Siren 32

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Me dejé llevar.

Permití que Sungjae me hiciera volar aun sin alas, le permití que me besara como si no hubiera un mañana... Hasta dejarme sin aliento.

Me separo de él lentamente sonriendo sobre sus labios, mis manos todavía sosteniendo su camiseta.

Lo miro a los ojos y lo puedo sentir, todo mi cuerpo humano lo siente. Este no fue un beso de disculpas como me lo pintó Kaeun, este fue otra clase de beso.

­–Vamos al pueblo–dice mientras camina rumbo a la carretera, yo lo sigo por detrás.

Empezamos a caminar en silencio, pero no uno incómodo. Es como si ambos conectáramos con la naturaleza en esta corta caminata. Simplemente permito a mi oído y olfato ser libres.

Cuando llegamos a nuestro destino, él se voltea para quedar frente a mí mientras mira a nuestro alrededor. Me permito observarlo de nuevo, desde la perspectiva que también gusta de mí.

Es guapo, muy guapo.

Sus cejas son muy tupidas y rellenas, ahora me doy cuenta que su cabello es completamente lacio.

Cuando se concentra entrecierra sus ojos y estos forman líneas muy finas, una mirada encantadora.

Y que decir de sus labios...

–Me gustan tus pestañas, son muy largas–suelto sin dejar de mirarlo.

Noto como se ríe en forma nerviosa sin poder mirarme apropiadamente.

–Además, creo que tu altura es perfecta. Puedo mirarte directamente sin necesidad de levantar en exceso mi cara, estás justo donde quiero.

Él se gira y finge buscar algo en específico, eso provoca que yo quiera seguir molestándolo. Me gusta hacerlo sentir de esta forma.

Camino hasta quedar de nuevo frente a él, pero camina hasta una esquina rápidamente. Me rio.

–¿No escuchaste lo que te dije? –pregunto acercándome.

–¿Qué fue? –responde aun sin mirarme.

–Que me gusta tu altura, estás justo en mi vista–continúo bromeando.

–En ese caso, a mi también me gusta la tuya–se acerca a mi también, yo pierdo mi sonrisa juguetona–Así puedo hacer esto sin agacharme demás–vuelve a besarme.

Cuando pienso que será un simple toque y que se separará al instante, siento su tibia palma posarse sobre mi cintura para tener mejor acceso. Eso me anima a tomar su rostro y tratar de profundizar el beso.

Perdí la razón, me volví a dejar llevar. Mi cabeza daba vueltas y mi corazón latía cada vez más rápido.

Lo que experimenté con aquel beso me dejo completamente perdida, todo lo que creí conocer, todas esas nuevas experiencias que viví en la mansión, que viví con V, fueron rápidamente remplazadas por Sungjae, el tritón que con un simple toque me hizo sentir eso que tanto busqué.

Lo deseé como una loca humana, ese deseo creció aún más cuando nuestro beso se volvió más desesperado, cuando ambos no éramos capaces de frenar todo esto, cuando mi corazón dio mil y una vueltas, cuando mi pequeña mente humana solo se concentraba en la sensación que los labios y la mano de Sungjae me transmitían.

Al final del día volvimos a la casa donde Yerin nos esperaba con el almuerzo, después de comer y hablar sobre cosas realmente triviales tomé un baño caliente. Durante la comida noté como Yerin no mencionó nada sobre mi llegada, ni tampoco Sungjae, como si trataran de evitar ese tema. El porqué estoy aquí. Sungjae necesita volver al agua para gobernar.

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