenté mover un poco pero él es realmente pesado. Le piqué la panza cauteloso, y me di cuenta que aparte de ser bastante pesado, era muy atractivo y membrudo.
—Stiles, Stiles, Stiles, Stiles, Stiles... —Se retorció un momento en la barra, repitiendo tu nombre. Luego de eso le pique la cara con una cuchara.
—¿Usted es Stiles? —pregunté  cerca de su oreja.
—No... Soy Derek, Stiles ¿Acaso no te acuerdas de mí? —habló muy fuerte, y después se levantó raudo, se sentó y me abrazó.
"¡Santo cordero de Dios un hombre desconocido, sexy y ebrio me abrasa! ¿Qué voy a hacer?" dije entre mí muy exaltado y con muchos nervios.
—Oiga señor yo sólo soy Isaac. —Intenté hacerle entender que yo no era tú.
—Sólo eres Isaac... —habló decepcionado haciendo ruidos con la boca y negando con la cabeza. Entonces se separó de mí y me empujó lo más lejos posible.
Después de que me peleará con él a susurros bajos/altos al mismo tiempo, lo convencí de llevarlo a su casa pero él quería seguir bebiendo. De todas maneras lo traje en taxi hasta el lugar que me indico y un recepcionista de este  hotel me ayudó a traerlo hasta aquí. Entonces fue cuando intento suicidarse.
—Ya no lo soporto más. Odio mi vida. La detesto —repetía y repetía, caminando por todos lados. Y yo sólo observaba la extraña escena sentado  en el sillón. Después él se dirigió hacia las cortinas aterciopeladas y agarró una de esas cosas que se usan amarrarlas. Yo sabía que nada iba a pasar con eso así que únicamente contemplé la escena. Entonces se amarró el cuello. Yo cambié la postura en mi asiento, estaba interesado por lo que él intentaba hacer. Derek arrimó un banco cerca de la ventana, se subió en el y amarró su cuerda al cortinero. Se dejó caer y cayó de sentón en el suelo. El cortinero aporreó su cabeza muy gracioso. Y ese fue el intento de suicidio más que desternillante que he visto en toda mi vida. —Ahí terminó relato de Isaac.
Yo comencé a reír. Que tonto había sido Derek al pensar que podía quitarse la vida de esa manera. Yo pensé que había sido algo más serio pero ahora me doy cuenta por qué Isaac actúa tan relajado ante eso.
—Bueno de todas manera ve a hablar con él Stiles —pidió Isaac antes de salir del cuarto.
Mis ánimos se  han recuperado y ahora voy a ir a pedir disculpas a Derek. Aún así no puedo creer cuanto me quiere Derek. Pienso en lo que me acaba de contar Isaac. Recuerdo "Stiles te amo tanto" y siento tantos escalofríos, no sólo en el estomago sino también en la espalda baja, son tan fuertes que me retuerso. ¿Talvez sea amor lo que siento?

Nota de Autor: Feliz inicio de semana. Me acabo de enterar que ya salió Smoke+Mirrors de Imagine Dragons. Ahora que lo tengo puedo decir que el principio no es muy convincente, pero bueno. Yo haciendo reseñas lol.¿Alguno de ustedes se imaginó la escena que contó Isaac como una tira cómica?
Comenten ya saben. Buena vibra.

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