Siren 2

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—Nunca debes matar a un humano, no usando tus poderes.

—¿Humanos? ¿Qué es eso?

—Recuerden criaturas, por muy peligrosa que sea la situación para ustedes, ¡Jamás, JAMÁS deben de matar a un humano!

[Wendy]

Desde hace semanas llevo observando a los humanos invadir nuestro territorio rondando cerca de las torres con frecuencia, buscando algo más que destruir. Es mi deber como sirena Coronada vigilar y mantener el orden dentro de Atlantis, mantenernos a todos a salvo; soy la sirena con la cola más larga de este cardumen y aunque Sooyoung no lo sepa, pronto seré la próxima líder, lo que implica un gran peso que estoy dispuesta a tomar por el bien de todos nosotros, de ella.

Malditos humanos... Se creen los más grandes e inteligentes, la especie más evolutiva, pero lo único que provocan es destrucción a su paso, exterminando a todas las especies... ¡Estúpidos enanos!

Mis aberraciones son interrumpidas por cuatro de ellos nadando a unos cuantos metros de mí, aunque bueno, admito que han perfeccionado su manera de aguantar la respiración con esos grandes tanques que traen tras sus espaldas. Estoy tan concentrada observándoles que no me percato de una pequeña esfera a mi lado parpadeando una luz roja, me alejo agitada a toda velocidad, doy varias vueltas, demasiadas a decir verdad para desviarlos por si alguien más me vio; después de varias horas voy en busca de Sooyoung.

—Fingen ser nosotros—le digo de una forma que ella entienda. Veo la determinación en sus bellos ojos azules, es una de las razones por las que ella no puede saber nada de ese mundo.

—Entiendo, ya no me alejaré más allá de las torres de piedras—me dice y yo confío en ella.

—Cuento contigo.

Al despedirme, me dirijo al lugar sagrado dónde se encuentran las Nereidas.

—Vi cuatro hoy—comento cuando las tengo cerca.

—¿Por cuánto tiempo?—me pregunta Tetis.

—No lo sé, ¿Dos horas? Quizá más. No falta mucho para que nos encuentren, pronto terminarán de explorar esa zona.

—¿Qué sugieres?—pregunta ahora Galatea.

—... Movernos, es hora de emigrar. Nos estamos quedando sin alimento, estar aquí ya no es una opción viable.

—JAJAJAJAJA—se burla de mí—No podemos abandonar Atlántida.

—¿Atlántida?—digo en sarcasmo—Esto no es más que un espacio y ya, Atlantis murió hace siglos. Hay tritones que no han comido en días con tal de que sus esposas lo hagan, estamos quedándonos sin opciones.

—Puede que todo se haya destruido y demás, pero aún Anfítrite y Poseidón siguen aquí, en espíritu.

—Tetis, Galatea, hablen con la Diosa por favor, háganle saber que necesitamos movernos. Sus espíritus vendrán con nosotros, lo sé.

—No eres la primera Coronada que lo pide, es un no definitivo. Lo siento.

Respiro hondo y salgo del lugar.

🧜🏻‍♀️

—¡Sooyoung NO!—le grito con terror en cuanto veo su hechizo. Me escondo torpemente detrás de un gran coral a unos pocos metros esperando a que me alcance, pero ella parece estar fuera de sí; estoy a punto de salir a buscarla cuando más humanos se acercan a ella.

¡Diablos!

No sé que hacer, estoy respirando demasiado rápido... ¡Contrólate! Mi corazón late con mucha fuerza. Esto me recuerda al pasado, siento que no puedo respirar.

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