Siren 22

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No sé cómo debería de reaccionar ante esta situación medianamente mal. Lo dije sin pensarlo, pero al ver su cara supe que es verdad.

¿Lo hace sin saber?

Sungjae nunca hace las cosas sin saber. Fue cuando deduje porque él estaba en el pueblo tan desesperado buscando a alguien, era a mi hermana.

Creo que aquí termina nuestra historia de amor, fue tan trágica que no merece un final feliz.

Me despedí de él aquella vez y hace un rato también lo hice, fue pensando que era un sueño, pero aun así lo tomo como algo verdadero.

No dejo que responda a lo que recién dije y simplemente me doy media vuelta para seguir mi destino, la gran mansión. Doy cinco pasos arrastrando mis pies y siento como mientras más me alejo de él mis energías se vuelven escasas.

Con todo lo que me queda doy el sexto paso y el séptimo, segundos después siento mi cara y mi cuerpo tocando el caliente suelo.

En el agua esto no sucedería, no puedes caerte ahí.

...

[Sungjae]

La veo alejarse, pero no me siento con el derecho de detenerla. Tiene toda la razón a simplemente irse de esta manera.

Hace unos minutos estaba buscando con todas las ganas a Joy para decirle que quizá y mis sentimientos por ella si sean de amor y que no me importaría vivirlos tan solo horas con tal de sentir de nuevo. Y ahora uso la palabra nosotros con otra persona diferente e incluso la beso. ¿Puedo ser más estúpido?

El humano vive para eso sinceramente. Lo confirmo cuando la veo caer e inmediatamente la cargo como una princesa y la llevo a mi hogar. La misma casa donde empecé a tener sentimientos por su hermana.

La coloco en la habitación de techo de cristal y llamo a Yerin para que traiga hiervas que hagan despertar a mi nueva huésped.

Mientras espero solo me queda admirar lo que tengo frente a mis ojos; es incluso más hermosa de lo que recordaba.

—¿Me estás diciendo que nunca habías visto a una sirena hermosa? —me dice con cara de disgusto. Debe de pensar que soy un tonto—Todos en el océano somos hermosos, incluso el plantón.

—No, me refiero a que nunca había visto a alguien como tú, con tanta belleza y delicadeza. Creo que esos colores de tu cola fueron creados especialmente para ti. Eres todo lo que mis ojos pueden ver.

—¿Te burlas de mí? No puedes hablarme así. Sé quién eres—va hacia su cardumen. Incluso su forma de nadar es espectacular.

Salgo de mis pensamientos porque escucho a alguien acercarse, Yerin. Me quito de la habitación y la espero en la pequeña sala.

—Déjame ver si entendí. ¿La sirena de la que me has hablado durante todo este tiempo que te conocí, la que creí que era una fantasía tuya, está en tu habitación? Y ¿Ella es hermana de Joy por la que entraste de nuevo al océano y casi mueres? Sólo... déjame tomar un poco de aire—se detiene agitada.

—¿Trajiste lo que te pedí? —pregunto ignorando todo.

—No deberías de estar serio y enojado. Al fin los cielos se alinean para darte un poco de felicidad, de la cual mereces COMPLETAMENTE—se dirige a la cocina y saca todo su material.

—No sé dónde está Joy, y su hermana, que al parecer no lo es, se llama Wendy y no Seungwan. ¿Y sí en realidad la Joy que estuvo aquí no es Joy su hermana?

—¿Dos personas que se llaman Joy en un pueblito al mismo tiempo? No lo creo. Mejor siéntate y deja que haga magia. Pronto te sentirás mejor.

Escucho como empieza a susurrar sus palabras y simplemente me siento en una silla a esperar. Cuando ya ha terminado me da las plantas y hiervas para que las ponga en el cuarto.

—Esto debería de ayudarla a recuperar toda su energía. No es que esté enferma, ahora solo está durmiendo. Deberías de dejarla descansar, por lo poco que me contaste me imagino que no ha podido ni sentarse por un segundo. Estaré en la cocina preparando algo de té con estas nuevas hojas para cuando despierte.

¿Tantos años pasaron que incluso cambiaste tu nombre? ¿Qué tanto has sufrido como para que te desvanezcas de cansancio? Para un humano promedio es común, pero para una sirena con toda la energía que manejamos es casi imposible.

Me quedo inmerso en mis pensamientos que cuando vuelvo a la realidad estoy muy soñoliento. Me siento en la esquina de la cama del lado vacío y estiro mis brazos.

Pronto me veo acostado durmiendo.

...

Abro mis ojos y me estiro en mi lugar. Miro hacia arriba y ya es de noche, me sobresalto.

Durante mi estancia en esta casa nunca había visto una noche estrellada como la de hoy. Suspiro profundamente, al fin siento lo que es despertarse de un largo tiempo durmiendo.

Las estrellas no se pueden ver en el océano, al menos que nades hasta la superficie, pero nadie hace eso. Es una escena que solo se aprecia si estás en la tierra.

—Es magnifico—escucho. Me giro y puedo ver a Seungwan a mi lado también observando el espectáculo. Me siento rápidamente.

—Lo siento, no debí de dormir a tu lado—me levanto.

—Yerin me dijo que desde que te conoce nunca te había visto dormir y menos de esta forma. No quise despertarte, es por eso que no me he movido—se levanta también—De todas formas, esta es tu casa—se dirige hacia la puerta.

—¿Wendy? Espera—camino hacia ella.

—No es necesario que me llames así—sigue caminando sin detenerse.

—¿Por qué no puedo? Es el nombre que usas ahora.

—Es el nombre que uso en el presente, tú eres parte de mi pasado—lo dice como si nada, se dirige hacia la estufa y se sirve el té que Yerin dejó preparado.

Me quedo callado por varios segundos, no sé qué decir. Siempre me dejó sin palabras.

—¿Entonces simplemente te irás como si nunca me hubieras visto de nuevo? —me paro detrás de ella, a unos centímetros.

—Es lo mejor para ambos, para mi hermana.

—Mírame—digo mirando al suelo, ella se gira—Sí, quizá y tenga algunos sentimientos sin resolver con Joy, pero no se compara en absolutamente nada con lo que estoy sintiendo ahora mismo mientras estás aquí, conmigo—la miro.

—Deja de jugar conmigo Sungjae, ya no soy la misma que conociste hace varios años—lo dice sin dejar de mirarme ni por un segundo.

—De nuevo con eso, deja de excusarte. ¿Qué importa si pasaron 20 años o si pasan 100? Mis sentimientos aún siguen siendo los mismos y sé que los tuyos también.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Por la forma en que me miras, por lo que me está transmitiendo tu energía.. —no me deja terminar y se gira para irse, pero la tomo de la cintura con ambas manos.

Ella no se mueve, solo siento su respiración acelerarse. Estoy a punto de volver a probar sus labios, pero me empuja mandándome lejos.

Vaya, los menjunjes de Yerin sí que sirvieron, tiene bastante fuerza.

—¡No!—dice firme.

—¡Seungwan!—digo del mismo tono.

—¡¿Me hablas con ese tono porque solo soy la reina del Indico cuando tú eres rey de todos los océanos?! —me grita. Había olvidado la jerarquía, le acabo de faltar al respeto.

—Yo no quería hacerlo.. No fue mi intención—me disculpo.

—Sí, quizá eres el hijo de Atlás y nieto de Poseidón, Dios del océano entero, pero nunca reclamaste esa corona.



Alm, es lo único que escribiré el día de hoy.

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