Capítulo seis.
Dejó de besarme para solo abrazarme, las palabras salían de su boca muy despacio, como una suave melodía de piano con retardo, masajeaba mis oídos, nivelaba mis sentidos.
—Stiles, cálmate, escucha eso, el golpeteo y los sonidos de nuestros corazones, sincronizándose, haciéndose uno. Mi voz grave, viajando hasta tu oído. Mis labios moviéndose suavemente en tu mejilla al hablar. Concéntrate en todos esos estímulos. Te hace bien.
La paz me invadió, se acercó lentamente desde los rincones del gimnasio, me toco las piernas, los hombros y me cubrió por completo, y mis pies por fin eran capaz de mantenerse en firmes en suelo por sí solos, había recuperado mis fuerzas más lejanas, gracias a ese beso, maravilloso beso con Derek.
El mundo empezó a moverse lento, de un lado a otro dejando siluetas tras de sí, y lo sentí cuando comenzó mover su cabeza, sus labios se deslizaron por mi barbilla con lentitud, entreabiertos, profanando mi cuello, asaltando el terreno con elegancia. Cerré mis ojos, hice mi cabeza hacia atrás para darle más espacio, que explorara más allá, que me hiciera sentir mejor. Mis manos se enredaron en sus cabellos, depositó un ligero beso en mi manzana de adán, o al menos eso fue lo que yo sentí. Un suspiró se escapó de mis labios, pequeño pero satisfactorio. Dejó su boca ahí mientras respiraba con irregularidad, como si todo el aire se hubiera ido, y sólo tuviera que compartirle del mío para estar bien. Empecé a buscar sus labios, para unirlos con los míos, le tocaron la barbilla y se deslizaron con torpeza hasta su boca, pero se separó y me puso dos dedos en la mía.
—Eso es todo, vámonos. —Me soltó despacio, como si al no hacerlo, me alterara de nuevo.
Mi mano se resbaló por su brazo e intenté sujetar la suya, pero sus dedos se deslizaron entre los míos y sólo me quedó un cosquilleo en las yemas de mis prolongaciones. Fue con Cora cargándola, pero aun así noté que su equilibrio no era tan bueno. Después de admirarlo desde atrás y de deleitarme con su hermosa y masculina figura fui tras de él. Salimos de la escuela, los ruidos de la música se oían lejanos pero fuertes, concebía como todas las vibraciones se estrellaban en los casilleros, en las paredes y las ventanas y se disolvían antes de llegar a la mitad del bosque. Todo era muy surreal, podía sentir mi respiración atravesar cada parte de mi ser, mi oxigeno viajar en casi cada vena de mi cuerpo, como mi corazón latía con fuerza y la sangre era expulsada a presión desde el centro, la electricidad de mi sistema nervioso. Como la fuerza de mis piernas se impactaba con el suelo, la tierra crujía, debajo de mi suela y la suela estiraba las fibras de su ser conforme mis pies se movían. Y la gravedad me empujaba hacia el suelo. Podía escuchar como los insectos hacían sus sonidos desde las plantas lejanas, y observaba con claridad a las aves volar por los cielos con sus compañeras, el aire atravesar entre sus alas. Y mis uñas crecer. De vez en cuando mientras caminaba todo me parecía muy lento. Algunas veces todo se deformaba, mis pies paraban cuando eso sucedía y me aterraba con ligereza, pero mientras pudiera ver a Derek caminar delante de mí estaba bien. Llegamos a su coche, abrió la puerta trasera del auto y metió a Cora con cuidado.
—Es raro que, no se haya despertado ¿y si a ella también la drogaron? —preguntó él, mientras se dirigía a la puerta del piloto, y yo abría la del copiloto.
—No sé Derek, es más importante que no conduzcas, nos vamos a matar —dije como sugerencia.
En realidad no quería morir, y por alguna razón podía sentir las emociones de Derek, tenía temor, y era probable que él estuviera peor, mucho peor que yo. Ya que no era normal poder sentir el mundo como yo lo apreciaba, de esa manera tan intensa.
Se detuvo con la puerta del coche abierta, ponderó mis palabras un momento y yo también me detuve esperando una respuesta.
—Tienes razón —admitió volteando a verme unos segundos—. Llamaré a Peter —afirmó mientras se metía al auto y yo después de él.
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Toda Una Vida
FanfictionEn un universo alterno de Teen Wolf, Stiles conoce a Cora la hermana del siempre serio y gruñón Derek Hale, cuando sólo tenían cuatro años de edad. La madre de Stiles muere un año después, entonces este niño con la necesidad de nunca callarse tiene...